Por Santiago Rodríguez
Durante años manejó Medicina de la Universidad de Buenos Aires según su parecer, pero ya no ocupa ningún espacio formal de poder dentro de esa facultad: el ex decano Luis Ferreira presentó su renuncia como representante del claustro de graduados después de que el consejo directivo dispusiera ayer �por iniciativa de la Alianza� la remoción del secretario académico, Marcelo Torino, a quien Ferreira había consagrado como mano derecha del actual titular de Medicina, Salomón Schächter. �No puedo seguir sentado en un consejo que se maneja por intereses políticos partidarios y compra votos�, denunció el ex decano menemista.
�Es una suerte de K.O. a la política ferrerista dentro de Medicina�, celebró el consejero estudiantil por la Franja Morada Efraín Benzaquen, y explicó así a Página/12 los motivos por los cuales la Alianza impulsó la remoción de Torino de la secretaría académica: �Es una máquina de trabajar, pero los objetivos políticos que perseguía son opuestos a la idea fortalecer una facultad abierta a los estudiantes, donde se garanticen igualdad de oportunidades y el respeto a los alumnos�.
El representante aliancista del claustro docente Sergio Provenzano coincidió: �Nadie discute la capacidad de trabajo de Torino, pero había razones políticas para removerlo; era de la idea de que la facultad debe ser manejada únicamente por los profesores y defendía una política que no estaba acorde con lo que creemos que debe ser Medicina�.
Torino era para los aliancistas sinónimo del cupo y arancel que Ferreira siempre bregó por imponer en Medicina. Ayer mismo, por ejemplo, los consejeros de la Alianza que ahora son mayoría en esa facultad dejaron sin efecto un sistema arancelado de inscripción en las materias de grado y exámenes que había impulsado la Secretaría Académica.
Ferreira reconoció como �reglamentaria� la separación de Torino -resuelta por dos tercios de los consejeros, como marca el reglamento�, pero denunció el manejo �político partidario� del consejo directivo. �Esto no es una universidad�, se quejó el ex titular de la Oficina de Etica Pública menemista, quien ni siquiera llegó hasta el final de la que fue su última sesión de consejo directivo: una vez dispuesta la remoción de Torino, presentó su renuncia, se levantó y se fue.
La compra de votos a la que aludió el ex decano involucra a los aliancistas y a Claudio Lietti, un representante docente que accedió a ese cargo por una lista que respaldaba a Ferreira y que apoyó la separación de Torino. �Lietti es subsecretario de Carreras Conexas y en la misma sesión en que se decidió lo de Torino lo designaron secretario; le aumentaron el sueldo a más de 3000 pesos y votó en agradecimiento�, aseguró Ferreira.
Algunos consejeros de la Alianza se preocuparon en desmentirlo, aunque la manera en que lo hicieron no fue del todo convincente: explicaron que en verdad se había resuelto crear la Secretaría de Carreras Conexas, pero que desconocían a quién se nombrará porque lo debe resolver Schächter.
El decano también fue blanco de las críticas de Ferreira. �Debería haber renunciado. Los profesores de la mayoría lo pusieron en ese cargo y no supo defender el mandato que le dimos; dejó que le mutilaran su mano derecha�, fue su razonamiento.
La salida de Ferreira de Medicina es el resultado del cambio en la correlación de fuerzas en esa facultad a partir de las últimas elecciones de graduados. Con su asunción este año, la Alianza logró la mayoría en el consejo directivo, en el cual tiene ahora cuatro representantes por los estudiantes, tres por los docentes y tres por los graduados.
Los aliancistas consiguieron consolidarse a expensas de la derecha que durante años respaldó a Ferreira y lo erigió en el mascarón de proa del menemismo en la universidad. Desde esa posición, el ex decano llegó a imponer el Curso Preuniversitario de Ingreso al margen del Ciclo Básico Común. Ese fue su mayor enfrentamiento con el rector Oscar Shuberoff, cuya tercera reelección al frente de la UBA, de todos modos, no obstaculizó. El de consejero era el único cargo que le quedaba a Ferreira en Medicina porque como docente se jubiló en febrero de este año y desde entonces se dedica a la �actividad privada�. �Soy decano de Medicina en la UCES, una universidad donde los profesores se eligen por su excelencia y no por cuestiones políticas�, reveló con ironía a este diario.
LA CRISIS EN CIENCIA Y TECNICA NO LE DA TREGUA A CAPUTO
Otra renuncia en gateras
Por Nora Veiras
En la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva, que encabeza Dante Caputo, los conflictos siguen floreciendo. El director del Fondo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Foncyt), Mario Parisi, la ventanilla por la que los investigadores reciben subsidios para proyectos productivos, se retiró con un portazo de una reunión y murmuró que no volvería. De inmediato, se dio por hecho su renuncia, que sería la tercera en apenas siete meses de gestión. Página/12 habló con Parisi, quien afirmó que �de ninguna manera he presentado mi renuncia y es todo lo que puedo decir por el momento�. Parisi es investigador superior del Conicet y también marcó sus diferencias con el programa de reforma propuesto por Caputo.
El Foncyt tenía un presupuesto original de 35 millones de pesos, pero, según los últimos datos que divulgó Caputo, en realidad asciende sólo a 21 millones. La promesa es duplicar ese monto el año próximo y llegar a 60 millones en el 2002. Ese fondo se sostiene con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y es la única fuente de subsidios a la que pueden acceder los investigadores. Parisi llegó al cargo por concurso durante la gestión de Juan Carlos Del Bello en el último período del menemismo. �Pertenece al partido académico�, dicen los que lo conocen.
La discusión que terminó con un duro cruce de palabras con la coordinadora científica de la secretaría, Hilda Herzer, por la evaluación de un proyecto y la lentitud en asignarle el correspondiente subsidio fue el broche de una cadena de desacuerdos entre Parisi y la línea de gestión de Caputo. Hace dos semanas, en una reunión del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología en la que participan todas las provincias y que coordina Caputo, Parisi criticó el plan de reforma del Conicet, que apunta a suprimir las categorías en la carrera de investigador, a incrementar en un 10 por ciento las dedicaciones exclusivas en las universidades que accedan a firmar convenios y promete aumento de recursos, entre otros puntos.
El recorte salarial del 12 por ciento a todo el personal de Ciencia y Técnica, aplicado como al resto de la administración pública, fue la gota que derramó el vaso de la paciencia del mundillo científico. Renunció el titular del Conicet, Pablo Jacovkis, y comenzó una catarata de críticas contra el proyecto de Caputo y del secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Gottifredi, que tuvo el raro privilegio de unificar en su contra a la totalidad del heterogéneo abanico científico. Así se llegó al clímax de un conflicto que se inició apenas asumió la Alianza con la renuncia de Mario Albornoz al cargo que ahora ocupa Herzer. En ese contexto, corrió como facilidad el posible alejamiento de Parisi.
En las oficinas que rodean a Caputo están pendientes de una polémica en ciernes. Por Internet está circulando el texto de una solicitada dirigida al presidente Fernando de la Rúa, en la que sin medias tintas se reclama la renuncia del ex canciller y del flamante presidente del Conicet, Andrés Carrasco. Los autores del texto son los investigadores y aspiran a reunir mil firmas para publicarla el próximo 2 de agosto.
La desconfianza que maceró a lo largo de marchas y contramarchas de los supuestos proyectos prioritarios para el área de CyT es lo más difícil de revertir ahora para encauzar el debate. Caputo dice que ni bien termine el receso de invierno, la Cámara de Diputados será el lugar donde discutir todos los temas. El pronóstico, por ahora, es reservado.
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