Por Marcelo Justo
Desde Londres
 Los datos de dos investigaciones tienen a mal traer a los padres británicos y plantean un signo de interrogación a los progenitores del mundo entero al sugerir que la pubertad y la posibilidad de procreación comienzan mucho antes de lo que se pensaba. El estudio del equipo de Psicología de la Universidad de Bristol estima que a los ocho años una de cada seis niñas ha iniciado el proceso de la pubertad y esa misma proporción puede concebir a los 10. Entre los varones, uno de cada 14 tiene vello púbico a los 8. Un documental de Canal 4 advierte que el reloj biológico de la plena maduración sexual también está adelantándose. Basado en una investigación de casi 10 mil niñas, el documental revela que la edad promedio de la primera menstruación en las nenas es 12,9 años. �Todo el proceso de desarrollo sexual se ha acelerado enormemente. A la edad en que las chicas hoy tienen su primera relación sexual, sus abuelas tenían la primera menstruación�, indicó Jean Golding, directora del proyecto de la Universidad de Bristol. El proceso no se limita a Gran Bretaña. En 1997, un estudio similar en Estados Unidos, mostró que el desarrollo de los senos comenzaba antes de los 9 años en las chicas negras y antes de los 10 en las blancas y que en ambos grupos había claras señales de vello púbico un año más tarde.
El estudio de la Universidad de Bristol se basa en cuestionarios enviados a 1150 familias para que rellenaran con sus hijos mientras que el documental de Canal 4 gira en torno de entrevistas realizadas a cientos de niños, complementadas con un estudio especial de 9000 chicos, a cargo de la Unidad de Salud Educativa de Exeter, en el sudoeste de Inglaterra. Ambas investigaciones hallaron que el concepto prevalente en la sociedad británica sobre del inicio de la pubertad, convencionalmente situada alrededor de los 11 años, se basa en una mezcla de prejuicios y datos anacrónicos. En el caso de la Universidad de Bristol los resultados indican que las primeras manifestaciones del proceso de pubertad (crecimiento de pechos, vello púbico, etc.) ocurren con extraordinaria frecuencia a los 8 años y que dado que el proceso en conjunto dura unos 18 meses, una de cada seis niñas estaría en condiciones fisiológicas de concebir antes de los 10 años. El documental de Canal 4 confirma esta tendencia al hallar que la edad promedio de la menarca (primera menstruación) se situaba en los 12 años y 9 meses. �El contraste con otras épocas es notable y tiene un claro impacto a la hora de marcar qué tipo de relación tienen que establecer padres, maestros y educadores con los niños y adolescentes�, dijo Jean Golding.
La medida standard que se seguía hasta ahora en ámbitos académicos para determinar el inicio de la pubertad era el estudio que realizó en 1962 el doctor James Tanner, según el cual sólo una de cada 100 niñas y uno de cada 150 chicos ingresaban en la pubertad antes de los 9 años y la edad promedio de la menstruación era a los 13 años y cinco meses. La más clara señal sobre las limitaciones que podían tener esta proyección a nivel nacional de una muestra de 200 niños londinenses fue una amplia investigación realizada en Estados Unidos en 1997 y dada a conocer el año pasado en la revista especializada Pediatrics. El resultado de la examinación física de unas 17 mil niñas halló que en el caso de las blancas había claros signos de maduración sexual un año antes de lo que predecían los textos académicos sobre la pubertad precoz y que la brecha se ampliaba a dos años con las de origen africano-estadounidense. Al comentar la investigación, dos especialistas de la Sociedad de Pediatría Endocrinológica Lawson Wilkins extrapolaron los resultados a nivel nacional y concluyeron que �el desarrollo de los senos entre los 7 y 8 años para niñas blancas y 6 y 8 para niñas africano-estadounidenses es posiblemente la norma y no un estado patológico�. El estudio halló que la edad promedio de la menarca se situaba alrededor de los 12 años para niñas africano-estadounidenses y a los 12,8 para niñas blancas.
