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 Un preso confesó ayer ante el juez Alberto Baños que asesinó a un interno en la cárcel de Caseros por encargo de �personas con autoridad del Servicio Penitenciario Federal�. El detenido Carlos Sandez Tejada explicó además que la orden la recibió porque la víctima, Maximiliano Noguera, estaba a punto de denunciar a una mafia que dejaba salir del penal a presos para robar. Noguera era uno de los ladrones que asaltaron el restaurante Dolli mientras estaba tras las rejas y luego murió ahorcado con una soga en una celda de Caseros, cuando estaba a punto de declarar contra altos oficiales del SPF. �Yo eliminé a Noguera porque me lo propusieron personas con mucha autoridad del Servicio Penitenciario Federal. El se había vuelto muy peligroso para ellos, los iba a delatar�, aseguró el preso arrepentido en declaraciones telefónicas a la agencia Télam. El preso, de 28 años, encarcelado por robo, pero cumpliendo cadena perpetua por crímenes cometidos durante su detención, está alojado en el Centro de Detención 1 de Ezeiza, en una celda de máxima seguridad. �Si un preso habla así es porque cree que hay posibilidades de hablar o cree que es su manera de protegerse porque las cosas han cambiado en las cárceles�, dijo a Página/12 la secretaria de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, Patricia Bullrich. �En las cárceles se produjo un vuelco que permitió que estos crímenes no queden impunes�, agregó la funcionaria, en alusión a las sucesivas purgas que su área realizó en el Servicio Penitenciario. �Queremos que se investigue hasta llegar al hueso de la verdad�, opinó. Noguera fue uno de los hombres que la cámara de seguridad de un lavadero automático filmó la misma noche en que fue asaltado el restaurante. En ese episodio, ocurrido en la madrugada del 18 de julio del �98, fue asesinado el policía Rubén Juárez. El 4 de enero de este año, cuando todo indicaba que Noguera estaba decidido a declarar ante el juez Alberto Baños en la causa donde se investigan las salidas ilegales del penal, apareció ahorcado en su celda. Tiempo después, comenzó una serie de amenazas de muerte al juez Baños por su investigación sobre la mafia carcelaria. La historia que ayer Sandez Tejada le contó a Baños comienza a mediados de 1998, cuando un alto mando del Servicio, de apellido Romero, le ofreció salir de la cárcel para robar. A esa propuesta, según dijo, se negó porque a cambio debía delatar a algunos de sus compañeros de banda. La idea de matar a Noguera se la bajaron un tiempo después, en diciembre, y se concretó el 4 de enero en uno de los calabozos del pabellón 17 �B� de Caseros. Sandez Tejada está procesado junto a otro detenido de apellido González en la causa por el asesinato de Noguera, que investiga la jueza María Angélica Crotto. En esa causa existen testimonios que los incriminan, entre ellos, el del cuñado de Noguera, de apellido Imaz, quien además era su compañero de celda. Hasta ayer la hipótesis más fuerte de la jueza Crotto era que Noguera había sido asesinado por un ajuste de cuentas entre presos y no por la mafia del Servicio Penitenciario. �En principio, lo que dice Sandez Tejada tiene relación con una hipótesis que se venía trabajando: las mafias dentro del Servicio Penitenciario. Incluso, cita a Romero, un oficial del Servicio Penitenciario al que ya se sospechaba como jefe de la banda dentro de Caseros en el caso del desarmadero� que funcionaba en esa unidad, dijo Bullrich. El mentado Romero fue hasta mayo de 1999 alcaide mayor y jefe de Seguridad Interna de la cárcel de Caseros. Ese mes dejó de trabajar junto a un nutrido grupo de oficiales que pasó a disponibilidad en un silencioso movimiento de fichas del SPF. La cúpula penitenciaria apartó de la fuerza a una larga lista de agentes con manchas en sus currículum, pero no investigó qué tipo de irregularidades habían cometido. Sandez Tejada entró en la cárcel por robo pero dentro de los penales por los que pasó protagonizó episodios de violencia que incluyen más de un crimen. A las dudas sobre su declaración, contestó el propio arrepentido en su diálogo con Télam: �Ellos (los funcionarios penitenciarios a los que acusa) tienen ahora que darle fuerza al hecho de que yo maté a Noguera por un problema entre internos. Pero si alguien lo piensa bien, ¿qué ajuste puedo tener yo justo con un preso que quiere perjudicar al servicio?�. El preso no se privó ante la agencia de contar los detalles del crimen que él mismo cometió. La noche del 4 de enero Noguera se había acostado con una fuerte dosis de pastillas en el cuerpo. �Cuando se durmió me subí sobre su cama y me lo asfixié con un cordón en el cuello, como si fuera colgado, pero acostado�, precisó. �Yo hice mi parte �aseguró�. Lo vi desvanecido, con los labios amoratados�. Sandez Tejada denunció además que �varias veces� declaró a favor del SPF en causas judiciales para conseguir a cambio mejoras en sus condiciones de detención.
ASALTO AL BANCO FRANCES DE RECOLETA
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