Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


El Gobierno acelera su plan para
responder al índice acusador

Flamarique corre contra reloj. El índice de desempleo se conocerá mañana. El ministro redondea su Plan de Empleo para, previa aprobación presidencial, anunciarlo en los próximos días.

El Presidente junto a los ministros de Infraestructura, Nicolás Gallo, y de Trabajo, Flamarique.


t.gif (862 bytes) Los técnicos del Ministerio de Trabajo finalmente terminarían hoy de cerrar los detalles del Plan Nacional de Empleo. El ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, quiere elevar la versión definitiva a Fernando de la Rúa antes de mañana, cuando se anuncie que el desempleo trepó al 15,5 por ciento. Por eso, si todo sale como está planeado, el proyecto sería anunciado formalmente a fines de esta semana o, a más tardar, a principios de la próxima. 
El lunes pasado, Flamarique se trasladó de improviso y en el helicóptero presidencial a la quinta de Olivos, en donde conversó del plan con De la Rúa y el titular de Economía, José Luis Machinea. En la reunión terminaron de cerrar los lineamientos generales de la iniciativa, pero aún resta resolver algunas cuestiones.
La primera es la cantidad de recursos exactos que demandará. Aunque la idea original era volcar unos 90 millones de pesos para atender a 200 mil familias, la cifra podría modificarse de acuerdo con la reasignación de partidas. 
Es que parte del financiamiento surgirá de la modificación de las asignaciones, ya que algunas partidas, como las que corresponden al Plan Social Agropecuario (dependiente de la Secretaría de Agricultura), serán reasignadas al Plan de Empleo. La cuestión es delicada, porque en la Rosada quieren que la reorganización se realice sin ruidos ni protestas.
Además, también falta resolver algunos detalles técnicos vinculados a la estructura de gestión del plan, que dependerá del Ministerio de Trabajo pero que se articulará con las gobernaciones y los municipios. 
A pesar de estos temas, en los que ayer se trabajaba contra reloj, el Gobierno confía en cerrar hoy los últimos detalles. Una vez que esté todo listo, Flamarique elevará el proyecto definitivo a De la Rúa, que pidió estudiarlo personalmente antes de su lanzamiento.
Por eso, en el Ministerio de Trabajo confían en que la presentación se realice entre el jueves y el viernes, o como mucho a principios de la semana próxima, en una ceremonia que seguramente contará con la presencia de De la Rúa y Carlos �Chacho� Alvarez, uno de los principales impulsores del plan dentro del Gabinete. 
La iniciativa de Flamarique combina subsidios a las pymes para que contraten mano de obra desocupada, la financiación de microemprendimientos y la reformulación de los planes Trabajar. Incluye un programa de capacitación y uno de becas que se lanzarán en forma paralela, y en el Gobierno aspiran a que se convierta en el eje de la política social. 
Aunque se viene trabajando desde hace dos meses, el proyecto forma parte del paquete de planes con el que el Gobierno aspira a morigerar el impacto social del índice de desempleo, que también incluye el Plan de Infraestructura de Nicolás Gallo y el Solidaridad que ayer lanzó Graciela Fernández Meijide (ver aparte). 

 


 

