Por Fernando Cibeira
A la luz de los resultados obtenidos, cada vez son más quienes en el Gobierno se preguntan sobre la conveniencia de que el presidente Fernando de la Rúa insista en su estrategia de mantener contactos personales con gobernadores y legisladores de la oposición. Es que en la reunión de Olivos del miércoles quedó en claro que, más allá de lo que pase puertas adentro, a los gobernadores del PJ les resulta muy tentador mostrarse ante las cámaras de la televisión nacional enfrentados con el Presidente. �Parece otra reunión�, fue el comentario de De la Rúa sobre las declaraciones de los gobernadores que ayer reprodujeron los diarios. �De la Rúa creía que la relación directa serviría para seducir a los gobernadores, pero está claro que no le está dando los beneficios que esperaba�, sostenía ayer un dirigente del oficialismo.
Las críticas que algunos hombres de la Alianza plantean tienen que ver con el estilo de gestión de De la Rúa, que concentra atribuciones y no delega. Hay ministros que suelen quejarse porque el estilo De la Rúa entorpece sus negociaciones con los gobernadores. �Nos saltean porque hablan directamente con el Presidente�, explicaba un ministro.
Ayer, en Gobierno, no sabían responder si De la Rúa insistiría en el diálogo �tête-à-tête�. Una estrategia que apunta a ablandar a los gobernadores justicialistas que dominan 14 provincias y que también utiliza con el mayoritario bloque de senadores del PJ. Hasta ahora, en ninguno de los dos casos parece haberle reportado beneficios concretos. �Yo estuve dentro de la reunión en Olivos y, si bien hubo algunas preguntas, el tono siempre fue el de una conversación tranquila, no el que mostraron después los gobernadores�, sostenía ayer un vocero presidencial.
Dentro de la sorpresa con la actitud de los gobernadores, había distingos. Por ejemplo, no podían entender cómo el puntano Adolfo Rodríguez Saá había escuchado a todos los ministros sin abrir la boca y luego se mostró tan indignado ante los micrófonos. Llegó a decir que no entendía para qué lo habían invitado a una �reunión radical�. En cambio, ponían como ejemplo de buena conducta al rebelde santacruceño Néstor Kirchner que, más allá de sus reparos a los planes oficiales, admitía que durante el gobierno de Menem nunca habían tenido un trato parecido.
�Ningún gobernador estuvo malhumorado�, se defendió ayer De la Rúa. �La reunión fue cordial, respetuosa e informativa�, agregó. El ministro del Interior, Federico Storani, se mostró igual de extrañado. �En la reunión a la que yo asistí, nadie rechazó nada�, explicó. �Se plantearon los lineamientos de un nuevo pacto fiscal, el que ni siquiera estaba conversado totalmente porque lo que se planteó sobre la mesa es que debía conversarse en conjunto�, añadió.
Sin embargo, ya durante la reunión algunos ministros habían anticipado cuál podría ser la reacción de los gobernadores justicialistas. �Están discutiendo su interna y se van a pelear por ver quién es el más opositor�, evaluaba un integrante del gabinete durante una impasse del encuentro. Los gobernadores ni siquiera se conmovieron con el gesto de De la Rúa de celebrar un oficio religioso en memoria de Evita.
�Hacer eso fue otro error. Llega un momento que los gestos de acercamiento se vuelven en contra y te pueden terminar perdiendo el respeto�, sostenía un legislador de la Alianza con buena llegada al vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. El influyente legislador explicaba que �el Gobierno tiene que evaluar que a los gobernadores puede resultarles muy tentador aparecer en los diarios rechazándole un proyecto a De la Rúa. Y el costo político lo termina pagando él�.
Con todo, voceros de la Rosada aseguraban que, así como está pasando con los empresarios, el diálogo sin intermediarios �es una apuesta que en algún momento se le reconoce�. Y aportaban como datos concretos el hecho de que los gobernadores prometieron seguir conversando el pacto fiscal y que en gran medida habían aflojado las resistencias que se habían planteado frente al plan de vivienda de Nicolás Gallo.
