
CLUB
El intendente de
Ezeiza, Alejandro Granados, tiene dos pasiones: el fútbol y la
política. En tiempos de Carlos Menem, las aunaba como entrenador
del equipo de Olivos y anfitrión de picaditos en que descollaba
el entonces presidente. Ahora está centrado en el club Tristán
Suárez, que supo presidir y que hoy comanda su hijo Agustín
Alejandro. Con mano generosa, el intendente le otorgó un subsidio
de 50 mil dólares que proviene, según denunció el
concejal del Frepaso Gabriel Penso, de Aportes del Tesoro Nacional. El
intendente no pudo dar explicaciones: hasta principios de agosto goza
de una licencia que aprovechó para hacer un viajecito de placer
a España.
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