Por Gustavo Veiga
  La dicha jamás es completa y Javier Saviola quizás perciba hoy, más que nunca, aquello de "no hay mal que por bien no venga". El delantero de River, que intenta sumar a su plantel el poderoso Barcelona, ha sido demandado por su ex representante, Hernán Santiago Berman, quien le reclama 631.625 pesos en concepto de indemnización porque el jugador revocó el contrato que los unía. El vínculo tuvo vida efímera. Había sido firmado el 6 de octubre de 1998 y los padres de Saviola, Roberto y María Antonia, decidieron extinguirlo el 10 de marzo del año pasado. La causal invocada fue "incumplimientos reiterados y continuados de las obligaciones que estuvieron a su cargo", según se desprende del expediente que se tramita en el Juzgado Comercial Nº 11 a cargo del doctor Miguel Federico Bargallo.
De un repaso a la promoción de la demanda, patrocinada por los abogados de Berman, Juan José Ubieta y Martín Ovejero Cornejo, y de la respuesta por parte de los letrados de Saviola, José Alfredo Cabrera Brizuela y Agricol de Bianchetti, se puede interpretar que en este juicio quedan expuestos dos temas clave que hacen a la realidad de nuestro fútbol: la utilización de la patria potestad y la contratación de representantes no habilitados por la AFA ni por la FIFA.
Berman le reclama a Saviola 87.750 pesos en concepto de retribución por el contrato de representación (un trece por ciento de su monto, según el punto 3º del convenio), el pago de 43.875 pesos por la aplicación de una cláusula penal y, además, en concepto de lo que se denomina "pérdida de chance" (la imposibilidad de obtener una ganancia o beneficio probable y futuro), el demandante entendió que el monto no puede ser inferior a los 500 mil pesos. De las tres cantidades surge la cifra global que pretende el ex agente del futbolista.
Los abogados de Berman manifiestan que los logros deportivos de Saviola (goleador del torneo Apertura 1999, campeón de dicho certamen, integrante de la Selección Nacional y del equipo preolímpico que no clasificó para los Juegos de Sydney) se habrían traducido "en una mejora en las condiciones contractuales con el club River Plate, en la celebración de importantes contratos de publicidad con firmas comerciales nacionales e internacionales y en la valuación de su pase en varias decenas de millones de dólares estadounidenses". Por ende, deducen que, al caducar el contrato, Berman no podrá "obtener el beneficio económico que reportaría la representación del deportista...".
Una de las curiosidades que tiene la demanda es la mención de que el ex representante de Saviola "gestionó y obtuvo, a favor del menor de edad, la concertación de gran cantidad de entrevistas periodísticas; concreciones éstas que redundan en beneficio del mismo". Ergo, el demandante se atribuye también el papel de agente de prensa (sic).
Los abogados del jugador, Agricol de Bianchetti --el asesor letrado de la AFA-- y Cabrera Brizuela, refutaron en un escrito de 25 carillas todas las pretensiones de Berman, pidieron que se rechace la demanda con la imposición de costas e hicieron reserva del caso federal, en el supuesto caso que prospere el juicio. En representación de Saviola niegan que los contratos firmados entre éste y River hayan sido originados por "intervención alguna de Berman, quien, por otra parte, jamás podría haber sido aceptado como representante del jugador por parte del club River Plate porque no está registrado como agente de jugadores".
Es en este punto donde ponen más énfasis los patrocinantes del delantero. En la respuesta a la demanda sostienen que "el artículo 1896 del Código Civil prescribe que pueden ser mandatarios todas las personas capaces de contratar y, además, como el mandatario (por Berman) va a obrar dentro de la comunidad deportiva gobernada por la AFA y la FIFA en calidad de representante civil y laboral del jugador de fútbol, va de suyo que también deberá contar con la capacidad que esas entidades conceden, naturalmente, previo cumplimiento de las exigencias determinadas por el reglamento para los agentes de jugadores".
Agricol de Bianchetti y Cabrera Brizuela incluso fueron más lejos. Argumentan que Berman "en el breve tiempo que fue el representante designado se caracterizó, únicamente, por dar a publicidad ésa, su condición de mandatario civil y laboral de Javier Pedro, como si su única preocupación fuera tratar de publicitarse con la misma para obtener un lugar en el mercado de jugadores". Por último, solicitaron en su presentación la intervención del Ministerio Público de Menores para que controle y vigile el desarrollo de la causa, ya que Saviola firmó el contrato con Berman cuando tenía 16 años.

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