oPINION
Por Esteban Pintos
No es sólo rock and roll
Qué es lo que pasa? Gustavo Cerati, el paradigma de la estrella pop que movilizaba multitudes, ahora prefiere (¿le tocó?) un destino de músico casi subterráneo. Cuando lo primero sucedía, Los Piojos no eran más que una banda que fatigaba sótanos y bares mostrando su iniciático espíritu stone (quiero ser como...) Ahora las cosas han cambiado. Más allá de los números que resaltan en esta época de vacas muy flacas para el espectáculo en Buenos Aires �siete funciones en Obras, 40.000 personas en total�, la explicación del fenómeno popular surgido alrededor de Los Piojos debería encontrarse en la música misma, pero también, y fundamentalmente, en el contexto social argentino que influye decisivamente en este estado de cosas. La serie de recitales que concluyó el martes con un show nutrido de ilustres invitados �La Renga, Divididos, Pappo, Peteco Carabajal, Viejas Locas, Los Decadentes� y con el fervor particular de una multitud que desbordaba el estadio, puede pensarse como un reflejo de aquello.
La música: Los Piojos son una banda de amigos que se juntaron para tratar de tocar canciones de Los Rolling Stones, su paradigma rockero por naturaleza. Pero antes y después, tuvieron muy en claro que no todo debería ser acto reflejo de imitación. En las canciones de los hasta ahora cuatro discos de estudio de la banda aparecen los Stones sí, pero también Sumo, Los Redonditos de Ricota, Jaime Roos, Manal, Moris y toda una tradición de compositores populares argentinos (Discépolo sin ir más lejos, ahí está la versión cuasipunk de �Yira yira�), que cuajan con una poética dotada de un nuevo tipo de neorrealismo urbano (conurbano). Y que también se cruza con la mejor tradición cronicista del rock nacional en sus comienzos. Gente que viaja en trenes, prostitutas, pibes que confrontan con la policía sólo por salir a la calle, amores perdidos, amores ganados, la marihuana, fútbol de potrero, pero también de estadios, el vino y la cerveza, niños adictos al pegamento, pacientes psiquiátricos. Un universo de personajes y situaciones que el potencial oyente-hincha �hoy los grandes grupos de rock argentino tienen hinchada� no tiene que imaginar. Esas cosas, esos personajes, se viven, gozan y sufren cada día, desde que se sale de casa a la esquina, a la cancha o al trabajo, si es que se tiene. �Nunca te vi en ningún aviso, nunca te vi en televisión, nunca te vi en ningún diario, nunca escuché tu voz�, cantaron en �Cruel� Los Piojos y La Renga, las dos bandas �excluyendo a Los Redonditos de Ricota, en otro nivel� más convocantes del rock argentino del 2000. Los que sacudían la bandera de su barrio y coreaban la sentencia sabían de qué se trataba. Los que no estaban ahí y quisieran saber deberían empezar por ahí.
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