Por Maximiliano Montenegro
Después de una semana en la que José Luis Machinea celebró la difusión de una andanada de indicadores �positivos�, como el superávit fiscal alcanzado en junio, ayer apareció una luz amarilla en el tablero del Ministerio de Economía. Y si bien es menor comparada al impacto político que tendrá el jueves la publicación de una tasa de desocupación superior al 15 por ciento, en privado inquietó a más de un funcionario del equipo económico. Por tercer mes consecutivo, el Estimador Mensual Industrial (EMI) oficial de junio fue negativo, comparado con el mes anterior y �limpiando� a las estadísticas de los factores estacionales que suelen distorsionar este tipo de comparaciones. En junio, el EMI cayó 1,1 por ciento en relación a mayo, a un ritmo mayor que las bajas que había experimentado en mayo y abril. El dato puede ser una probable señal de que la tan esperada recuperación económica se habría transformado en estancamiento y que una nueva recesión puede acechar a la vuelta de la esquina.
Juan Mario Jorrat, profesor de la Universidad de Tucumán, es tal vez el máximo experto argentino en el estudio de los llamados �ciclos económicos�: es decir, de los períodos de expansión y recesión del nivel de actividad. En base a la metodología más moderna sobre el tema desarrollada en Estados Unidos, Jorrat armó hace unos años un índice basados en un conjunto de variables (desde producción industrial hasta número de quiebras y marcha de la recaudación del IVA) para monitorear la actividad económica local y predecir futuras recesiones o recuperaciones, según sea el caso. Hacia fines del �94, este economista tucumano predijo con exactitud la profundidad de la recesión del tequila y, desde entonces, fue anticipándose a cada uno de los cambios y vaivenes de la economía argentina.
En este reportaje con Página/12, analiza los últimos datos de producción industrial, difundidos por el INdEC. En tanto, pronostica para este año un crecimiento del PBI que es la mitad del esperado por Machinea. Y que, de cumplirse, dado que la recaudación es muy dependiente del nivel de actividad, dejaría al Gobierno ante la disyuntiva de una nuevo ajuste, si la intensión es cumplir con la meta de déficit fiscal acordada con el FMI. �La nueva caída de la producción industrial, por tercer mes consecutivo, en junio, en relación a mayo en términos desestacionalizados, ¿qué significa?
�En principio, siguiendo la tradición del National Bureau of Economic Research, para definir una recesión hay que tener seis meses consecutivos de caída en el índice ajustado por factores estacionales.
�El indicador mensual industrial ya cayó tres meses consecutivos, ¿tendría que bajar otros tres para decir que volvimos a caer en recesión?
�Exactamente. Todavía es muy pronto para decirlo. En junio ha habido indicadores positivos del nivel de actividad como ser el aumento en la recaudación del IVA bruto (antes del pago de reintegros a las exportaciones) o el incremento de las exportaciones. Esto del EMI no es para quedarse tranquilo, obviamente.
�¿Por qué los indicadores revelan un estancamiento de la recuperación económica?
�Entre julio y diciembre del año pasado se había insinuado una expansión razonable, que desde enero empezó a frenarse. Actualmente, esta expansión es una de las más tacañas que hemos vivido en la historia. Pero todavía no podemos hablar de una recaída en recesión. La expansión está titubeante, pero todavía no hay evidencias claras de que estemos en una nueva recesión.
�¿Viéndolo al revés: hay elementos para decir que la recuperación está consolidada?
�No, tampoco. En el estudio de los ciclos económicos se suele distinguir nada más que dos estados: expansión o recesión. Y se definen,con un conjunto de indicadores, ciertas características para uno y otro proceso. Actualmente estamos en una meseta. La meseta no da datos adicionales, pero el último dato que teníamos antes de la meseta era de expansión. Por lo tanto, todavía no sabemos, ni podemos concluir cómo sigue la historia. Para estar seguro de que vamos a volver a caer en recesión tiene que haber un conjunto de señales del nivel de actividad amarillas y rojas.
�¿Y hoy de qué color están las señales?
�Está claro que no son verdes.
�¿Con estos datos ya se puede saber cuánto se va a �crecer� en el año?
�Ya he revisado la estimación de crecimiento hacia abajo, con lo cual el crecimiento del PBI de este año estaría entre 1,5 y 1,8 por ciento.
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