Por Victoria Ginzberg
Los secretarios de la mesa de entradas de la Cámara Federal
sellaron expedientes durante casi dos horas. La fila formada ante el juzgado
llamaba la atención, pero cobraba sentido al distinguir los pañuelos
blancos. Eran familiares y amigos de desaparecidos que exigían
saber la verdad. El tribunal recibió ayer alrededor de 150 pedidos
para que se investigaran crímenes ocurridos durante la dictadura.
Todos fueron fundados en el derecho inalienable de las personas
y las sociedades a tener un conocimiento pleno de su pasado y son
una reacción ante el intento de la Corte Suprema de paralizar los
Juicios por la Verdad.
Me hace acordar al principio. Cuando íbamos al Ministerio
del Interior, comentó una de las asistentes. Otro invocó
la hilera que se formó para pedir justicia en 1979, en ocasión
de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
de la OEA. La mayoría de las presentaciones fue entregada en base
a un modelo elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),
en el que los familiares agregaron a mano los datos particulares de cada
caso.
El artista plástico León Ferrari reclamó la apertura
de una causa sobre la desaparición de Liliana Mabel Bietti, ocurrida
el 16 de junio de 1977. Bietti era la novia de Ariel Ferrari hijo
de León-, cuya desaparición la Cámara ya está
investigando. En noviembre de 1976, cuando las fuerzas de seguridad
realizaron varios operativos buscando a mi hijo, nuestra familia viajó
a Brasil para evitar ser secuestrados: el gobierno secuestraba y torturaba
parientes de los buscados para obtener informaciones, relató
Ferrari en su pedido. Liliana volvió a Buenos Aires en junio
de 1977 en busca de Ariel y fue secuestrada por las Fuerzas Conjuntas
el 16 de junio de 1977 en la casa de sus ex suegros en la provincia de
Buenos Aires, detalló.
La abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Neuquén
y Bahía Blanca, Mirta Mántaras, hizo un pedido por el caso
de una familia que nunca antes había sido denunciada ante la Justicia.
Se trata de Rubén Castro Fernández, Isolina Beatriz Rocchi
y su hijo Tomás Martín, de tres años. Desaparecieron
en 1977, presumiblemente en Corrientes y Maipú, aunque no se pudieron
encontrar testigos del hecho.
Pido que se investigue a los responsables de mi secuestro, privación
ilegal de libertad y tortura, decía el escrito preparado
para la ocasión por los miembros de la Asociación de Ex
Detenidos Desaparecidos, que hicieron cerca de cuarenta presentaciones.
La abogada Isabel Brugo Marcó reclamó el esclarecimiento
del secuestro de su hermano Gerardo, ocurrido en marzo de 1981 en Santa
Fe y Gurruchaga. Elena Lenhardtson llegó en su silla de ruedas
para pedir por la investigación del crimen de Juan Carlos Alsogaray,
asesinado en febrero de 1976 en Tucumán. El dirigente peronista
Dante Gullo reclamó saber la verdad sobre su madre, secuestrada
el 5 de agosto de 1976 mientras él estaba preso en Sierra
Chica y con su hermano, desaparecido en abril de 1979. El rabino
Daniel Goldman acompañó a las madres de Plaza de Mayo Vera
Jarach y Matilde Mellibovsky, que solicitaron conocer el destino de sus
hijos. Como ellos, más de cien personas reafirmaron el derecho
a la Verdad ante los jueces de la Cámara Federal porteña,
integrada por Horacio Vigliani, Horacio Cattani, Eduardo Luraschi, Martín
Irurzun y Luisa Riva Aramayo. Estuvo también presente Carmen Lapacó,
quien reclamó la reapertura de la investigación de su hija,
cerrada por la Corte Suprema.
Miembros de la Cámara porteña indicaron que todas las causas
presentadas serán analizadas y sumadas a las ya abiertas en ese
tribunal. Además, en cada caso, como es criterio de estos camaristas,
se considerará si son aplicables o no las leyes de Obediencia Debida
y Punto Final.
Las 150 presentaciones, hechas sin abogado, fueron una respuesta a las
acciones de la Corte Suprema y la Cámara de Casación que
apuntan a paralizar los juicios por la Verdad. El último día
antes de la feria de invierno se supo que la Corte ordenó a la
Cámara Federal de Bahía Blancaque remitiera todo el expediente
en el que se investigan los crímenes cometidos por la última
dictadura más de quince mil hojas a la Sala IV de la
Cámara de Casación Penal. Ante lo que consideraron como
una maniobra para paralizar la causa, los jueces de Bahía Blanca
plantearon un problema de competencia ante el máximo tribunal de
la Nación.
La larga hilera de ayer en Comodoro Py fue también una reacción
ante la supuesta mesa de diálogo con la que los militares
pretenden parar las investigaciones judiciales relacionadas con los desaparecidos.
Nora Cortiñas
ante Garzón
La actitud de las autoridades argentinas, de no tramitar las detenciones
ordenadas por el juez Baltasar Garzón contra 48 represores,
viola el principio de independencia judicial. Nora Cortiñas
hizo estas apreciaciones en Madrid, luego de acusar ante el juez español
a Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, al ministro de Interior
de la dictadura Albano Harguindeguy y a los ex generales Guillermo
Suárez Mason e Hipólito Rafael Mariani, por la desaparición
de su hijo Carlos Gustavo Cortiñas, ocurrida el 15 de abril
de 1977 en Buenos Aires. La mujer -miembro de Madres de Plaza de Mayo,
Línea Fundadora señaló a los militares
nombrados como responsables directos del secuestro de
su hijo en su calidad de organizadores principales, entre
otros delitos, del sistema de secuestros y desapariciones masivas
de personas. Las leyes de Punto Final y de Obediencia
Debida no pueden servir de pantalla a los responsables de las desapariciones
forzadas, ya que están derogadas, y son delitos que no prescriben,
subrayó Cortiñas. |
Los reclamos en Santa
Fe
Frente a los tribunales santafesinos también se reclamó
conocer la verdad sobre los crímenes de la última dictadura
militar. Familiares de detenidos desaparecidos y diversas agrupaciones
de derechos humanos pidieron la apertura de 34 juicios por la
verdad. Los escritos fueron presentados ante el Juzgado Federal
de Santa Fe por la agrupación HIJOS junto a Familiares de Desaparecidos,
el Foro contra la Impunidad y por la Justicia y la Comisión
de Apoyo a las Investigaciones de la Fiscalía Federal. La fiscal
federal Griselda Tessio señaló que las fiscalías
que investigamos no estamos pidiendo la comparecencia de algunas personas
de las fuerzas armadas en calidad de imputados o acusados. Por lo
tanto, no los estamos citando en calidad de indagados sino de testigos,
finalizó Tessio. |
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