Por Mariana Carbajal
El gobernador Carlos Ruckauf recibió en los últimos días una carta muy peculiar. Harta de ser tratada en las invitaciones oficiales con el rótulo de �señor senador�, de que se le extienda el convite a su �señora� y de que le sugieran como vestimenta para los actos patrios �traje de calle oscuro�, la legisladora provincial Elisa Carca le envió una queja al mandatario. �Quiero poner en vuestro conocimiento que me desazona e incomoda no encontrarme particularmente considerada en dichas invitaciones, ya que soy definitivamente mujer, senadora, y para más datos, no tengo marido�, le escribió Carca al gobernador. No es la única legisladora bonaerense que recibe el mismo trato. Las 38 diputadas y senadoras provinciales son consideradas como hombres por el protocolo. �El hecho no es más que una muestra de la persistencia de códigos masculinos en el mundo de la política�, evaluó Carca en diálogo con Página/12. La situación no es muy diferente en el Congreso, donde un proyecto de ley para imponer el cupo femenino en las próximas elecciones de senadores nacionales �como ocurre para diputados� está generando fuerte rechazo entre los parlamentarios. Legisladoras nacionales consultadas por este diario ilustraron con anécdotas el visible machismo que impera en los bloques.
�Me cansé de que me traten como un hombre�, explicó Carca los motivos de su carta a Ruckauf. La senadora provincial de la Alianza se enojó con las últimas invitaciones oficiales que recibió de parte del gobernador y su esposa para participar de los actos del 25 de Mayo y del 9 de Julio. �Quiero creer que tal descuido se debe a una mera cuestión de usos y costumbres burocratizadas en el área de protocolo, a la que �como mínimo� le atrasa el calendario. En verdad, entrando al siglo XXI, tal equívoco luce como un resabio anacrónico de estructuras patriarcales impropias de un Estado democrático�, señaló Carca en su carta a Ruckauf.
En realidad, la primera vez que se topó de lleno con el machismo en la Legislatura provincial fue a poco de asumir: llegó a su despacho y se encontró en la puerta con una placa de bronce que decía �Senador Elisa Carca�. Inmediatamente la descolgó y pidió que le agregaran la letra �a�. Por supuesto, la masculinización del lenguaje político y de sus usos y costumbres trasciende el territorio bonaerense: �El diploma que te entregan cuando entrás al Congreso y la medalla que te dan cuando terminás el mandato dice diputado, aunque seas mujer�, destacó Marcela Bordenave, de la Alianza, que cumple su segundo mandato. Cuando terminó el primero y le dieron la distinción, le increpó el detalle al entonces presidente de la Cámara baja, Alberto Pierri: �Pero Pierri, acá dice ¡¡diputado!!, me quejé. �Ni me había dado cuenta�, me respondió�.
Gemelos y corbatas
La senadora nacional Beatriz Raijer es la única mujer en el bloque justicialista de la Cámara alta. Ingresó a fin de año en reemplazo del cordobés José Manuel de la Sota, que dejó la banca para asumir como gobernador. Así trepó a dos el número de mujeres en el Senado, una cifra exigua que tanto legisladoras de la Alianza como del PJ pretenden aumentar (ver aparte). Desde 1998, Silvia Sapag, del Movimiento Popular Neuquino, era la única mujer del cuerpo. El radicalismo no cuenta con ninguna mujer en su bancada desde 1993.
Pero los senadores del PJ no se acostumbran a la presencia de una dama en sus discusiones. �En el bloque me dicen que van a poner un cartel que diga: �Perdón, Beatriz�, porque a cada rato se les escapa una guarangada y continuamente viven disculpándose�, contó Raijer. El año pasado, para festejar el cumpleaños de Jorge Yoma, el bloque organizó una cena en un restaurante sirio-libanés, con danza de odaliscas incluida. �A último momento se dieron cuenta de que yo iba a ser la única mujer y se sintieron mal. Entonces, llamaron a las esposas de dos de ellos para que me hicieran compañía�, recordó la senadora cordobesa. Las anécdotas se multiplican. Los regalos protocolares suelen ser muestras, más que elocuentes, de la invisibilidad de las legisladoras. Durante su mandato como diputada nacional, entre 1993 y 1997, Carca se reunió con una delegación de parlamentarios coreanos. A la hora de intercambiar pequeños obsequios �como marca el protocolo�, quedó en evidencia que no esperaban encontrarse con una mujer: Carca tuvo que aceptar un par de gemelos. En otra oportunidad, el equívoco no fue de una delegación extranjera. �Un compañero de bancada trajo un regalo para todos los miembros del bloque. Para todos, incluidas las mujeres, que no éramos pocas, nos obsequió una corbata �prenda bien masculina si las hay� bordada con el escudo de la UCR. Me agarró tal odio que le dije que esperaba poder retribuirle la atención con un corpiño. Recién ahí tomó conciencia de que acababa de hacer un disparate�, rememoró Carca.
Ni baño
No fue la única legisladora que se vio obligada a aceptar obsequios que poco tienen que ver con la feminidad. �Una vez fui con otros diputados a una reunión con empresarios en la sociedad rural del interior de la provincia de Buenos Aires. Cuando terminó, me entregaron �igual que a los otros legisladores� un cuchillo típico de asador que ni las mujeres usan en el campo�, acotó la diputada Bordenave.
