Fue una derrota para el ex dictador. Ayer, en la primera reunión de la Corte Suprema chilena para analizar el desafuero de Pinochet por su presunta responsabilidad en la Caravana de la Muerte (el escuadrón militar que ejecutó a más de 70 adversarios políticos en el norte de Chile en 1973), los 20 jueces rechazaron, por 11 votos contra nueve, que el ex dictador y actual senador vitalicio fuera sometido a estudios médicos para determinar si su salud lo exime o no de enfrentar la Justicia, como reclama su defensa. Ahora, los magistrados deberán decidir si existen pruebas suficientes para retirarle los fueros parlamentarios y, en ese caso, dejar la realización de esos exámenes en manos del juez Juan Guzmán Tapia, que tiene a cargo la mayoría de las 147 querellas en contra de Pinochet y que es quien eventualmente lo juzgaría. El presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, adelantó que el próximo martes 2 de agosto se reunirá el pleno del tribunal para votar sobre el fondo del tema, es decir, si desafueran o no a Pinochet. Aunque aclaró que el fallo sería anunciado varios días después. Con casi 50 personas reclamando un juicio frente al edificio de la Corte (familiares de detenidos-desaparecidos y miembros de organizaciones defensoras de derechos humanos, y una notoria ausencia de seguidores de Pinochet), los jueces se reunieron durante poco más de dos horas para decidir sobre el tema clave de los exámenes médicos solicitados por los abogados defensores del ex dictador. Con esa petición, la defensa se jugaba su última carta disponible para intentar paralizar �o en el peor de los casos postergar� un fallo de la Corte Suprema que, de ser favorable a los querellantes, dejaría al ex dictador definitivamente desaforado. Aunque el resultado de la votación sobre los exámenes médicos fue estrecho, se trataba más de una decisión sobre procedimientos que de fondo. Ante la disyuntiva de cambiar el sistema procesal especialmente para Pinochet y en consecuencia admitir exámenes previos a una sentencia, la mayoría de la Corte Suprema rechazó la petición. Según uno de los siete abogados querellantes, Hugo Gutiérrez, el fallo de ayer �era lo que correspondía hacer en derecho; es el fallo que esperábamos�. Su colega Eduardo Contreras celebró la decisión al asegurar que �estamos a las puertas de una gran victoria judicial�. Por su parte, uno de los defensores de Pinochet, Gustavo Collao, afirmó que su equipo jurídico �acepta y acata� el fallo. El gobierno, entretanto, reiteró ayer que respeta los fallos judiciales y pidió a todos acatarlos. El querellado permanecía en silencio junto a su familia, en su residencia de Bucalemu, 150 kilómetros al sur de Santiago. Tal vez, pensaba que la Corte de Apelaciones de Santiago que decidió su desafuero en primera instancia (por 13 votos a nueve) también había denegado la realización de esos estudios.
EL GOBIERNO Y LA GUERRILLA SIGUEN SIN ACUERDO Ayer, las conversaciones de paz en Ginebra entre el gobierno y la segunda guerrilla del país se suspendieron por la guerra. Es decir, por los continuos combates que libran desde el jueves los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, derechistas) al norte de Colombia. Poco después de que comenzara el segundo día de minicumbre en la ciudad suiza, los delegados del ELN se levantaron de la mesa en protesta ante la certeza de que los paramilitares están operando con apoyo del ejército nacional.
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