Por Romina Calderaro
Aníbal Ibarra demostró firmeza para armar su gabinete, pero en su hogar le cuesta un poco más imponerse. Por lo menos cuando está solo con los chicos. Es sábado por la mañana en la casa que el jefe de Gobierno porteño tiene en Villa Ortúzar, y el hombre baila al ritmo de sus hijos, Pablo y Santiago. La entrevista se interrumpe si Pablo, el más grande, no se quiere bañar dos veces en el día, si Santiago no encuentra su campera, si Pablo pide un té con leche, si Santiago miente que se bañó, si vienen a buscar a un amiguito de Santiago, si suena el teléfono o si Pablo escucha que su papá se va a reunir con Cavallo. Y pregunta:
�¿Con Cavallo?
�Sí.
�¡Pero si vos sos el coso! (el jefe de Gobierno porteño)
�Bueno, hijo, pero tenemos que hablar cosas de la ciudad...
Cuando sus hijos no necesitan nada, Ibarra habla del revuelo por la falta de mujeres en su gabinete, de su gabinete, de las primeras medidas, de Cavallo, de Cecilia Felgueras y de la aprobación de las cuestionadas leyes de Mobiliario Urbano y playas subterráneas.
�¿Cómo está? ¿Nervioso? ¿Ansioso? ¿Contento?
�Estoy contento, estoy tranquilo, tengo ganas de llegar al 6 de agosto, pero no estoy en un estado de ansiedad. Estoy pasando por el período de transición, que es importante.
�¿Sabía que se podía armar lío con la falta de mujeres en el gabinete?
�Sí... yo sabía que podía haber algún cuestionamiento, pero en la Ciudad de Buenos Aires yo personalmente siempre he respetado y valorado a las mujeres. Y siempre he trabajado con ellas. Buenos Aires es una ciudad que tiene mujeres en roles importantísimos. La cabeza del Poder Judicial es una mujer, y la cabeza de la Defensoría del Pueblo, y la segunda de la Ciudad. Yo sabía que podía haber algún cuestionamiento, pero estoy muy tranquilo y consciente de que no fui a contramano de la concepción que siempre defendí y seguiré defendiendo.
�Y si se aprueba el cupo en la Legislatura, ¿va a cambiar parte del gabinete?
�No, eso a mí me parece (silencio)... No sé si el término es absurdo, no me parece correcto fijar un cupo en un gabinete, cuya conformación es una decisión política de un jefe de Gobierno en este caso, de un presidente o de un gobernador, decisión en la que se definen colaboradores y colaboradoras que conducen un gobierno.
�¿Y cree que va a prosperar?
�Yo creo que no.
�El tema de la incorporación de Liliana Chiernajowsky, la esposa del vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez, molestó, según dicen, a una persona del gabinete que teme que vaya a contarle todo lo que ahí sucede a su marido.
�Liliana, antes que la esposa de Chacho, es Liliana. Yo la respeto muchísimo porque nunca jamás, y la conozco desde hace muchísimos años, nunca jamás puso por delante su relación con Chacho. Ella, con defectos y virtudes como todos, es ella. La decisión de que me acompañe en el Ejecutivo es por Liliana Chiernajowsky.
�O sea que no le preocupa que, �botonee�...
�No, en absoluto. Yo con Chacho tengo un excelente diálogo político, personal, así que seguramente hablaré más cosas yo de la Ciudad con Chacho de las que hable Liliana.
�¿Tiene claras las primeras medidas?
�El desarrollo del plan de prevención del delito, el proceso para el desarrollo de la zona sur, con la Corporación del Sur, que necesita sanción legislativa y un trabajo sobre lo que es el espacio público con una concepción distinta de la revalorización del espacio público. Después vendrá el desarrollo de las redes subterráneas. Soy consciente de que tenemos un gobierno de tres años y cuatro meses y les dije a todos lossecretarios que quería un gobierno ejecutivo. La gente no nos votó para hacer diagnósticos.
�¿En seguridad le acercaron alguna propuesta?
�Yo he venido trabajando incluso antes de la campaña. Ya he estado hablando con el ministro del Interior y con el ministro de Justicia para coordinar los esfuerzos. También hablé varias veces con Ruckauf.
�¿Fue difícil armar el gabinete?
�No. Contrariamente a lo que muchos deben suponer había como un esquema de que la incógnita iba a durar hasta último momento y yo tomé la decisión de que fuera antes. Primero para que ellos tuvieran tiempo para poder trabajar específicamente y arrancar desde el 6 ya con muchas cosas resueltas, segundo porque si uno lo deja hasta el último momento aparecen tironeos, sobreviene la ansiedad de todo el mundo, los medios incluidos.
�La designación de dos peronistas en áreas importantes, Daniel Filmus en Educación y Jorge Telerman en Cultura, ¿fue problemática para los radicales?
�No, hay opiniones encontradas, como en todos lados. A alguno le puede gustar más uno que otro, y está bien que sea así.
�Pero usted tenía algunos nombres definidos de antes, no iba a ser fácil torcerle el brazo. ¿No es cierto?
�(Sonríe, pícaro.) Así es. Y hubo un gran respeto de todos por la decisión del jefe de Gobierno.
�Lo llamó a Cavallo para hablar. ¿Se le habrá pasado la bronca?
