Por Raúl Kollmann
La resolución de la Cámara Federal, calificando de "lento
y poco fructífero" el avance de la investigación del
caso AMIA, llevará a poner aún más bajo la lupa al
empresario de origen sirio libanés Alberto Kanoore Edul. La Cámara
critica al juez Juan José Galeano por no haber profundizado la
pesquisa de un hombre que ocho días antes del atentado llamó
por teléfono a Carlos Telleldín, el propietario de la camioneta
que estalló frente a la mutual judía. Kanoore nunca pudo
explicar esa llamada telefónica. Al mismo tiempo, hay otros elementos
que vinculan con el atentado al joven empresario, actualmente quebrado
y también acusado de estafas reiteradas.
La abogada de la DAIA, Marta Nercellas, recordó que la resolución
de la Cámara se produce porque la entidad judía apeló
un fallo de Galeano en el que se declara la falta de mérito, es
decir que no hay pruebas, como para procesar a Kanoore. En ese marco,
la DAIA presentó una serie de medidas que ahora fueron acogidas
por la Cámara para investigar a Kanoore.
También el letrado de Memoria Activa, Alberto Zuppi, recordó
ayer ante Página/12, que su parte le reclamó hace más
de un año la realización de 45 medidas, varias de ellas
relacionadas con Kanoore Edul y la empresa Santa Rita, propiedad de otro
empresario de origen sirio libanés, Nassib Haddad, que colocó
frente a la AMIA un volquete cinco minutos antes del estallido. Los increíbles
elementos que vinculan a Kanoore con la causa --y que figuran en el escrito
de la DAIA-- son los siguientes:
La llamada a la casa de Telleldín
ocho días antes del atentado, el 10 de julio de 1994. Kanoore argumentó
que estaba tratando de comprar una camioneta ya que le habían robado
la suya. Se probó, sin embargo, que recién se la robaron
el 30 de julio. Después Kanoore dijo que la llamada no la hizo
él, sino su chofer. Este declaró que la comunicación
se hizo un domingo y que él jamás trabajaba los domingos.
O sea Kanoore no explicó la llamada y encima mintió.
Hay que recordar que Alberto
Kanoore Edul es hijo de otro empresario sirio libanés del mismo
nombre. Alberto (padre) es un viejo amigo de Carlos Menem, de los Yoma
y de Monzer Al Kassar.
En la hoja de ruta del camión
que dejó el volquete frente a la AMIA figura una dirección
de la calle Constitución al 2600, al lado del negocio de Edul,
y que corresponde a un baldío.
Aunque resulte increíble,
por el caso de ese baldío fue llamado a declarar el médico
de Carlos Menem, Alito Tfeli. Este explicó que había un
niño que fue operado y que no tenía dónde vivir,
por lo que se metió a su familia en ese baldío. El volquete
fue para limpiar el baldío. Distintas versiones siempre sostuvieron
que Tfeli es familiar del jeque Tufaili, un lider del Hezbollah, aunque
el médico presidencial hasta presentó ante Galeano su árbol
genealógico para negarlo.
Kanoore es primo de un policía
bonaerense llamado Iousef Chabán. La Cámara justamente pide
que se investigue a Chabán y su posible relación con el
ex comisario Juan José Ribelli, imputado como cómplice.
Ante todos estos elementos, la Cámara igual sostiene que no se
puede procesar a Kanoore porque la investigación ha sido "lenta
y poco fructífera" y no se ha profundizado verdaderamente
la pesquisa. Obviamente los magistrados no sobreseen al empresario, le
dicen al juez que, de una vez por todas, adopte las medidas de investigación
imprescindibles.
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