Los investigadores se muestran perdidos a la hora de explicar este cambio. La dieta, el continuo mejoramiento de las condiciones socioeconómicos y sanitarias, posibles cambios en el misterioso mundo hormonal y la saturación de imágenes sexuales en las sociedades modernas son algunos de los factores citados por distintos especialistas. �No lo sabemos. Todos pueden influir de distinta manera�, dijo a Canal 4 la doctora Marcia Herman-Giddens, directora de la investigación estadounidense. Si las causas son un enorme interrogante, el impacto de estas investigaciones en Gran Bretaña puede resumirse con un diagnóstico inequívoco: desorientación con tendencia al pánico.
Mientras los periódicos de centroizquierda reaccionaron pidiendo mayor educación sexual y los de derecha sermonearon sobre la pérdida de la autoridad parental, entre los especialistas y la gente reina un estado de perplejidad y preocupación que parece ignorar los hallazgos freudianos de hace ya un siglo sobre la investigación sexual infantil. �Lo cierto es que los niños están descubriendo el sexo antes de que los padres y sus maestros piensen que es necesario hablar sobre el tema y que tienen la menstruación antes de saber qué significa. Esta situación puede conducir a embarazos no deseados y problemas con la imagen corporal�, señaló la pediatra Rosemary Jones.
A nivel gubernamental la preocupación se traduce en dinero contante y sonante. Gran Bretaña es el país que tiene más madres adolescentes en la Unión Europea, una cifra que ha aumentado sistemáticamente en los últimos 20 años. La población actual total de madres sin pareja es de más de un millón y medio, que implican unas 9 mil millones de libras (15 mil millones de dólares) en el presupuesto de seguridad social. Un 3 por ciento, aproximadamente 80 mil, son madres adolescentes, un porcentaje que podría multiplicarse si el reloj biológico de la maduración sexual sigue su marcha acelerada.
| �Antes, a los 17 o 18�
A raíz de la investigación en la Universidad de Bristol, el comentarista de temas médicos del The Times, el doctor Thomas Stuttaford, señaló que la visión generalizada en Europa Occidental es que entre 1850 y 1950 la edad del inicio de la pubertad en las niñas descendió a un ritmo de cuatro meses por década. �Doctores como mi padre, que ejercieron su profesión a principios del siglo XX, estaban acostumbrados a encontrar adolescentes que tenían su primera menstruación a los 17 o 18 años�, señala Stuttaford. Este consenso profesional europeo se basa en la experiencia individual de los facultativos, recogida de forma anecdótica y no sistemática. A pesar de que el estudio de la Universidad de Bristol es el primer intento por dar una base científica a la recolección de datos, la metodología de la investigación ha sido cuestionada por algunos especialistas porque no se basa en una revisación directa de los niños sino en cuestionarios donde la turbación de los padres y los niños al hablar del cuerpo infantil puede arrojar dudas sobre la fiabilidad de las respuestas. Estos reparos no cuentan en la investigación estadounidense, porque se trató de una revisación física realizada por una pediatra. Sin embargo se cuestiona que la observación se basó en una población de niñas que visitaban a la doctora Herman-Giddens y no en una muestra tomada al azar. |
UN ESPECIALISTA EN ADOLESCENCIA
�Todo se aceleró�
Por M.J.
John Coleman, director de la Fundación para el Estudio de la Adolescencia en Londres, explica qué se sabe �y qué no� sobre el comienzo de la pubertad.
�¿A qué llamamos pubertad?
�Es el estadio al comienzo de la adolescencia que dura unos 18 meses y que tiene una serie de transformaciones físicas que no se limitan a la función sexual. Cambian otros órganos, como el corazón, los músculos, la composición de la sangre. En relación con la sexualidad hay un cambio que se inicia con la manifestación de ciertos rasgos como el crecimiento de los pechos, la aparición de vello púbico, el cambio de la silueta y que culmina con el desarrollo completo de la capacidad reproductiva.
