Por Gustavo Veiga
Evita utilizar la palabra traición, pero se adivina en su espíritu que siente algo muy semejante a eso, o acaso a la decepción. Raúl Gámez no es más dirigente de fútbol y parece impulsado a revelar sus verdades desde el llano. Su postura constituye una resistencia al nuevo orden, a hombres como Julio Grondona, Mauricio Macri, Fernando Miele y José Luis Meiszner, al gerenciamiento, a los fondos de inversión, a los empresarios como Gustavo Mascardi. Sus conceptos suenan crudos y desencantados y, seguramente, darán que hablar.
�Usted compartió muchos años con Grondona dentro de la AFA, encabezó la secretaría de selecciones nacionales y hasta se dijo que podría ser su delfín, ¿por qué se quebró esa relación?
�Sí... y hablé muy bien de Grondona. Pero sucedió que él se acomodó de acuerdo con las necesidades, pensó en la AFA y nosotros lo hicimos en los clubes. Esa es la gran diferencia. Las instituciones son las dueñas de la AFA, no es Grondona.
�¿Y recién ahora se le ocurre decir eso?
�Hay que recordar algo. Hace un año nos reunimos en Ezeiza para hablar del gerenciamiento, de las sociedades anónimas y se dijo que no. Sí se había comenzado a manejar el tema de los presupuestos, de achicarlos, de gestionar un préstamo que cobardemente se propuso y después no se intentó conseguir. Estas cosas debían ser estudiadas e investigadas por el Tribunal de Cuentas de la AFA, pero transcurrió el tiempo y se hizo todo lo contrario.
�Si nos atenemos a lo que el propio Grondona le dijo al diputado Daniel Scioli en 1998 durante una reunión reservada, usted resultó un ingenuo: le comentó que la privatización de los clubes y una ley del Prode iban a salir juntas, pero no en ese momento. Su promesa se está cumpliendo.
�Será porque Grondona jugará de una forma a la que yo no estoy acostumbrado, en que se engaña a la gente. Si es así, como me dice usted, jugueteó con todos nosotros en Ezeiza, en aquella reunión que, justamente, se hizo el 20 de julio del �99, el Día del Amigo. Después demostró que su intención era gerenciar, quizás por quedar bien con Quilmes, con el doctor Meiszner. Es una barbaridad que los dirigentes que propusieron esa fórmula se queden adentro del gerenciamiento, porque eso significa que no tienen capacidad para llevar adelante la institución. De todos modos, no les resultará tan fácil porque el artículo 6 del estatuto de la AFA no permite las sociedades comerciales.
�¿Pero los clubes tienen, además de su debilidad estructural, una deuda con la AFA que supera los 55 millones de pesos?
�La AFA es de los clubes y éstos deben ir solucionando los problemas. De todos modos, no quiero seguir mirando para atrás. A mí me dolería mucho que por la investigación que está realizando el juez Mahdjoubian encuentren fallas morales. Yo siempre defendí a Grondona; porque lo vi actuar, porque me pareció que era un dirigente para aprender cosas. Ahora cambió. Y quiero que modifique el estilo de conducción.
�¿Pero si no lo hace?
�Si no cambia, hay que tratar de cambiar a Grondona, porque yo no creo que los clubes quieran estar en este sistema que se impulsa, que devora a cualquier dirigente por más capacidad que tenga o dinero que posea. Ya sucedió con Santiago Leyden en Ferro o con Héctor Grondona en Independiente. Pese a todo, creo que los directivos deben defender bien los derechos de una institución, controlando a la AFA y a Torneos y Competencias, pero no al revés. Digo que los dirigentes tienen que ser rentados para que trabajen siete u ocho horas, como si atendieran a una empresa. Y no para decir que se ganen un sueldo; si no, parece muy fácil. Lo más difícil para un hombre que está al frente de un club, no es ser decente, sino demostrarlo.
�¿No cree que hay cierta analogía entre el discurso previo a las privatizaciones menemistas de las empresas estatales y lo que se impulsa ahora para el fútbol, cuando se habla de que los clubes no dan más?
�Hay una similitud de quienes aparecen en estas cosas. Fíjese el caso de Aerolíneas Argentinas, la vaciaron y está peor que antes.
�Por ejemplo, ¿quién sería hoy la María Julia del fútbol?
�Los dirigentes que propician esto. Macri, Miele, Meiszner, ellos son los que lo impulsan porque evidentemente descubrieron que había una posibilidad de negocio en el fútbol. Quizá, como invirtió dinero en el fondo de inversión, Macri blanqueó su situación de ganar plata con Boca; no que blanqueó plata, que es otra cosa, blanqueó su situación, a eso me refiero. Hay dirigentes que quieren funcionar con esto y Grondona los apoyó. Pensar que en la última reunión que tuve con él me dijo: Mirá, el gerenciamiento no va a venir. ¡Qué contrasentido!
�¿Grondona lo mantuvo controlado con el cargo que le dio en la AFA o usted se dio cuenta de estas cosas demasiado tarde?
�Nunca fui muy proclive a atender lo que me ofrecían. Yo no fui al Mundial de Estados Unidos, por ejemplo, aunque por un problema personal. Y era secretario de selecciones nacionales. Pero está demostrado que Grondona está más cerca de Mascardi y toda esa gente que de Gámez. ¿Por qué digo esto? Porque hasta el Prode con una línea del 0600, la AFA se lo iba a dar a la familia Mascardi.
�¿En qué elementos se basa para sostenerlo?
