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Por Patricia Chaina ![]() A 40 años de su lanzamiento, el programa mantiene sus premisas esenciales: mostrar, a través de la relación de dos familias vecinas y amigas del pueblo de Piedradura, un imaginario social donde la inocencia y las buenas intenciones pueden soportan el peso de las desventuras en las que se ven envueltos sus protagonistas. Y resultar gracioso amparándose en la consigna que indica que la comedia surge del fracaso. Es que la serie se construyó sobre las relaciones entre Pedro y Vilma Picapiedra, la dulce Pebbles y la mascota Dino, con sus vecinos Pablo y Betty Mármol y su hijito Bam Bam, el más fuerte de los niños en ese mundo cavernícola. Entre ellos experimentan los problemas, ambiciones, frustraciones y logros de la familia tipo. Pero esta saga animada de hombres de las cavernas dotados de una civilizada sensibilidad y provistos de todos los elementos del confortable progreso para realizar sus hazañas desde un helicóptero a una cámara de video, todo de piedra, quizá deba su permanencia en el tiempo no sólo a la ductilidad de sus personajes tanto en el diseño de los dibujos como en la actitud positivista que presentan ante las adversidades sino al hecho de mostrar un cierto transcurso cronológico a lo largo de sus largas vidas de fantasía. Es que el show de Los Picapiedras fue sufriendo cambios a lo largo del tiempo, como el nacimiento de la pequeña Pebbles y la adopción de Bam Bam por parte de Betty y Pablo Mármol. El desarrollo de los personajes niños y su impacto en la teleaudiencia los llevó además a tener sus propios ciclos. Para comenzar por el principio, la maratón propuesta por Cartoon rescata, entre otros, el primer episodio emitido por TV, aunque fue el segundo en grabarse: The Flintstone Flyer (El picapiedra aviador). Allí Pedro y Pablo arreglan ir al bowling con sus amigos en lugar de acompañar a sus mujeres a la ópera, como habían prometido. Pedro simula estar enfermo y Pablo dice preferir quedarse a cuidarlo como un enfermero. Y, por supuesto, nada saldrá de acuerdo con lo planeado. También se repondrá La fiesta de disfraces, en la que Pedro y Pablo compiten por el premio mayor de un concurso de máscaras en el Club Búfalo Mojado. Y el episodio que cuenta la ocasión en la que Vilma y Betty se disfrazaron de hombres para saber con certeza qué es lo que pasa durante las reuniones de Búfalo Mojado. Tampoco faltará, en las doce horas de emisión, el capítulo dedicado al nacimiento de Pebbles: todo un festín para los seguidores de los antihéroes de las cavernas.
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