DE LA SOTA VUELVE A CORDOBA TRAS SU DESEMBARCO EN BUENOS AIRES
Regreso con bombos y platillos al perfil bajo
Por Fernando Almirón
José Manuel de la Sota regresa hoy a Córdoba después de su desembarco político en la ciudad de Buenos Aires a la que llegó el martes para dejar en claro que es uno de los presidenciables del justicialismo. Y cumplió en buena medida con su objetivo de proyectarse a la escena nacional. Al interceder en el enfrentamiento que Carlos Menem sostenía con Carlos Ruckauf por el control del PJ, logró quedarse con una porción del espacio que hasta entonces sólo compartían el ex presidente y el gobernador. De la Sota también sedujo a los menemistas que ya comenzaron a reservar cuartos de hotel en la capital cordobesa. Muchos creen que él será el candidato a presidente al que finalmente terminará respaldando Menem en caso de que resigne su propia postulación, y prefieren comenzar a reducir las distancias, hacer nuevos amigos.
�De la Sota es el candidato de Menem�, le deslizó a Página/12 un hombre cercano al ex mandatario. Esta posibilidad se desparramó rápidamente en el menemismo que comenzó a mirar con buenos ojos al cordobés.
Las buenas relaciones quedaron selladas anoche. Ambos compartieron una noche de gala en el Teatro Colón, donde brindó un concierto la Sinfónica de Córdoba. Allí también estuvo Ramón �Palito� Ortega, demostrando que su acercamiento con Menem no es circunstancial.
De la Sota cuenta con un guiño del sindicalismo. El jefe de la CGT oficial, Rodolfo Daer, viajó el jueves 20 a Córdoba para ofrecerle su apoyo. También le acercó un plan para descolocar a Ruckauf que había reclamado la jubilación política de Menem y la convocatoria a internas anticipadas para renovar las autoridades partidarias del PJ.
El miércoles el Consejo Nacional partidario decidió confirmar a Menem como presidente del justicialismo hasta el 2003, descartando así la propuesta de internas anticipadas.
El cordobés también dejó de manifiesto en estos días el tejido de alianzas que hilvanó con otros gobernadores peronistas, sobre todo con el salteño Juan Carlos Romero, un referente del Frente Federal Solidario que agrupa a siete provincias chicas. De la Sota hizo gala durante el plenario del Consejo de la buena relación que entabló con el ex gobernador de Misiones Ramón Puerta, coordinador del Frente Federal �y un buen candidato a vicepresidente�, según afirmaron sus allegados.
Si bien De la Sota insiste en que �es tiempo de ideas y no de hablar de candidaturas�, no dejó dudas de que su prolongada visita al territorio porteño, bajo la excusa de festejar la �semana de Córdoba en Buenos Aires�, se trató en realidad de salir a la cancha en la que Ruckauf pretendía jugar solo para convertirse en un nuevo �candidato natural� del peronismo.
Ahora De la Sota quiere ser local. Y para ello propuso y obtuvo el consentimiento del partido para que el Congreso Nacional Justicialista sesione en el mes de noviembre en la localidad cordobesa de Huerta Grande, donde espera capitalizar los beneficios que gozará como anfitrión. Esto es reunirse con todos los principales dirigentes partidarios del peronismo en un solo lugar y sin moverse de su casa.
El mandatario de Córdoba se dedicará ahora, después de mostrarse en la vidriera de Buenos Aires, a consolidar y conservar los logros de su gestión de gobierno con vistas ya no al 2003, sino a las elecciones del año próximo en las que se renovará por completo el Senado de la Nación y un tercio de la de Diputados. De la Sota sabe que necesita obtener un triunfo claro del PJ en una provincia que históricamente vota a candidatos radicales si pretende mantener sus aspiraciones presidenciales.
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