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Un gigantesco derrame de petróleo en el sur del Brasil amenaza con llegar hasta las Cataratas del Iguazú. �Si no se lo contiene en cuatro o cinco días�, contaminaría al río Iguazú, en Misiones, advirtió ayer el secretario nacional de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental, Oscar Massei, preocupado por el avance del crudo, ubicado a unos 700 kilómetros al norte de la provincia argentina. Mientras tanto, Petrobrás, la empresa estatal brasileña responsable del desastre, quiso llevar tranquilidad y anunció, por la tarde, que había logrado contener el desplazamiento de la mancha negra, considerado el mayor derrame del último cuarto de siglo en el país vecino. Para controlarlo, se están utilizando varias barreras flotantes y extractores a tierra. Además, unos 400 brigadistas construían canales y se preveía el uso de mil camiones para transportar el hidrocarburo. El derrame, de cuatro millones de litros de crudo, se produjo el domingo en las afueras de la ciudad de Curitiba, estado de Paraná, sobre aguas del río Barigüí, un afluente del Iguazú. La llegada de la mancha a ese río y el riesgo latente de que desemboque en las Cataratas generó inmediatas comunicaciones entre el gobierno argentino y el brasileño. Massei siguió la tragedia ecológica a través del embajador argentino Juan José Uranga y de su par de Brasil, José Sarney, con quien se comunicó telefónicamente. �Ellos son optimistas, en cuanto a que hay un 95 a un 99 por ciento de probabilidades� de que la mancha �no llegue a aguas argentinas�, declaró anoche el secretario de Medio Ambiente. Massei señaló, además, que las autoridades del país vecino confían en controlar el derrame �en las próximas 48 horas�, pero �advirtió� �si no lo contienen en cuatro o cinco días� llegaría el río Iguazú, en Misiones. El funcionario, por otra parte, dijo que la Argentina no contaría con equipos adecuados para enfrentar el derrame en un río. No obstante, precisó que Prefectura Naval envió dos técnicos a la zona de frontera en Misiones �para evaluar el tema, adoptar medidas de prevención y ver cómo actuar, en caso de que sea necesario�. El prefecto principal Rubén Di Meglio, jefe de la Prefectura de Zona Alto Paraná, informó que la mancha, de unos 25 kilómetros cuadrados, avanzaba a unos 800 metros por hora hacia el territorio argentino. Di Meglio coincidió que en cuatro o cinco días podría estar en Misiones. Sin embargo, aclaró que para llegar �debe sobrepasar varias represas brasileñas que se encuentran aguas abajo, las que podrían actuar como contención�. Para el secretario ejecutivo de Parques Nacionales, Marcelo López Alfonsín, �la velocidad� con la que avanzaba el crudo era �preocupante�, por lo que había que tomar �medidas inmediatas�. Según voceros de la Secretaría de Medio Ambiente, el derrame tenía un espesor de cinco centímetros y de los cuatro millones caídos ya se habrían extraídos 650.000. Por la tarde, Petrobrás aseguró que había frenado el avance y desviado el petróleo por varios canales que fueron abiertos con excavadoras. En un comunicado de prensa, Petrobrás calculó que tardará unos diez días en limpiar todo el crudo vertido en esta tragedia ambiental, la mayor de los últimos 25 años en ese país. La superficie de la mancha es tres veces superior a la que la misma compañía provocó en enero último en la Bahía de Guanabara, estado de Río de Janeiro (ver aparte). Por el daño ecológico, el gobierno estatal le aplicó una multa de 28 millones, el máximo autorizado por la ley de delitos ambientales.
UNA MUESTRA DE LOS TALLERES DE CHICOS DE LA CALLE Por Horacio Cecchi �Grillo� sigue el ritmo y se mueve como si fuera una marioneta de goma. Lo hace tan bien que casi no se notan los dos zancos sobre los que baila. Detrás suyo, �Enano� hace malabares con tres clavas. Lo mejor es cuando se le traban los dedos y se le cae una, porque en lugar de pasar un papelón la levanta con el pie como si fuera Maradona. A dos pasos está �Diego�. Tiene un pañuelito en la mano, lo muestra, lo esconde en el puño y cuando abre la mano, el pañuelo se esfumó. Dos segundos después, reaparece de dentro de su boca. Forman parte de la muestra �Ojos que ven�, abierta en el Centro Cultural Recoleta, donde se exponen talleres de chicos de la calle que concurren al Centro de Asistencia Integral a la Niñez y la Adolescencia. �Diego�, �Enano� y �Grillo� se mueven al ritmo de una murga formada por unos diez chicos, compañeros suyos, instalados en el centro de las miradas fascinadas de señoras gordas y niños bien, a escasos metros de La Biela y sobre la vereda donde volverán después de finalizado el acto.
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