�No sé si tengo el contrato en mi poder, pero es así. El aval está en que el convenio no se pudo hacer efectivo por un juicio que determinó que Susana Giménez no podía implementar algo parecido en su programa; fue por eso que no se llevó adelante.
�De un lado están los prósperos empresarios como Gustavo Mascardi y del otro los clubes empobrecidos o con altos pasivos como River. ¿Cómo se explica esto?
�Bueno, ellos son intermediarios, ganan comisiones. No tienen responsabilidad ni el manejo de nada, sus decisiones son por la defensa de su plata. Yo no trabajaría con Mascardi, respondo que no porque es peligroso, porque es alguien que está al límite... No quiero emplear un término que me traiga problemas... Es un sinvergüenza, un sinvergüenza, ahí encontré el término.
�¿Por qué lo dice?
�Porque genera muchas cosas. El es representante de jugadores, y si yo fuera futbolista, capaz que lo defendería. Pero a Vélez le dilataba los contratos y ése es un riesgo muy grande que corren las instituciones, por la cláusula del 20 por ciento. Yo tuve que hacer un esfuerzo importante para que los jugadores dejaran a Mascardi, porque me encontraba inseguro con él por las cosas que iban sucediendo.
�Usted impidió durante años que varios futbolistas se alejaran de Vélez. ¿No piensa que lo van a recordar mal por ese tema?
�Vélez no ventajeó a su plantel y si no vendíamos a alguien, hacíamos un esfuerzo económico para que se quede. Hay quienes van a pensar que los jodí; a otros como Bassedas o Camps se les va a pasar la bronca. Por ejemplo, Cardozo se enojó e hizo críticas que no merezco. Vélez fue decente, transparente, no compraba jugadores ni le vendía a intermediarios. Vélez fue el último guapo del fútbol argentino, que peleó por mantener a su plantel, por no reforzar a Boca y a River. Darles a Chilavert o a Bassedas a esos clubes hubiera sido como entregarme deportivamente.
De Pelé el entregador, a Diego Maradona
Por G. V.
�¿Cuál es su impresión sobre la relación de Julio Grondona con los grandes grupos económicos que se van introduciendo de a poco en el fútbol?
�Tratan de establecer un poder, de manejar algo como el fútbol, que puede llegar a la gente más que la política. Vienen a buscar negocios como la televisión o internet, cosas que generan muchas ganancias. Ellos, a través de TyC, van a hacer eso. En Brasil, Pelé entregó a los clubes como acá lo hubiera querido hacer Menem. En la Argentina, Maradona nunca habría hecho lo mismo. Pelearía por otras cosas, ése es mi pensamiento.
�¿Qué es lo que usted teme?
�Estoy seguro de que con una invasión masiva de dinero en el fútbol, las cosas se van a manejar de otra forma. Si vienen esas empresas sólo a querer ganar, vamos a vivir bajo un sistema de presión total impulsado por ellas. Van a decir: esta plata es mía, el partido de �Fútbol de Primera� es mío, van a resolver desde su poder y no como se debería, buscando consensos.
�¿Cuál es su opinión sobre Carlos Avila?
�Usted me pregunta por él, pero la falla fue nuestra, que le dejamos hacer todo lo que quería. Yo quiero seguir siendo socio de Avila en la comercialización de la televisión, pero para que gane lo que corresponda. Fíjese el caso de la selección en las eliminatorias, que fue una decisión de Grondona. Creo que vendió los derechos por 15 millones y después, Avila los comercializó por más del doble. Yo le hubiera dicho a Julio: démosle el producto, pero para que saque una comisión, un veinte por ciento.
�Papelitos no�
Por G. V.
El 21 de octubre del año pasado, Julio Grondona fue reelegido por un nuevo mandato de cuatro años al frente de la AFA. Hoy, Raúl Gámez cuestiona la forma de votación y dice que debe cambiarse.
�Hay un sistema muy malo en las elecciones de la AFA. Si uno va con una propuesta para enfrentar a Grondona no la va a presentar sobre los pupitres, como se votó hasta hoy. Tendrá que ser en un cuarto oscuro y sin saber cómo vota el de al lado. En la AFA se elige al presidente en la sala de sesiones, uno al lado de otro, y el que está al costado lo hace en un papelito donde pone el nombre del elegido, que también lo mira el que está atrás. No es un voto secreto y eso hay que cambiarlo.�
Grondona tiene mandato hasta el 25 de octubre del año 2003. Y, además, es vicepresidente de la FIFA, donde tiene una influencia inusitada.
River volvió a trabajar
River comenzó ayer la pretemporada con un entrenamiento de doble turno. Trabajo físico por la mañana en el Polideportivo de Tigre y una sesión de fútbol reducido por la tarde en la cancha auxiliar del Monumental. Gallego se sumó al trabajo durante la práctica vespertina. Las dos nuevas caras de River con vistas a la temporada, el arquero Darío Sala (llegó a préstamo) y el defensor José María Paz (volvió de Unión de Santa Fe) efectuaron declaraciones. �Por la presencia de Bonano, mis expectativas no son todavía las de ser titular sino las de sumarme al grupo, que me recibió muy bien�, expresó Sala, mientras que Paz señaló que quiere �pelear� un lugar en River: �Cuando se venció el sábado pasado la prórroga de mi préstamo en Unión, donde tuve continuidad y sumé experiencia, los dirigentes santafesinos se olvidaron de hablar primero conmigo para conocer mi futuro. Y River no se compara con nada�, afirmó. El médico del plantel, Luis Seveso, informó que le realizó una placa al volante Damián Alvarez �quien fue operado de una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho� y de no haber problemas, el jugador comenzará a trotar la semana próxima. |
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