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AL GANARLE A CENTRAL 2-1 SOBRE LA HORA
Vélez se compró dos Copas 

La victoria lo clasificó para jugar la Libertadores del año próximo y la Mercosur que arranca en agosto. Alegría en Liniers.

Claudio Husaín escapa a la marca de Hugo González.
En final vibrante, Vélez dio vuelta el partido.


t.gif (862 bytes) Con un golazo de Lucas Castromán a dos minutos del final, Vélez derrotó a Central por 2-1, en un partido muy sufrido, y se clasificó para las copas Libertadores 2001 y Mercosur 2000. En la temporada, que terminó ayer, los de Liniers consiguieron sumar 61 puntos (entre los torneos Apertura y Clausura) y desplazaron de la carrera por la última plaza de la Copa a Independiente, que si bien alcanzó la misma cifra, tuvo una menor diferencia de gol. La victoria le sirvió a Vélez para relegar a Talleres (57), que empató de local frente a Boca, de la Mercosur. 
Fueron las últimas cinco victorias consecutivas las que le permitieron al conjunto que dirige Julio Cesar Falcioni hacerse un lugar entre los clasificados de los dos torneos internacionales. 
Haciendo gala más de sus intenciones que de su fútbol, y con una dosis de suspenso inusitada, ya que por varios minutos los de Liniers quedaban fuera de ambas copas internacionales, Vélez cumplió más de los objetivos propuestos ya que hasta tres fechas antes del final estaba a cinco puntos de la clasificación a la Libertadores. El marcador lo abrieron los rosarinos �Germán Rivarola, de penal, en la primera etapa�, pero en la segunda mitad, con un Vélez mejor parado y más decidido a encarar el arco de Central, Sebastián Méndez consiguió el empate, que Castromán amplió casi sobre el final, con un tiro de media distancia que sorprendió al arquero Laureano Tombolini. 
Pese a dominar el partido, Vélez sufrió más de la cuenta para concretar sus llegadas al arco rival. En el primer tiempo, los de Liniers llegaron sólo en cuatro oportunidades con remates de media distancia de Patricio Camps, dos de los cuales contuvo Tombolini (los otros fueron desviados). En cambio, los rosarinos lograron capitalizar más eficazmente sus escasas oportunidades, ya que en su primera incursión ofensiva, Fernando Pierucci exigió a Maximiliano Pellegrino a cometerle un penal, que Rivarola, en su último partido antes de sumarse al Sporting de Gijón de España, concretó 
rematando a la izquierda de José Luis Chilavert.
En el complemento el panorama cambió cuando Vélez quedó con ventaja numérica por la expulsión de Mariano González. De allí en más el local marcó los ritmos del partido e insistió constantemente sobre el área de los rosarinos, repitiendo la fórmula de los tiros libres de Chilavert y del buen trabajo en el mediocampo de Darío Husaín, que permitieron generar al menos ocho llegadas bien claras ante Tombolini. A los 25 y a los 43 minutos llegaron los goles de la hazaña: en el primero, Camps le ganó la espalda a Pérez y tocó la pelota al medio ante la salida de Tombolini para que Méndez la empuje al empate. La explosión llegó sobre el final con un terrible zurdazo de Castromán desde 30 metros, quien anticipó en la salida a Rivarola, y clavó el disparo sobre el palo izquierdo de Tombolini.

 


 

RETUVO SUS CORONAS AL NOQUEAR A BOTHA
Lewis sigue siendo muy pesado

Por Daniel Guiñazú

Cinco minutos y treinta nueve segundos le bastaron a Lennox Lewis (113,39 kilos) para terminar con la oposición del sudafricano Francois Botha (107,040) y para ratificar su dominio casi absoluto entre los pesados. Lewis derrotó a Botha por nocaut técnico en el segundo round, retuvo sus coronas del Consejo, la Federación y la Organización Internacional y con su victoria ante 10.000 espectadores en la Arena, Londres dio un nuevo paso adelante rumbo a la pelea que todo el mundo espera ver: su encuentro con Mike Tyson, el único que hoy por hoy parece habilitado a detener el inmenso poder del británico dentro de la máxima categoría del boxeo.
Lewis hizo valer desde la primera campanada los más de 6 kilos de ventaja que le llevaba a Botha en el peso, su mayor alcance de brazos y su superior envergadura física. Era demasiado grande para el sudafricano. Y el trámite breve del combate jamás desmintió esa impresión. Botha nunca halló la medida para inquietarlo a Lewis como sí lo había podido hacer con Tyson y apenas si pudo alterar con alguno que otro golpe, el gesto indiferente y escasamente emotivo con que Lewis encara sus peleas.
Ya en el round inicial, Lewis (que hacía seis años que no combatía en su país) había mantenido a raya a Botha con su izquierda en punta y su derecha en directo detrás. Uno de estos directos le aflojó las rodillas a Botha y puso en claro que el trámite no duraría demasiado. Y efectivamente fue así. En el segundo asalto, Lewis midió a Botha con una zurda profunda, lo desacomodó con una derecha poderosa que resbaló por encima del hombro izquierdo de Botha y le pegó en la sien, volvió a colocar la izquierda en punta y definió todo con una derecha imponente que lo levantó a Botha del suelo como si fuese un muñeco y lo dejó colgado de la segunda cuerda, con más de medio cuerpo fuera del ring. 
El sudafricano se levantó conmovido y no mostró convicción cuando le dieron el pase para volver a pelear. Ante ese panorama, el árbitro Larry O� Connell hizo lo correcto: detuvo las acciones y consagró ganador a Lewis, cuyo record ahora alcanza a 37 victorias (29 por fuera de combate), 1 empate y 1 derrota. Botha sufrió ayer su tercer traspié en 45 salidas profesionales.
Mientras aguarda que llegue el difícil acuerdo económico para enfrentar a Tyson en el primer trimestre del 2001, Lewis debería medir antes de fin de año al riesgoso samoano David Túa en defensa de la porción FIB de su corona mundial. Pero no está muy convencido de hacer esa pelea. Y hasta podría renunciar a esa versión con tal de evitarla. Es lógico que Lewis no quiera correr peligros: hay 100 millones de dólares de bolsa dando vuelta en torno de ese hipotético choque con Tyson. Y a él, como campeón, habrá de corresponderle más de la mitad de esa suma. Una razón más que suficiente como para poner su carrera entre paréntesis por seis o más meses, hasta que llegue el momento de enfrentar a Tyson por algo más que el campeonato del mundo de todos los pesos: si esa pelea alguna vez se hace, estará en juego un lugar en la historia grande, al lado de Dempsey, Louis, Marciano y Alí. Casi nada.

 

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