Después de la aplicación de la ley de cupos en las listas de diputados, el número de mujeres en la Cámara baja aumentó considerablemente: de ser apenas el 13 por ciento pasaron al 28 por ciento. Sin embargo, siguen alejadas de los lugares donde está el verdadero poder. La integración de las comisiones lo refleja claramente: mientras en la de Familia y Minoridad, 24 de los 27 miembros son mujeres, en la de Presupuesto y Economía 34 de sus 39 integrantes son varones. También muestra el predominio masculino en los espacios de decisión la escasa participación femenina en los cargos directivos de los bloques: apenas ocupan el 17 por ciento de los puestos. �Estamos cerca del poder, pero no tenemos poder. Por ejemplo, nunca podemos sentarnos a la mesa de negociación para cargos electivos. A las mujeres nos ponen sólo para respetar el cupo femenino�, reconoció la diputada de la Alianza Marta Milesi.
Así, persisten las reuniones en los bloques en horarios nocturnos, poco funcionales, por ejemplo, para una mujer que tiene hijos. �Siempre son los miércoles a partir de las 20. Lo único que puede modificar esa costumbre es el fútbol. Cuando juega la Selección, Boca o River, empiezan a las 6 de la tarde, para que puedan irse rápido a ver el partido�, confió la frepasista Graciela Caamaño.
Algunas cosas, sin embargo, han cambiado. Diana Staubli, ex concejal radical de Vicente López �elegida en 1983 con el retorno de la democracia�, recordó que en aquel momento ni siquiera había baño para damas en el sector de bloques del Concejo Deliberante. �Y eso no era todo �siguió Staubli, que fue la única edil mujer de esa época de la UCR en ese distrito�. Muchas veces sucedía que estábamos discutiendo algo en el bloque y de pronto desaparecían algunos concejales. Cuando volvían me decían: �No te preocupes, ya lo resolvimos�. ¿Cuándo?, preguntaba yo con inocencia. Y me respondían: �Recién, recién, en el baño�.�
IMPULSAN EL CUPO PARA LAS ELECCIONES DE SENADORES
La nueva pelea femenina
Por M.C.
Las mujeres quieren dejar de ser una especie en extinción en las bancas del Senado. Por eso, tanto en la Alianza como en el justicialismo se pusieron en acción para imponer el cupo femenino en las elecciones del 2001, las primeras en las que los representantes de las provincias serán elegidos por el voto directo de los ciudadanos.
Para algunas legisladoras, sólo basta hacer extensiva a los comicios de senadores la Ley 24.012 que rige para diputados y que obliga a que haya un 30 por ciento de mujeres en las listas, ubicadas en posiciones con posibilidad de ser electas. El decreto que reglamentó esta norma establece en su artículo 5º que si se renuevan dos cargos, las listas deben tener al menos a una candidata mujer. En los comicios del 2001 se renovará toda la Cámara alta. Se elegirán dos senadores por la mayoría y uno por la minoría. Por lo tanto, habrá dos postulantes por fuerza política. Para otras legisladoras, en cambio, la norma puede dar lugar a interpretaciones porque fue sancionada para aplicar con diputados.
Para que no queden dudas, la senadora justicialista Beatriz Raijer presentó un proyecto de ley que estipula claramente que uno de los dos candidatos tiene que ser mujer. La iniciativa ya generó espanto en las filas masculinas. La pelea para �las chicas� no será fácil. Pero, según pudo saber este diario, estarán respaldadas por la presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, Carmen Storani, quien en el más absoluto secreto está diseñando diversas estrategias para vencer la resistencia de los senadores. �Muchos de mis compañeros de bancada me dijeron que me acompañan moralmente con el proyecto, pero no con los votos�, se sinceró Raijer. La senadora reveló a este diario que le pidió al ex presidente Carlos Menem, titular del Consejo Nacional del PJ, que realice una presentación en la Justicia Electoral para que se expida al respecto. Raijer también reclamará al procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, que fije su posición.
�La importancia de que aumente el número de senadoras es fundamental. Muchas leyes trascendentes para las mujeres se aprueban en Diputados y mueren en el Senado porque la mayoría masculina no las tiene en cuenta, como ocurrió con el proyecto de ley de salud reproductiva�, observó Carmen Storani.
Fifty-fifty para el 2005
El martes se lanzará en el país la �Campaña 50-50 para el 2005: por el equilibrio en la representación mundial�. Se trata de una iniciativa internacional para recordar a los gobiernos el compromiso asumido en 1995 durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing, de llegar al año 2003 con un 30 por ciento de mujeres en todos los cargos de gobierno, como una transición para que dos años más tarde haya un verdadero equilibrio de 50 y 50. �Actualmente, en el Senado la representación femenina es del 0,3 por ciento y en los gabinetes nacionales y provinciales también es muy escasa, por lo que pretendemos apuntalar y monitorear el cumplimiento de los compromisos contraídos para que haya un real equilibrio de representación�, señaló María José Lubertino, titular del Instituto Social y Político de la Mujer, entidad que impulsa la movida en el país. El acto de lanzamiento de la campaña tendrá lugar el 1º de agosto a las 18 en la Cámara de Diputados y contará con la presencia de las senadoras Beatriz Raijer y Silvia Sapag, las únicas mujeres en la Cámara alta, y varias diputadas. |
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