�¿Qué sabemos sobre la edad de comienzo de la pubertad?
�Desafortunadamente muy poco. Durante mucho tiempo se tomó como norma el estudio de James Tanner porque, aunque se basaba en una muestra de 200 niños londinenses, era prácticamente el único existente. El estudio de la Universidad de Bristol, el documental de Canal 4, la investigación de la doctora Marcia Herman-Guidens son hitos importantes, pero sólo constituyen un primer paso porque tienen problemas metodológicos y porque haría falta un gran proyecto investigativo con muchos fondos para conseguir una muestra enteramente fiable. Tenemos mucha evidencia circunstancial como la que ofrecen los médicos y los maestros. A pesar de esta insuficiencia en el material, tenemos razones de peso para afirmar que hay un adelantamiento de la pubertad porque la maduración sexual no es lo único que está cambiando. La raza humana es hoy más alta, más pesada y tiene pies más grandes que en otras épocas. El proceso de desarrollo se ha acelerado en todos los aspectos.
�Se han mencionado muchas causas para el desarrollo temprano de la pubertad. Razones dietéticas, ambientales, la existencia de una sociedad saturada de mensajes sexuales que podría excitar el hipotálamo y la producción hormonal.
�En este último punto soy bastante escéptico. Creo que podríamos decir que lo que está ocurriendo es un proceso determinado genéticamente, pero claramente influido por factores ambientales y que, como mencionaba antes, hay que ver en el contexto general de crecimiento de la raza humana. Los cambios en la dieta y las condiciones sanitarias como consecuencia del desarrollo socioeconómico en los países de Europa Occidental son a mi juicio factores determinantes. Si miramos el siglo XX, por ejemplo, sabemos que hubo un período en el que la edad del inicio de la pubertad no descendió: durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Una causa bastante posible de este fenómeno es que se debió a un deterioro de las condiciones sanitarias y alimenticias debido a la guerra.
�Usted habla de sociedades europeas desarrolladas. ¿Qué peso tienen los factores culturales en estos procesos?
�Hay un debate muy importante al respecto. Lo que sabemos del desarrollo de la pubertad en países menos desarrollados es que hay diferencias muy marcadas entre zonas rurales y urbanas. En India, por ejemplo, la población urbana es similar al mundo desarrollado, pero no pasa lo mismo con la población rural. Otro factor interesante es el peso. Sabemos que la menarca se demora en las niñas que tienen anorexia.
�Llevado al absurdo, se podría argumentar que si este proceso de prematura maduración sexual continúa al ritmo actual, en un siglo las mujeres nacerán menstruando.
�Compárelo con los logros en los deportes. Hay records en velocidad que parecían insuperables y que ya no lo son. ¿Va entonces a seguir batiéndose records? ¿Es posible para el cuerpo humano correr cien metros en dos segundos? Yo creo que se alcanza una cima, de la cual ya es muy difícil moverse. Porque si, tal como sucede en la salud, gran parte de este proceso se debe a las mejores condiciones socioeconómicas y sanitarias, se abren otros dos desarrollos posibles, pero de carácter negativo. El desarrollo socioeconómico puede llegar a una cima tras la cual las diferencias para el desarrollo del cuerpo y la salud ya sean mínimas.
Datos y dudas de chicos argentinos
Por Pedro Lipcovich
A los 9 años empieza la pubertad en las niñas y a los 10 en los varones, según datos de la Argentina. ¿Cómo? ¿Tan temprano? Sí, y desde esa edad las chicas y los chicos se formulan, y generalmente callan, las preguntas de su angustia: estas tetitas que me brotan ¿no serán anormales?; ¿mi pito es demasiado chico, soy muy petiso? Los padres se inquietan: ¿es que ahora la pubertad empieza antes? ¿Será culpa de la tele, será culpa de Internet? Los especialistas contestan que los padres siempre se demoran en querer enterarse del cambio en sus hijos. Aclaran, también, que la variabilidad es muy grande y que nadie debiera asustarse si el desarrollo de su hijo empieza algo antes o algo después. Página/12 indagó los límites de lo normal y lo patológico en un área en la que, según un experto, �incluso muchos médicos se equivocan�.
