Por Raúl Dellatorre
 Tardó casi un año en alumbrar, pero el acuerdo finalmente llegó. Repsol- YPF ingresará al mercado brasileño a través del manejo de una red de estaciones de servicio en las regiones centro, sudeste y sur del vecino país y participaciones minoritarias en la refinería Refap y el campo petrolífero costa afuera Albacore Leste. Petrobrás tomará posesión de la red de estaciones Eg3 en Argentina y de la refinería de Bahía Blanca que perteneciera a Isaura. Así, la principal petrolera de Argentina cumple con el compromiso de desinversión de activos asumido al adquirir YPF y logra dar un paso importante en su objetivo de expansión regional. Petrobrás, en tanto, se convierte en el cuarto gran jugador en el mercado local de combustibles, detrás de la propia Repsol, Esso y Shell. La trascendencia de este cambio podrá medirse recién cuando la petrolera estatal brasileña defina su política de precios para el mercado argentino.
El monto del intercambio de activos fue estimado en torno de los 1000 millones de dólares y traza, más allá de la voluntad en contrario expresada por la Secretaría de Defensa de la Competencia, una alianza entre la petrolera española y la brasileña. Tanto por la asociación en la explotación y refinación en Brasil, como por el emprendimiento anunciado paralelamente a la transacción de activos: el desarrollo de dos proyectos de generación termoeléctrica de ciclo combinado en aquel país, con participaciones iguales, de una potencia mínima de 500 megavatios cada uno. Uno se localizará en la región sur de San Pablo, mientras que para el otro aún no se ha definido su emplazamiento.
El paquete que manejará Repsol-YPF en Brasil se compone de 300 estaciones de servicio, con ventas por 480 millones de litros de combustibles al año, el 10 por ciento del campo Albacora Leste y el 30 por ciento de Refap, ubicada al sur del Brasil, cuya capacidad de procesamiento alcanza a 188.000 barriles de crudo por día. A cambio, se desprende de una red de más de 700 puntos de venta de combustibles y de una refinería que procesa 30.500 barriles diarios.
La estrategia de Repsol de desinvertir en España y ampliar su capacidad operativa en América latina pegó ayer un salto enorme. La integración de sus participaciones en producción, refinación y comercialización, a las que suma la generación eléctrica asociada a Petrobrás, se complementa con el acuerdo en vigencia con BP Amoco para la extracción de crudo y gas y generación eléctrica en el Caribe. Repsol pasa a ser la segunda refinadora de Brasil y la única petrolera extranjera en dicha actividad. En producción y exploración, fue de las primeras en aprovechar la apertura brasileña, trabajando actualmente en nueve áreas. Y a través de los acuerdos heredados de YPF, tiene una participación minoritaria en la refinería de Manguinhos (Río de Janeiro). También interviene en el mercado de distribución de gas, a través de su subsidiaria Gas Natural.
El gran interrogante es saber cuál será la estrategia de Petrobrás en el mercado local. Las expectativas del gobierno son disímiles. �Es una empresa pública, con razonamiento de largo plazo, que la diferencia del criterio de maximización de ganancias en el corto plazo que caracteriza al sector privado�, reflexionaba pocas semanas atrás el secretario de Energía, Daniel Montamat, en una entrevista con Página/12, sugiriendo la posibilidad de una política de bajos precios de combustibles en una primera etapa para conquistar mercado.
En Defensa de la Competencia, en tanto, priorizan la preocupación por observar si se trata de una �verdadera venta de activos� de un acuerdo estratégico entre ambas empresas. En rigor, las condiciones del convenio se parecen bastante a esto último, tomando en cuenta la asociación en diversas empresas en Brasil.
Poco antes de morir en un accidente aéreo en Ecuador, José Estenssoro, entonces presidente de YPF, fue descripto por un allegado como �un empresario ambicioso, que sueña con tener en su oficina el mapa del mundocon cientos de banderitas de YPF clavadas�, representando sus propiedades a lo largo y ancho del planeta. Alfonso Cortina, titular de Repsol, está haciendo realidad aquel sueño. Pero en otras manos.
SE FIRMA HOY EL DECRETO DEL ACUERDO AUTOMOTOR
Acelerar en la última curva
Por Claudio Scaletta
El gobierno nacional firmará hoy el decreto reglamentario que instrumentará el acuerdo bilateral alcanzado entre Argentina y Brasil en el marco de la política automotriz común para el Mercosur. Hasta última hora de ayer, los representantes de las terminales automotrices buscaban consensuar con la secretaria de Industria, Débora Giorgi, la letra chica del decreto. La presión estuvo orientada a la forma en que finalmente será medido el componente nacional de los vehículos producidos en el país. �Hemos acordado en el 80 por ciento de los 44 puntos que argumentaron las automotrices. La decisión final la tomaremos mañana (por hoy)�, sintetizó Giorgi tras las negociaciones.
Según los términos del acuerdo alcanzado con Brasil, un vehículo podrá ser considerado �made in Mercosur� cuando el 60 por ciento de sus componentes sean fabricados en la región. En este marco, se estableció una cláusula supranacional que indica que, de ese 60 por ciento, la mitad, el 30 por ciento del total, debe ser �contenido nacional�. Alcanzada la definición de estos niveles, la puja se trasladó rápidamente a la letra chica, que es la que define la forma de medición de ese contenido. Las posturas más rígida, representadas por algunas autopartistas, sostienen que el contenido nacional debe ser tomado en sentido estricto. Así, si un determinado componente, por ejemplo un tablero, es fabricado en Argentina, pero con algunas de sus piezas importadas, no se lo puede considerar 100 por ciento nacional. La postura de las automotrices es la inversa. Argumentan que la creciente globalización de la producción hace prácticamente imposible discriminar esas integraciones. Por ello, agregan a la explicación las dificultades de medición y de control unificado de Aduana.
Fuentes de las autopartistas dijeron a Página/12 que esperaban que, tras las difíciles negociaciones mantenidas con Brasil, el Gobierno respete el espíritu de lo acordado y evite que lo conseguido se diluya en las reglamentaciones, pues �sólo lo fabricado localmente significa empleo y reactivación para el mercado local�. Para Adefa, la entidad gremial que representa a las terminales, una medición estricta de esos componentes iría a contrapelo de la estrategia de integración más especialización que perfilan para el nuevo espacio interior del Mercosur.
De la reunión de ayer en la Secretaría de Industria participaron representantes de todas las automotrices, incluida la japonesa Toyota. Además de presentar la propuesta de medición del componente nacional, los miembros de Adefa le acercaron a Débora Giorgi una propuesta integral para el sector que incluye promoción a las exportaciones y baja de impuestos.
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