Por Patricia Chaina
Un programa de ficción será el primer lanzamiento de
Telefé en lo que va del 2000: se trata de Tiempo final,
un ciclo de unitarios de suspenso, dirigido por Sebastián Borensztein
y producido por Alejando Borensztein. Estamos muy contentos por
poder poner al aire este programa expresó Claudio Villarruel,
el gerente del canal, en su primera exposición pública presentando
un ciclo porque es sin ninguna duda, un producto de alto nivel y
como en el canal consideramos que el suspenso tenía que tener un
espacio en la TV, ¿quién mejor que Sebastián para
hacerlo?, preguntó, conociendo de antemano la respuesta.
Tiempo final, mostrará entonces una hora de suspenso
con un rasgo singular: cada historia está contada en tiempo real,
una hora, ni menos ni más. Un riesgo, aminorado por el hecho de
contar con los elementos básicos de una buena producción:
buenos libros, buena dirección y buenos actores. No abunda. Pero
Sebastián Borensztein tenía el proyecto en mente desde hace
dos años y no paró hasta ponerlo en movimiento: Finalmente
encontramos una ventana por donde tirarnos y saltamos en palomita. ¡Ahí
vamos!, sugiere Borensztein (Sebastián). Y la ventana a la
que se refiere es la que se abrirá este jueves, a las 23, cuando
se estrene el ciclo con El aniversario, un episodio protagonizado
por Inés Estévez, a la que acompañan Lidia Catalano,
Paula Siero, Roberto Carnaghi y Adrián Yospe, entre otros actores.
Le seguirán durante el mes de agosto las emisiones de El
plomero, con Leonardo Sbaraglia y Norman Briski que fue el
primero en grabarse, hace ya algunos meses, y El veneno,
con Norma Aleandro, Luis Brandoni, Pepe Monje y Marita Ballesteros. Y
si bien la planificación tiene pautado hacer 20 episodios de Tiempo
final, se contempla darle una mayor continuidad, siempre y
cuando al público le interese el proyecto, advierte Sebastián
Borensztein. Si ese interés se produce, hay posibilidades de llegar,
también con el género de suspenso, al formato de 35 mm.
Y seguramente con Telefé en la producción, agrega
Claudio Villarruel ante la consulta de Página/12.
¿Por qué eligió el suspenso, un género
de poca inserción en la TV local?
Casi accidentalmente. Cuando terminó La condena de
Gabriel Doyle me puse a escribir un libro en tiempo real. Y salió
el capítulo de El plomero. Me di cuenta de que estaba
trabajando suspenso y en tiempos concretos, y con esas consignas escribí
otra historia. Cuando ya tenía cinco libros dije: Acá
hay un proyecto. Después convoqué a otros autores
(Martín Salinas y Pablo Solarz) pensando sobre todo que, si me
tenía que dedicar a la dirección, no podría seguir
escribiendo. La idea fue trabajar el género a partir de historias
que empiezan y terminan. El denominador es el suspenso, con más
drama en algunos episodios y más comedia en otros, pero siempre
con toques de humor.
¿Qué lo decidió por el formato del unitario?
A pesar de ser una época donde el unitario no cotiza en la
bolsa creo que es ideal para lo que estamos haciendo, y de hecho, creo
que es lo mejor que he hecho hasta ahora para televisión. Porque
ese formato nos permite mantener el relato lineal, en tiempo real, sin
posibilidad siquiera de salirse de un solo decorado y el suspenso hay
que jugarlo de escena a escena. Es una limitación pero trae sus
ventajas.
¿Cada capítulo tiene diferentes protagonistas o
habrá, digamos, un elenco estable pero rotativo?
Los actores rotarán porque los grandes actores no son tantos,
se agotan, y nosotros queremos trabajar con grandes actores, pero interpretarán
cada vez a personajes diferentes. No hay continuidad temática,
en absoluto. Son historias netamente diferentes.
¿Cuál es el grado de similitud con la vida real
que contiene el ciclo?
Muchas son historias que se pueden leer en las páginas policiales
de los diarios. Una mujer (Estévez), el día de su aniversario
de matrimonio,encuentra a su marido haciendo el amor apasionadamente con
su mejor amiga. Entonces toma un arma y los mata. Uno de los slogan que
pensé para el ciclo es En una hora puede cambiar tu vida,
o Esto también te puede pasar a vos. Pero la particularidad
aquí está en que en todos los finales hay un rulo inesperado.
Y cuando uno ya piensa que el episodio termina de una manera, termina
de otra totalmente diferente.
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