�En nuestro país, para las nenas los primeros cambios de la pubertad suelen aparecer alrededor de los nueve años y medio, y la edad promedio para la menarca, la primera menstruación, son los 12 y medio�, precisa la doctora María del Carmen Iebra, jefa del Servicio de Adolescencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y destaca que �éstos son valores estadísticos y admiten diferencias individuales muy grandes: hay nenas que empiezan a partir de los ocho años y muchas veces los padres se preocupan, pero está dentro de lo normal�. El primer cambio discernible suele ser �la aparición del botón mamario: la mamila, la tetilla, se levanta formando un pequeño nódulo, que es el comienzo del desarrollo de la mama �precisa la doctora Iebra�: la gran mayoría de las chicas empiezan su desarrollo así, pero en otras lo primero es el crecimiento del vello pubiano, y esto también es normal�.
Así desencadenada la pubertad femenina, �la primera menstruación, la menarca, tendrá lugar a los 12 años y medio, según los estudios realizados en nuestro país. Claro que, si el proceso se inició a los ocho años, la menstruación probablemente aparezca antes, alrededor de los 10. En otras nenas puede ser más tardía, sin que eso sea indicio necesario de enfermedad�, observa la especialista.
Para los varones, �el primer signo de la pubertad es el aumento en el tamaño de los testículos, que sucede alrededor de los 11 años y medio según los datos de nuestro país. Claro que los padres no suelen advertir esto porque los chicos a esa edad suelen ser pudorosos, y hay que aguardar otros indicios como cambios en la voz, la presencia de transpiración con características de adulto, el acné, el crecimiento corporal�, señala la doctora. A esa edad, los chicos se hacen preguntas que no siempre tienen oportunidad de formular en voz alta: �Una chica puede desesperarse porque ve que una de sus mamas está más grande que la otra: esto puede ser absolutamente normal, porque muchas veces su crecimiento no es parejo, pero suele generarle angustia�. En cuanto al varón, �suele temer que sus genitales sean muy chicos, pero le cuesta expresar ese miedo. También puede creer que debiera haber alcanzado un desarrollo muscular mucho más importante, �tener lomo�, como dicen, cuando todavía no está en edad de tenerlo. En las consultas, cuando se les da espacio para que hablen en forma diferenciada de los padres, surgen dudas que ni ellos mismos sabían que las tenían�.
En cuanto a los papás, el doctor Juan Heinrich, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, destacó que �muchas madres se asustan cuando una nena que está por llegar a los ocho años ya empieza su desarrollo, y aun muchos médicos creen necesario iniciar tratamientos que son carísimos y realmente no tienen mucho sentido�. En cambio, sí se aconsejan �tratamientos para frenar el desarrollo cuando éste empezó muy temprano, a los seis o incluso antes: la medicación se justifica para que la nena no quede socialmente desubicada por un desarrollo tan prematuro y porque hay indicios de que la pubertad precoz lleva a que la persona quede con baja estatura, ya que los cartílagos de crecimiento se cierran prematuramente�, precisa Heinrich. En los varones, �es más probable que la pubertad prematura tenga orígenes orgánicos: lesiones del sistema nervioso activan antes de tiempo los mecanismos hormonales que desencadenan el desarrollo. En las nenas, en cambio, la mayoría de los casos de desarrollo precoz no conllevan lesiones, y nadie sabe a qué pueden deberse�, según el especialista, para quien �aunque se ha dicho que en los países tropicales la pubertad empezaría antes, no hay datos concluyentes que lo demuestren: el único factor demostrado en adelantamiento de la pubertad es la mejor nutrición. En los últimos cien años la pubertad se adelantó, en la medida en que mejoraron las condiciones nutricionales�.
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