Por Susana Viau
 �Yo soy, todo el mundo lo sabe, un católico practicante, ferviente, que trabaja mucho por la comunidad católica de este país y me he sentido muy discriminado. Ha habido ataques permanentes de gente que profesa otras religiones, como el señor Verbitsky, el señor Tenembaum o el señor Zlotogwiazda�. La afirmación impregnada de racismo fue el broche que puso Raúl Juan Pedro Moneta al espacio habilitado para su exclusivo lucimiento. Daniel Vila asistía encantado detrás de cámaras al remedo de programa periodístico que su medio, el Canal 7 de Mendoza, ponía al aire y configuraba un paso más en la ofensiva desatada por el ex banquero tras el inédito fallo de la Cámara Federal porteña que anula las actuaciones del juez Luis Leiva.
Nadie en el plató pidió explicaciones por el exabrupto. Moneta entonces, envalentonado, insistió: �Yo me he sentido agraviado, puede ser una coincidencia, pero gente que profesa otra religión ha atacado muy duramente todas estas cuestiones�. Pero la carga en profundidad de Moneta llevaba otra dirección. Aprovechó el escenario para denunciar que Leiva le había pedido 3 millones, como anticipo de una coima de diez por liberarlo de los cargos. Las pruebas de su acusación, dijo, no fueron aún presentadas �porque las estábamos redondeando�.
El día del amigo
El pronunciamiento de los camaristas Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani fue el tema de apertura elegido por el periodista Marcelo Longobardi, contratado especialmente para conducir el �Cara a Cara con Moneta�.
Antes de comenzar la ronda de preguntas, un documental de siete minutos pintó los años de ascenso fulgurante y caída del banquero. Con sutileza, el guión de Rolando Graña (periodista de Punto.doc) inclinó el relato hacia las aguas del invitado estrella.
La fusión de los bancos de Mendoza y de Previsión Social fue, en el texto de Graña, una �fusión para un banco moderno�. El delito de �subversión económica� bajo el que Leiva dictó el procesamiento, �una anacrónica figura penal de la dictadura militar�. El juez, para el documentalista, �desde un primer momento quiso llevar a Moneta a la cárcel. Era un golpe de efecto espectacular�. Moneta se convirtió en prófugo, adivinó Graña, porque �prefirió ocultarse y no darle a Leiva el gusto de verlo preso�.
Más allá del apresuramiento de adjudicarle a la Corte Suprema lo que todavía no es más que una resolución de la Cámara, Graña cerró con un broche elocuente la epopeya del banquero: �Sobre Leiva se proyecta la sombra de Hernán Bernasconi�, un hombre que, mire uno por dónde, �quiso encarcelar sin causa a ricos y famosos�.
Moneta, a sus anchas, como en casa, vestido de azul con corbata de exagerados lunares blancos, celebró con uno de los periodistas el día del amigo, que ya a esa hora había comenzado, y explicó a Longobardi que el derrumbe de sus bancos obedeció a una serie de factores, �que tienen que ver con lo bancario, lo político, lo ideológico, lo religioso y lo corporativo�. Según se vio después, no hacía más que anticipar los títulos del espectáculo que comenzaría a desarrollarse a lo largo de dos horas. El error, enfatizó, fue jugar ciego, haber recibido los bancos �en sistema de data-room�, es decir con información sólo suministrada a quien comprara los pliegos. Al tomar posesión, sostuvo, se abrió �esa caja de Pandora que fue el Mendoza�. Moneta olvidó �y nadie tampoco se esforzó en recordarle- que los pliegos y la auditoría de los dos bancos mendocinos había sido realizada por Merryll Lynch, la consultora en la que él mismo había trabajado como asesor, que Merryll Lynch era agente financiero del Banco República (de su propiedad), del CEI (del que era socio mayoritario y de Telefónica (su socia). Por si fuera poco, en ella se encontraba trabajando su hijo al momento de la privatización. Cada tanto, al pie de la imagen podían leerse los resultados de la encuesta telefónica que se realizaba en simultáneo e instaba a los espectadores a votar si estaban de acuerdo en reabrir el Banco Mendoza. El sí siempre llevó la delantera. Claro que quien confeccionó la pregunta había tenido la habilidad de omitir si en ese retorno estaba o no incluido el regreso de Moneta, tal como percibió al vuelo el redactor del semanario �El Sol�, autoinvitado
al panel.
Qué dirá el Santo Padre
Longobardi no podía dejar pasar, aunque fuera como fue, por fórmula, un asunto que disgusta al ex banquero y todavía pica la curiosidad de la opinión pública: �¿Por qué no se presentó?�. Contestó Moneta: �Porque yo fui un perseguido por Leiva. Leiva estaba de vacaciones en Francia, en una maratón (...) Nadie sabe cómo se quedó con la causa�. A continuación, con tono grave, habló del allanamiento a su domicilio y refirió que a partir de allí �decidí preservarme, hacer uso de mi derecho de defensa�.
Su voz se hizo sentir más dolida, si cabe, cuando decidió revelar, a un año visto y después de seis meses de penurias en el exterior, en un hermoso piso de avenida del Libertador y en una finca en Chacras de Coria (esto último, de acuerdo a su propia confesión) el secreto que mantuvo celosamente guardado �por razones estratégicas de mi defensa�: �Debo decir que el doctor Leiva me extorsionó para obligarnos a dar el dinero mientras nos tenía en su poder�. Agregó que la coima supuestamente solicitada por Leiva consistía en una primera cuota de tres millones y un total de diez. Entre bromas (�juéguese y pida aumento�, le contestó a uno de los panelistas que dijo pertenecer a un medio que habían vinculado con él), términos camperos (�es un maula, como decimos aquí�, expresó en relación al diputado liberal Gustavo Gutiérrez) y admisiones de la mala imagen que proyecta en la provincia, Moneta comenzó a definir a quiénes considera responsables de su crash: en lo ideológico (�un periodismo de prensa amarilla o de izquierda� en el que incluyó a este diario) y en lo religioso.
