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Bajo la tutela de un Angelelli

En el barrio de Chacarita, en la sala-taller La Fábrica, los alumnos del actor de culto se lucen en las obras �La noche de la quema� y �Todavía�.

Los integrantes del elenco de �Todavía�, que va sábados y domingos.
Los dos espectáculos son dirigidos por el actor Guillermo Angelelli.


Por Cecilia Hopkins

t.gif (862 bytes) La sala-taller La Fábrica es un espacio que mantiene desde hace varios años, llevando a cabo notables faenas de malabarismo financiero, Guillermo Angelelli, un actor de culto en el mundo del teatro porteño. En ese espacio ubicado en Corrientes 6131, en el barrio de Chacarita, Angelelli (creador de Asterión y protagonista de la premiada película Moebius, que hoy puede verse por televisión, ver recomendaciones en página 25) dicta seminarios de entrenamiento y, a veces, presenta espectáculos que interpreta o dirige. En este momento, los sábados y domingos el sitio ofrece un doble programa compuesto por dos espectáculos creados por discípulos de sus talleres: La noche de la quema hace funciones los sábados y domingos a las 21, y Todavía se presenta los sábados a las 22.30 y los domingos a las 19.30.
Ya presente en otros montajes de Angelelli (Nada y Ave, en 1996, y La funerala, en 1997), Gabriela Osman compone en La noche de la quema una damita frágil que atraviesa, no obstante su delicadeza, situaciones poéticas que la conducen a incursionar en otros registros que en parte desmienten la docilidad que aparenta. El punto de partida del espectáculo es el preciso momento en que este personaje que comienza a perfilarse como una atípica artista de circo decide realizar su número por última vez. La actriz, que ha hecho un largo trabajo de investigación antes de ponerse a las órdenes del director, construye el discurso de su personaje seleccionando textos de diferentes autores, entre otros Octavio Paz, Juan Gelman, Javier Villafañe y Eduardo Galeano. Su personaje transita la escena como si bailara alternando ritmos, pautando juegos con pequeños objetos antes de que el fuego aparezca y proponga imágenes impredecibles. Se trata de una mujer que parece salida de un tiempo y un espacio propio, y en este punto el vestuario, las luces y la escenografía son claves.
Por su parte, el grupo AUN (compuesto por Mariano Aufranc, Andrea Bergantino, Paula Celeri y Bibi Gilligan) construye en Todavía un retablo de personajes de distinta catadura: un hombre reconcentrado en su desvarío poético que espera al lado de las vías el momento de iniciar su viaje y tres mujeres que establecen un extrañable vínculo entre sí. De este modo, la veterana actriz Amalia Orfila ejerce su tutela sobre la joven aspirante a recitadora y fracasa en la tarea de amainar el ímpetu romántico de la graciosa Gigí Larrouse. Los cuatro, intrigantes a su modo, se mueven por un terreno indefinido a la espera de algún suceso que les cambie la vida en tanto intentan repetir los actos que parecen reforzar su identidad. Una de las marcas particulares del montaje (y es también una característica de la dirección de Angelelli) es la utilización del texto desde una perspectiva que, si bien no llega a rozar la parodia o la ironía, tiende a neutralizar el efecto trágico resultante de la seriedad de la cita con una risa, una mueca o un comentario humorístico de alguno de los personajes.

 

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