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Hoy el presidente norteamericano Bill Clinton tiene planeado viajar a Okinawa para participar de la cumbre anual del G-8, los siete países más industrializados y Rusia. Clinton abandonará una difícil negociación en Camp David, pero lo que le espera en Okinawa podría ser aún peor. Es que allí el presidente deberá enfrentarse por primera vez a una oposición conjunta y unísona contra su Proyecto Nacional de Defensa contra Misiles (NMD). La propuesta es una versión diluida del Star Wars de Ronald Reagan. Incluso los aliados europeos de Estados Unidos criticaron el plan. La respuesta desde las otras dos grandes potencias nucleares, China y Rusia, fue mucho más dura. Y, como parecía inevitable, ayer esos dos países juntaron fuerzas y formaron un frente común contra Washington. El presidente ruso Vladimir Putin y el chino Jiang Zemin emitieron una declaración conjunta de rechazo y condena al NMD clintoniano. Putin partió inmediatamente después hacia al país que constituye la principal excusa para el NMD norteamericano: el �Estado paria� de Corea del Norte. Todo indica que el nuevo ordenamiento internacional que se perfilaba ayer durará por bastante tiempo. En Estados Unidos, al menos, la corriente hacia el NMD parece ser irreversible. El proyecto originó súbito pánico en círculos de defensa y de la derecha norteamericanos ante la posibilidad de que �Estados paria� (tales como Corea del Norte o Irán) desarrollen misiles capaces de alcanzar territorio norteamericano. La solución era el NMD que desarrollaba el Pentágono. Clinton sigue apoyando al proyecto, no obstante el estrepitoso fracaso de la última prueba el 7 de julio. Y el candidato republicano y favorito para las elecciones presidenciales de noviembre, George W. Bush, propone una versión mucho más ambiciosa y habla sin rodeos de abandonar el �obsoleto� tratado ABM de 1972, que prohíbe el desarrollo de misiles antimisiles de largo alcance. En Europa, todas las variantes del plan son consideradas poco efectivas y desestabilizantes. Durante su gira europea que concluyó en Moscú, Clinton no cosechó más que críticas a su NMD. El presidente ruso Vladimir Putin propuso un plan propio antimisiles, que resultó inaceptable para Washington, dado que la mayoría de los misiles interceptores estarían situados en territorio ruso. Putin decidió entonces abandonar toda sofisticación técnica y utilizar las tácticas de la vieja diplomacia. No había dudas acerca de quién sería su nuevo socio estratégico: China. Ese país es quizás el que más aterrado está ante la propuesta del NMD. Su arsenal de misiles balísticos es mucho más limitado que el ruso, por lo que existe un peligro mucho mayor de que el NMD lo neutralice por completo. Además, Pekín teme que Estados Unidos instale un sistema antimisiles que cubra Taiwan (su �provincia rebelde�). Al llegar ayer a una visita de Estado a China, Putin se unió con su colega Jiang Zemin contra el enemigo común. Su comunicado conjunto atacó duramente al NMD. Ambos mandatarios manifestaron su �profunda preocupación� de que el proyecto norteamericano acabe con el tratado ABM, �la piedra angular de la estabilidad global y la seguridad internacional�. China y Rusia estiman que lo que Estados Unidos buscaba eran �ventajas militares y seguridad unilaterales�. No había dudas de que el NMD �activaría una nueva carrera armamentística� y Washington �deberá asumir la completa responsabilidad de que terminen los esfuerzos de desarme y no-proliferación nuclear�. Y, por si no quedaba claro, la declaración calificó de �inaceptable� cualquier intento de �incorporar a Taiwan a un sistema defensivo extranjero�. El documento concluía con la advertencia de que si Estados Unidos prosigue con el NMD, deberá esperar una �correspondiente reacción� por parte de China y Rusia. Putin y Zemin también firmaron acuerdos de colaboración económica y se espera que Moscú incremente sus ventas de armas a China. La jugada diplomática de Putin con China se verá complementada por lo que fuentes diplomáticas rusas califican de �un acuerdo de gran envergadura� con Corea del Norte. La visita que Putin realizará hoy a la capital norcoreana de Pyongyang buscará refutar la tesis norteamericana de que Corea del Norte es un �Estado paria�. Su movida es una ruptura respecto a la política de su predecesor Boris Yeltsin, quien priorizaba las buenas relaciones con Corea del Sur a expensas de los vínculos con su desprestigiado vecino del norte. Se cree que Putin ofrecerá garantías de protección rusa a cambio de que Corea del Norte abandone públicamente su programa de misiles balísticos. Si lo logra, gran parte de la justificación norteamericana para el NMD quedará eliminada y deberá enfrentarse a la oposición de prácticamente todos los países del G-8 en Okinawa. Sin mencionar que ahora China postergó sus diferencias con Rusia y se alió firmemente con ella en contra del plan norteamericano. Hoy Clinton podría desear que se hubiera quedado en Camp David.
LA CORTE SUPREMA DECIDE SI JUZGARAN A PINOCHET El País de Madrid El caso Augusto Pinochet llega hoy a la instancia decisiva con el inicio ante el plenario de la Corte Suprema de la audiencia del proceso para quitarle su inmunidad parlamentaria al ex dictador, una década después de que éste dejara la presidencia y cuando han transcurrido dos años desde que salió de la comandancia en jefe del Ejército para ser senador vitalicio.
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