En la peligrosa cosmovisión del ex banquero, él es �un católico practicante, ferviente, que trabaja mucho con la comunidad católica de este país y me he sentido discriminado, ha habido ataques permanentes de gente que profesa otras religiones: el señor Verbitsky, el señor Tenembaum y el señor Zlotogwiazda. En los últimos tiempos hemos asistido a cosas espantosas de comentarios referidos al Santo Padre. También hemos visto cosas terribles respecto a la colectividad judía y cuando esto sucede ustedes ven la reacción de defensa que hay por esas posiciones religiosas. Yo me he sentido agraviado, puede ser una coincidencia, por esta gente que profesa otra religión y ha atacado duramente estas cuestiones�.
Poco después, en declaraciones a la agencia de noticias DyN, Moneta delineó todavía con mayor claridad su pensamiento: �Toda la gente que me ha atacado a mí casualmente son señores que no son de la religión católica, como lo soy yo�. Para el ex banquero se trata de una simple constatación que no implica ningún sentimiento de hostilidad hacia los judíos. Y llevado por su verborragia, en un auténtico fluir de conciencia acabó pronunciando la frase impronunciable: �Yo tengo muchos amigos judíos�.
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Una estrategia de defensa puesta al descubierto |
Rogelio Cichowolsky.
(Presidente de la DAIA)
�Más allá de los problemas de orden financiero que pudieron determinar la caída del Banco de Mendoza, las manifestaciones del señor Moneta son producto de un prejuicio claramente antisemita que se revela por su contenido. La DAIA va a pedir una copia del programa y yo me voy a comunicar con los periodistas agraviados. La DAIA se pone a disposición para ver qué acciones jurídicas y políticas se deben emprender. Este es claramente un ataque antisemita.�
Fortunato Mallimaci.
(Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA)
�Si ese señor tiene causas penales no es por su religión, y si esos excelentes periodistas lo critican tampoco lo hacen desde su condición religiosa sino a partir de sus investigaciones y su trabajo. Hay gente que trata de utilizar lo religioso para su propio provecho cuando ocurre que está acusada de haber cometido delitos económicos. Ciertas personas utilizan estos recursos para desviar la atención con otro tipo de argumentación. Y otros dicen que los discriminan por su filiación política, pero acá lo importante es que la justicia haga su trabajo.�
Daniel Goldman.
(Rabino de Bet-El)
�A esta altura de las cosas, todo el mundo conoce la trayectoria de Raúl Moneta y ese conocimiento no es sólo patrimonio de Verbitsky, Zlotogwiazda o Tenembaum. Este estilo de corporativizar la prensa en manos judías es el típico argumento antisemita y evidentemente demuestra el antisemitismo del banquero. Escudarse detrás de este juego, argumentando que a él lo atacan porque es ferviente católico y lo atacan los judíos por ser judíos, resume una bajeza mayúscula.�
Rubén Dri.
(Teólogo)
�Decir que ahora los judíos están persiguiendo a los católicos es de ciencia ficción, una barbaridad, un absurdo. El acusado es él (Moneta) y tiene que defenderse sin meter el tema religioso de por medio. Conozco a esos periodistas que menciona, los leo y creo que son serios. Se pueden equivocar pero en general hacen análisis serios, y cuando señalan alguna culpabilidad lo hacen con fundamento. No puedo dudar de la declaración de católico de Moneta, pero tratándose de un banquero con ese poder tengo que dudar de la calidad de su catolicismo. Está sólidamente sospechado, ha tenido un pedido de captura, queremos saber qué ha pasado y en parte lo sabemos por el trabajo de estos periodistas. Que a Moneta lo persigan por ser católico es un absurdo impensable. Creo que es una estrategia que tiende a movilizar determinada opinión del catolicismo que tiene poder.�
Sergio Widder.
(Centro Simón Wiesenthal)
�No vamos a entrar a juzgar la causa en la que aparece involucrado Moneta, pero sus declaraciones son inaceptables. Estos mismos periodistas trabajaron sobre casos de bancos judíos y vamos a analizar sus dichos con nuestros abogados.� |
| La bandera del Vaticano
�Es natural que yo dé mi opinión, porque Moneta me aludió en declaraciones claramente antisemitas�, dijo Horacio Verbitsky. �Pero ahora espero que también le conteste la Iglesia. Moneta se envuelve en la bandera del Vaticano para tapar sus problemas con la Justicia. Sería bueno saber si el Vaticano se la prestó o Moneta se la robó.�
Según Ernesto Tenembaum, otro de los aludidos, lo que Moneta discute de verdad es la información publicada. �Moneta estuvo prófugo porque un juez consideró que había vaciado un banco de manera fraudulenta, no acató a la Justicia y no está preso por una maniobra típica de la Justicia menemista: un juez suplente lo liberó sin haber leído la causa�, dijo. Y concluyó: �Sabíamos todo esto pero lo que no sabíamos es que es nazi�.
�El banco se cayó porque él lo hizo caer�, respondió a Moneta Marcelo Zlotogwiazda. �Las maniobras no fueron descubiertas por los periodistas sino por el Banco Central�, dijo, y recordó que a través de sus artículos también informó sobre supuestas irregularidades en el ex Banco Mayo, que era presidido por el ex titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) Rubén Beraja. |
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