Por David Cufré
No existe en este momento ningún programa oficial focalizado en los 300 mil jóvenes que no estudian ni trabajan. El año pasado se gastaron en el Plan Joven, supuestamente orientado a ese sector, 5 millones de pesos, a pesar de que la partida presupuestada eran 30 millones. El mismo monto se asignó para este año, pero Economía lo suprimió a principios de mes, en el último ajuste de gastos. La obsesión fiscal de los �Machi boys� dejó sin la menor protección a uno de los grupos sociales más vulnerables. El impacto del aumento del desempleo cambió las cosas. La necesidad política del Gobierno de mostrarse activo frente al problema de la hiperdesocupación llevó a que se diseñara un �nuevo� Plan Nacional de Empleo. Entre otras partidas, el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, pelea por recuperar aquellos 30 millones, pero Machinea todavía no dio una respuesta.
La demora en el lanzamiento del programa ocupacional es porque esa disputa no está resuelta. Economía dice contar con los fondos que le demanda Trabajo para este año. Pero no quiere comprometerse a mantener el mismo nivel de gastos en 2001. �La discusión actual preconfigura la del año que viene�, reconoció a este diario una alta fuente del Ejecutivo. Machinea teme ceder ahora y no poder revertir la situación el próximo año, cuando el déficit fiscal deberá ser aún menor al del ejercicio en curso, de acuerdo a lo pactado con el FMI.
En Trabajo reconocen que debe atenderse de manera urgente la situación de los 300 mil jóvenes en estado de extrema necesidad. Este grupo quedó librado a su suerte durante la gestión de Roque Fernández en Economía. A pesar de que el Presupuesto de 1999 destinó 30 millones al Plan Joven, las necesidades fiscales llevaron a que se subejecutara esa partida en 25 millones. En el Presupuesto de este año volvió a incluirse la asignación de 30 millones. Pero esta vez no se autorizó a la cartera laboral a requerir la contrapartida de ese programa, por otros 30 millones, al Banco Interamericano de Desarrollo. El programa ya había quedado �rengo�, pero fue directamente suprimido con la última reasignación presupuestaria ordenada por Machinea, a principios de mes.
�Hemos preparado una política específica para este núcleo�, comentó a Página/12 un funcionario de la cartera laboral, en referencia a los jóvenes que en la encuesta del INDeC no figuran siquiera como desocupados. �El Plan Joven era un desastre. Supuestamente debía capacitar a los jóvenes para que pudieran reinsertarse en el mercado laboral, pero los cursos no articulaban con los verdaderos necesitados�, agregó el estrecho colaborador de Flamarique. De acuerdo a su evaluación, el programa estaba diseñado desde un despacho del Ministerio de Trabajo sin conocer la realidad de los supuestos beneficiarios. �No participaban las ONGs, ni las universidades, ni el Ministerio de Educación. En la mayoría de los casos, lo que pasó fue que supuestas fundaciones se convirtieron en cazadores de subsidios, que hicieron buenos negocios sin aportar nada a la comunidad�, concluyó el funcionario.
En Trabajo dicen que ahora idearon un nuevo programa de asistencia, que genera condiciones de empleabilidad a quienes hoy están totalmente al margen del mercado laboral. �Estamos planificando una batería de medidas con una fuerte planificación y alto impacto�, indicaron. Sin embargo, sostienen que nada de eso tendrá sentido si Economía no les reintegra los fondos. La pelea entre Trabajo y Economía deberá resolverse esta semana y, una vez más, Fernando de la Rúa será quien finalmente laude en la discusión.
DE LA RUA CON LOS GOBERNADORES
Plan de obras, a escena
El Poder Ejecutivo ensayará hoy una nueva puesta en escena de su plan de infraestructura y creación de empleo, pero en un marco distinto. El presidente Fernando de la Rúa tratará de aquietar las aguas ante los gobernadores después de la oleada levantada por algunos mandatarios de extracción justicialista contra el programa de construcción de viviendas. Rápidamente, el gobierno nacional cerró en las últimas 48 horas acuerdos con las provincias de Chubut y Entre Ríos y logró el apoyo condicionado del justicialista Juan Carlos Romero, del PJ. Ahora va en busca de serenar al conjunto.
Los tres elementos centrales que hará pesar De la Rúa hoy frente a los gobernadores para desarmar las críticas serán el carácter voluntario de la adhesión de las provincias, la ejecución del plan por parte de los institutos provinciales de vivienda y la financiación con créditos obtenidos por la administración central del 75 por ciento del valor de las unidades a construirse. Las provincias deberán aportar el 25 por ciento restante con las partidas del Fondo Nacional de la Vivienda (Fonavi) que ya tienen asignadas.
�El esquema le permite a cada provincia cuadruplicar la cantidad de viviendas que podía construir hasta ahora�, se reiteró ayer desde el Ministerio de Infraestructura jugando con las cifras y proporciones del financiamiento. Las provincias, sin embargo, también estarán obligadas a aportar la infraestructura en los nuevos barrios y los terrenos, lo cual reduce la partida del Fonavi disponible para los créditos.
La provincia de Chubut, gobernada por José Luis Lizurume, firmó ayer un convenio con el gobierno nacional para la construcción de 1500 viviendas sociales, que se suma a los ya firmados por Entre Ríos, Santiago del Estero y Chaco. Romero, de Salta, aseguró ayer que �siempre y cuando el plan signifique hacer más viviendas, nos vamos a adherir�.
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