�Yo creo que sí. Conversaremos desde el lugar en el que cada uno quedó ubicado después del voto, yo desde el Gobierno, él desde la oposición, pero me parece importante poder fijar, hablar sobre cuáles son los objetivos centrales que tenemos para el Gobierno, en cuáles podemos coincidir, determinar una agenda legislativa.
�¿Se disculpará Cavallo de haberlo llamado �impotente� el día de la elección?
�Yo no le voy a pedir que se disculpe, para mí es un episodio pasado y miro para adelante. A mí nunca me preocupó.
Suena el timbre. ¿Estás o no estás?, le pregunta Pablo a su padre. �Depende�, le responde. El que llama es el padre de un compañero de Santiago, que el viernes se quedó a dormir. Los padres se saludan, el nene se va y se reanuda la entrevista.
�Se aprobaron las leyes de Mobiliario Urbano y playas subterráneas. Y, por pedido de ustedes, se modificó el reglamento de la Legislatura para que les den los tiempos...
�Esas leyes tienen un procedimiento que prevé despacho de comisión, audiencia y segunda sanción. Primera y segunda sanción con cuarenta votos. Creo que no hay trámite con más tiempo, más publicitado, más participativo en la República Argentina.
�Ustedes tenían 37 votos. Les faltaban 3. Hay quienes dicen que consiguieron los votos que faltaban a cambio de cargos en la futura gestión para legisladores del PJ.
�No, no, no. Yo me senté con ellos a explicarles cuál era nuestro objetivo. Yo quiero ordenar la publicidad de la Ciudad de Buenos Aires porque hay realmente pocos lugares del mundo con tanta contaminación visual. Hay que atacar la publicidad ilegal, ordenar la legislación sobre el tema de seguridad y jerarquizar espacios publicitarios. En cuanto a las playas de estacionamiento, les dije que había que ordenar y favorecer el transporte público, instalar playas cercanas a los subtes, trenes y también para bicicletas.
�¿Pero no se aprobaron de apuro estas leyes? Estuvieron cajoneadas más de dos años...
�Bueno, la fuerza política de la elección hay que aprovecharla. Llegué con el cincuenta por ciento de los votos, éstas son mis ideas y creo que lo que la gente espera son resultados. Si eso lo podemos lograr ahora, ¿para qué esperar un año? Santiago pregunta dónde está su campera. Ibarra le pregunta si se bañó. Su hijo responde que sí. El padre le dice que le está mintiendo. Pablo pregunta por qué tiene que bañarse antes y después de ir a jugar al fútbol. �Porque el partido es a las siete y hasta esa hora hay que vivir�, responde el jefe de Gobierno, posterga la discusión ante la negativa de su hijo y retoma el diálogo.
�¿Cuál va a ser el rol de Cecilia Felgueras?
�Va a tener un rol central en el funcionamiento en el gabinete.
La mañana da paso al mediodía en casa de los Ibarra. Los chicos están ansiosos: van a ver a River. Si es que no se resisten a bañarse.
Una reunión con Cavallo
Por primera vez desde la elección porteña, Aníbal Ibarra se comunicó con Domingo Cavallo. Ayer al mediodía, el jefe de Gobierno porteño electo le propuso al ex candidato de Encuentro por la Ciudad reunirse, el próximo miércoles a las cinco de la tarde, en el que será el despacho de Ibarra en la Legislatura porteña a partir del 6 de agosto. La idea, según explicaron en el equipo de Ibarra, apunta a �iniciar un proceso de consenso en la búsqueda de acuerdos para los objetivos centrales de la Ciudad de Buenos Aires�. Cavallo y Gustavo Beliz, su socio político en la campaña porteña, tienen en la Legislatura un bloque de veinte legisladores.
Hablando de vinos y videos con Fidel
Si hace unos años alguien le hubiera dicho a Aníbal Ibarra que iba a establecer una relación con Fidel Castro, que se iban a hablar por teléfono cada tanto y que iban a intercambiar regalos, Ibarra hubiera acusado a su interlocutor de insano. Pero la vida tiene muchas vueltas y el triunfo de mayo fue también para el jefe de Gobierno porteño la oportunidad de conocer al líder cubano. Fue el comienzo de una relación de la que Ibarra se enorgullece abiertamente. El viernes pasado, el frepasista llamó al cubano y conversó, según contó a Página/12, durante diez minutos. Ibarra lo felicitó por el regreso de Elián, y Castro le prometió mandarle el video de la bienvenida. A cambio, Ibarra le contó que los nenes del grado de su hijo mayor visitaron la Legislatura porteña, y Fidel le pidió el video de ese acontecimiento.
Ibarra le hizo otra promesa: mandarle buenos vinos. �Si los que me mandas son buenos, chico, yo te prometo hacerles propaganda�, dice Ibarra que le dijo Castro, con una imitación del acento cubano que le salió bastante bien. Parece que en Cuba, Fidel sólo consigue los vinos de la bodega Menem, y que no son sus preferidos. Ayer, Ibarra volvio a contar la noche cubana en la que se conocieron. �Nos quedamos hasta las siete de la mañana�, acotó su hijo Pablo. �Cuando hablé les mandó saludos�, les dijo papá Ibarra a los chicos. �Pero dijo que yo era su candidato�, provocó Pablo al hermano. |
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