Por Carlos Rodríguez
�Ya me esperaba esta resolución, no me sorprende para nada, pero apelaré y haré todo lo que está a mi alcance para revertirla�, dijo el ex juez de Dolores Hernán Bernasconi a la solitaria cronista de agencia que lo consultó cuando se retiraba de los tribunales de Retiro. Bernasconi, a quien se lo notaba tranquilo, había recibido una mala noticia: el juez federal Gabriel Cavallo le dictó la prisión preventiva y el procesamiento por considerar que �dirigía una asociación ilícita� cuyo objetivo era involucrar a famosos en supuestos hechos ilícitos mediante �la realización de irregularidades en la consecución del fin, muchas de las cuales podían resultar ilícitos�. Cavallo sostuvo que su ex colega estaba al frente de �un grupo coordinado y fusionado que operaba en conjunto� y que era integrado, entre otros, por su ex secretario Roberto Schlagel y los policías Daniel Diamante, Antonio Gerace y Carlos Roberto Gómez, ya condenados por graves irregularidades cometidas en las causas abiertas contra Guillermo Coppola, manager de Diego Maradona, y el ex futbolista Alberto �Conejo� Tarantini.
Cavallo acusó a Bernasconi por los delitos de �asociación ilícita, partícipe necesario de falso testimonio agravado y coautor de cinco falsedades ideológicas�. El delito más grave, asociación ilícita, tiene una condena de cinco a 15 años de prisión. Cavallo consideró que en la causa �se ha probado que el fin de este grupo era el de involucrar a una cantidad determinada de personas con la realización de ciertos ilícitos, para permitir su investigación�. En la misma resolución, el juez dispuso un embargo de 150.000 pesos sobre los bienes de Bernasconi.
Durante las actuaciones, dijo Cavallo en su fallo, el fin perseguido por el grupo encabezado por Bernasconi �era antepuesto a cualquier consideración de oportunidad procesal y mérito penal-material, y por lo tanto, desde el inicio la organización contemplaba como medio inevitable de su actuación la realización de ilícitos, los que por obvias razones aún no estaban precisados, sino que surgiría su configuración concreta en la medida en que fueran evolucionando los acontecimientos�.
Sostuvo que �la organización� tenía �una clara vocación de permanencia� hasta lograr el fin buscado y por tal motivo �los asociados permanecerían unidos en la misma gestión, amparándose, además, unos a otros�. En su lapidaria fundamentación, el juez Cavallo afirmó que Bernasconi �en todo momento tuvo conocimiento del obrar irregular de los policías, del secretario y de los eventuales �colaboradores� (en alusión a Samantha Farjat y Julieta La Valle)�.
Al referirse concretamente a Bernasconi, Cavallo aseguró que su situación �dentro de esta organización adquiere connotaciones singulares porque desde su condición de juez tenía a su cargo las decisiones trascendentes que luego motivaban a los restantes miembros a cometer diversos ilícitos para lograr el fin establecido�.
Y agregó que todos ellos �siempre actuaron bajo sus órdenes o con la venia de Bernasconi, quien no sólo tuvo conocimiento de estos hechos y no los evitó (para lo que sin duda tenía facilidades), sino que directamente se sirvió de ellos en sus investigaciones�. El defensor de Bernasconi, Juan Carlos Palacios, declaró que la acusación del juez Cavallo �no está debidamente fundada�. Se quejó también porque el magistrado rechazó �todas las medidas procesales que solicitamos para poder mejorar su posición�.
Bernasconi fue acusado, durante el juicio oral y público contra Schlagel y contra los policías Daniel Diamante, Gustavo Gerace y Carlos Gómez, de haber cometido una serie de delitos para falsificar pruebas y justificar la detención de numerosas personas (ver aparte). Schlagel fue condenado por un tribunal a ocho años de prisión por irregularidades durante varios procedimientos antidroga que concluyeron con la detención del ex futbolista Tarantini. En el mismo juicio, los policías Diamante, Gerace y Gómez recibieron penas de entre seis y siete años de prisión. Algunos de los efectivos policiales tenían otras causas anteriores por motivos similares y habían
compartido una multitud de escandaletes públicos junto con la Farjat, Natalia Denegri y Julieta La Valle. En ese juicio, denominado Coppola II, también fueron condenadas dos de las chicas de la noche porteña, Farjat y La Valle, a tres años y nueve meses de prisión. Todavía están en libertad porque las penas fueron apeladas y todavía no están firmes. Lo que temía anoche el abogado Palacios es que su defendido, otrora famoso juez antidroga, termine ahora condenado por gravísimos cargos.
Seis años buscando notoriedad
La trayectoria pública de Hernán Bernasconi comenzó el 22 de setiembre de 1993, cuando asumió como juez federal de Dolores, designado durante el gobierno de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. En esos años, el gobernador peronista había iniciado una virulenta campaña antidroga que tenía como adalid al ex jefe de la Policía Bonaerense Pedro Klodczyk, años después separado del cargo en medio de denuncias por corrupción. A esa cruzada intentó sumarse Bernasconi, buscando notoriedad con casos en los que supuestamente estaba involucrada gente famosa.
En febrero de 1996 Bernasconi sufrió su primer traspié, en la investigación de la supuesta venta de la droga conocida como �éxtasis� en discotecas de Pinamar. Entre los detenidos figuraron Héctor Cozza (amigo de Guillermo Coppola y novio de Samantha Farjat) y el manager de modelos Carlos Ferro Viera. Después se comprobó que las supuestas 83.500 pastillas de éxtasis no existían. Sólo aparecieron 300 dosis de dietas medicinales.
El 11 de marzo de 1996 comenzó el mítico Caso Coppola, a partir de la denuncia formulada por el oficial de la Bonaerense Sergio Camaratta, quien señaló al manager de Diego Maradona como supuesto �capo� del narcotráfico. El 5 de agosto del mismo año, con pompa y ceremonia, el juez de Dolores hace detener al boliviano Hugo Escobar Mercado, pero en junio del año siguiente la causa es anulada por la Cámara Federal de Mar del Plata por �graves irregularidades�. Bernasconi y su secretario Roberto Schlagel fueron acusados de alentar �la instalación de un laboratorio clandestino�, so pretexto de combatir el narcotráfico.
En octubre de 1996 son detenidos en Recoleta Alberto Tarantini y Natalia Denegri. Tres días más tarde Coppola se entrega detenido y empieza la parte más movida del show. La situación de Bernasconi comienza a complicarse, pero entre mayo y noviembre de 1998 los senadores peronistas evitan la suspensión preventiva del juez, que era reclamada a gritos por la oposición. Así se llega, en junio de 1999, a la anulación del juicio a Coppola y a la primera acusación contra el ex magistrado, por ocho delitos, entre ellos abuso de autoridad y asociación ilícita. Después vino la suspensión en el cargo, la huida a Brasil, la captura y la extradición para ser juzgado en la Argentina. |
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