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La Reserva Ecológica, en la mira de las mafias

En los últimos cinco días hubo cuatro principios de incendio. La hipótesis apunta ahora a mafias vinculadas a las drogas y la prostitución, molestas por el mayor control en el zona.  

 

Por Carlos Rodríguez
 El gobierno porteño declaró el alerta rojo en la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, donde en cinco días hubo cuatro principios de incendio intencionales, fue detenido un hombre sospechado de ser autor de uno de los intentos y fue atacado un vigilador privado del predio que sigue internado, porque sufrió una conmoción cerebral. El custodio Héctor Zelarrayán fue golpeado en la nuca con un trozo de mármol por una persona que evitó de manera violenta la detención de dos hombres, presuntos autores de otro de los siniestros. El jefe de Gobierno, Enrique Olivera, dijo que se estaría frente “a la punta del ovillo” que permitiría esclarecer la seguidilla de incendios en la reserva y estimó que “por lo menos debe revisarse” la idea de que se trata de “simples descuidos”. Aunque los posibles móviles fueron mantenidos en secreto, trascendió que se cree que serían “organizaciones vinculadas con la droga y la prostitución”, que están molestas por el mayor control que hay en esa zona de la Ciudad de Buenos Aires.
Los cuatro “focos de incendio”, como los calificó Olivera, se registraron el miércoles, el viernes, el sábado y el domingo pasados. El primer día fue detenido un adulto –luego lo excarcelaron, aunque sigue vinculado a la causa–, pero los problemas más graves ocurrieron el domingo, día en el que 8900 personas recorrieron las 350 hectáreas que tiene la reserva. Por el sistema de video con que cuenta ahora el predio, el vigilador Zelarrayán advirtió, alrededor de las 16.30, la presencia de dos sospechosos cerca del lugar donde se había iniciado un incendio.
Cuando estaba a punto de capturarlos, el custodio fue atacado por la espalda por una tercera persona que lo golpeó en la cabeza con una piedra. El vigilador fue llevado a la guardia del Hospital Argerich, porque había perdido el conocimiento. En la noche del domingo le dieron el alta, pero tuvo que ser nuevamente internado en el Hospital Francés, donde se comprobó que había sufrido una conmoción cerebral. “Está fuera de peligro, pero el hecho fue muy grave”, explicó Olivera en conferencia de prensa, acompañado por el secretario de Medio Ambiente, Norberto La Porta, y por el director de la Reserva Ecológica, Sergio Recio.
Los inconvenientes se produjeron días después de que la empresa de seguridad privada Alesa S.A. se hiciera cargo de la custodia del predio. Los fines de semana son 48 los guardias que controlan, en el horario de 8 a 18, durante el horario de visita, mientras que unas 16 personas permanecen en el lugar toda la noche. Además, se han instalado cámaras de TV en todo el paseo público –La Porta acotó que en poco tiempo habrá un sistema infrarrojo para reforzar la vigilancia nocturna– y hay también vigilancia de parte de la policía montada, agentes en bicicleta y patrulleros que se movilizan en forma preventiva dentro de la Reserva.
El domingo, además de la agresión, hubo amenazas a través del sistema de intercomunicación interno: “No nos vamos a ir”, fue uno de los mensajes, según pudo confirmar este diario. Olivera confió en que la investigación judicial pueda servir para determinar “los móviles de estos hechos y dar con la punta del ovillo”. Recio recordó que en algún momento los anteriores incendios habían sido atribuidos por él “a sectores que querían aprovechar el gran negocio inmobiliario” que supondría la venta del predio donde se encuentra la Reserva. “Ahora –agregó– es imposible pensar lo mismo, porque ya no existe esa posibilidad.”
En ese marco, aunque nadie lo dijo oficialmente, las sospechas se orientan hacia la existencia de “pequeñas mafias” que explotan el negocio de la venta de estupefacientes y la prostitución. “La Costanera Sur -explicó una fuente del gobierno porteño– es un lugar propicio para las citas nocturnas, como lo eran hasta hace poco los bosques de Palermo y es posible que haya gente molesta por la presencia de guardias nocturnos y por la colocación de alambradas que impiden el libre acceso a la Reserva.” También se sospecha, aunque en menor medida, de algunas organizaciones que manejan a los vendedores ambulantes, cuyo ingreso a la Reserva ha sido “totalmente prohibido”. Las fuentes explicaron que esa restricción se debe a que “los fines de semana se vendía cerveza y otras bebidas alcohólicas a los jóvenes, lo que a veces provocaba inconvenientes, peleas y situaciones desagradables en el lugar frecuentado por familias”.
En la actualidad, está prohibido también el ingreso de botellas de vidrio y de bebidas alcohólicas, aunque los visitantes pueden llevar mate, alimentos y gaseosas en envases de plástico. Por los hechos ocurridos en los últimos días se abrieron dos causas, una que tramita en el Juzgado Correccional Nº 5, a cargo de Elena Frillochi, y en el Juzgado en lo Criminal Nº 45, cuya titular es María Fontbona de Pombo. Olivera confía en que “todo está dispuesto para lograr el total esclarecimiento”.

 

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