GRACIELA LANZO SU PLAN CONTRA LA INDIGENCIA
Con el apoyo de los intendentes

Horas después de que el gobierno nacional presentó el plan �Solidaridad� de asistencia social, el vicegobernador jujeño, Rubén Daza y los intendentes de Cutral-Có y Bariloche, dos de las localidades beneficiadas con la ayuda oficial, destacaron la importancia que el programa impulsado por el gobierno aliancista tendrá para combatir las graves condiciones socioeconómicas que produjo el proceso de privatizaciones en esas poblaciones. 
El presidente Fernando de la Rúa, acompañado del vicepresidente, Carlos �Chacho� Alvarez y de los ministros de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, de Educación, Juan José Llach, y de Salud, Héctor Lombardo, anunciaron en la Casa Rosada, la puesta en marcha del plan piloto denominado Solidaridad.
Plan al que durante este año, el Ministerio de Desarrollo Social, aportará 10 millones de su presupuesto, mientras que para el siguiente piensa destinarle unos 200 millones de pesos. En su etapa experimental, el programa contempla dar asistencia social a aproximadamente 20 mil familias, para llegar a las 200 mil en el año que viene.
�La solidaridad es un compromiso de todo el gobierno�, dijo De la Rúa, durante la presentación del programa social. El Presidente destacó que más allá del asistencialismo, los programas benéficos buscan lograr �la integración social a partir de la creación de empleo. Pero éste requiere el saneamiento de la economía�.
�Tenemos que hacer sociedades entre los gobiernos nacionales y los provinciales, para luchar contra la pobreza�, dijo Daza al destacar la ayuda que recibirá la localidad jujeña de Palpalá, en la que luego de la privatización de la Altos Hornos Zapla por entonces dependiente del Ministerio de Defensa, el personal se redujo de los seis mil operarios a tan sólo mil. 
En Cutral-Có, Neuquén, �la desocupación afecta a más de seis mil personas, lo que representa un cincuenta por ciento de la población�, dijo, Eduardo Benítez, intendente aliancista de la ciudad neuquina, para quien los planes del gobierno nacional �le permitirán atender realidades que actualmente no puede resolver�. 

 

 

opinion
Por Eduardo Aliverti

Los otros números

La llamada �clase dirigente� muestra gesto adusto al corroborarse que el índice de desempleo está por encima del 15 por ciento (las cifras extraoficiales hablan en realidad de un porcentaje cercano o superior al 20). Punto más o menos, demasiados argentinos sin trabajo y con problemas laborales. No es sensato esperar a que los números lo ratifiquen: se parece a enojarse con el cartero y no con la (más que previsible) noticia. Pero es menos sensato aún que la preocupación empiece y termine con la fría cifra global, en vez de diseccionarla para tomar nota no del presente obvio sino del horizonte conceptual.
Las cantidades no suelen decir nada en sí mismas. Y hasta pueden ser usadas, sobre todo en política, para sugerir o demostrar el anverso de lo que expresan a primera vista. En este caso, por ejemplo, un marciano o un economista �especies que suelen asimilarse� podrían decir que después de todo no estamos tan mal, siendo que hace cinco años la desocupación llegó a casi 20 puntos. O que no se está bien, pero se va mejor.
Este tipo de artilugio se desmorona, indefectiblemente, cuando los números son rodeados por sus propias cualidades. Con una repercusión mucho menor �hasta inexistente, casi�, horas antes de trascender el índice de mayo se difundieron cifras sobre ingreso y calidad de empleo. Se observa en ellas el derrumbe del mito según el cual una mejor instrucción educativa permite una mayor inserción laboral. En Argentina es al revés. Crece el número de desocupados entre quienes completaron estudios secundarios, terciarios y universitarios.
Una primera y rápida conclusión �oficial� �entendido el término como abarcativo del pensamiento del establishment en su conjunto� fue la obviedad de que los ingresantes al mercado laboral son más que los puestos de trabajo creados por la economía. Poco o nada dicen, en cambio, acerca de cuáles son esos empleos: servicio doméstico, agencias de seguridad, servicios en general y mano de obra de baja calificación. Una economía de cuarta, progresivamente vacía de producción con valor agregado y sin tendencia de reversión. De paso, ¿será con estos datos que pretenden bajar el �riesgo país�? ¿Por qué aspirar a que se le preste más barato a semejante vago?
La (penosa) calidad de estos datos quedará sepultada, como de hecho ya lo está, bajo el fárrago de declaraciones preocupadas por el índice seco de la desocupación. Pero dice mucho más que éste, porque no habla solamente de la falta de trabajo sino de las perspectivas que el trabajo ofrece. De la ausencia de un �vamos para allá� que estimule abrigar esperanzas.
Lo mismo que el drama global del gobierno aliancista, después de todo.

 

PRINCIPAL