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Un trabajo reveló que 1,5 millón de menores de 15 años y mayores de 60 son indigentes. La desocupación
y la desequilibrada distribución del ingreso aparecen como responsables de un fenómeno que va en crecimiento.
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Indefensión. Los indigentes son los más pobres entre los pobres. En la Argentina hay 3,1 millones de personas en esa condición. Del total, exactamente 1.498.270 son niños y ancianos. Por su indefensión, conforman un segmento de extrema vulnerabilidad.
Supervivencia. La línea de indigencia marca el ingreso para la sobrevida calórica. No incluye otros elementos de la canasta familiar, como por ejemplo el transporte, la vestimenta o los gastos en salud. Sólo el dinero necesario para la supervivencia.
Pilares. Al fenómeno de la indigencia no son ajenos el desempleo y los cambios de las condiciones laborales. De hecho, hoy el 37 por ciento del total de los mayores de 60 años no percibe pensión ni cobertura médica, ya que su vida laboral transcurrió entre la falta de empleo, el trabajo informal (no realizó aportes) y el formal.
Tendencia. Si la tendencia se mantiene, se estima que para el 2010 la mitad de las personas en edad de jubilarse �65 años para los hombres, 63 para las mujeres� va a carecer de todo tipo de cobertura o ingreso. Es decir: engrosará las cifras de indigencia.
Hijos. Los casi 16 puntos de desocupación que se anunciarán esta semana también han incidido en el estado de indigencia de los menores de 15 años. Son, al fin, hijos de trabajadores con empleos transitorios o aun estables, pero con sueldos paupérrimos que no cubren las necesidades básicas.
Padres. El 51 por ciento de los 8,9 millones de trabajadores bajo relación de dependencia gana menos de 400 pesos. De ese 51 por ciento, 550 mil trabajadores ganan menos de 100 pesos por mes. En este caso, de ser jefes de familia, se estaría hablando de personas que, aun empleadas, figuran por debajo de la línea de indigencia.
Precarios. �En los últimos años se produjo un enorme crecimiento del desempleo y un deterioro de las condiciones de trabajo: se forzó así a una baja de los salarios nominales para salir de la recesión, lo que se tradujo en un empeoramiento en la distribución del ingreso�, dijo a Página/12 el titular de Equis, el sociólogo Artemio López.
Brecha. La magnitud del desequilibrio en la distribución de ingresos, efectivamente, profundizó la indigencia. En 1976, los ricos ganaban 8 veces más que los pobres. En 1991, 15 veces más. En la actualidad se afirmó la tendencia y ganan 25 veces más.
Canasta. La torta está concentrada cada vez en menos manos y los pobres ven prácticamente como un milagro acceder a una canasta familiar. En la Argentina, ésta varía de acuerdo a la región. Muchos la calculan en mil pesos. La FIDE la considera en 1035.
Subsidios. El presidente Fernando de la Rúa anunciará formalmente esta semana el �Plan Integral de Lucha contra la Exclusión�. Se basa en la transferencia de recursos �entrega de subsidios que variarán de acuerdo a la región� a 744 mil familias indigentes.
Promesa. Habrá que ver si el anuncio se hará simplemente para morigerar el impacto de los nuevos índices de desocupación, que se conocerán el viernes, o si la iniciativa se pondrá en marcha de una buena vez, ya que se la viene promocionando desde fin del año pasado.
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Casi 1,5 millón de menores de 15 años y mayores de 60 son indigentes. En otras palabras, no tienen posibilidad de acceder a una dieta básica de alimentos que garantice su supervivencia, a no ser que obtengan un soporte alimentario o de ingresos externo. Los datos surgen de un trabajo de la consultora Equis (Equipos de Investigación Social) en base a los últimos relevamientos de pobreza del Indec y del Banco Mundial.