Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


KIOSCO12

ESTUDIO DE LA UBA SOBRE LOS CAMBIOS QUE SUFRIO LA UNIVERSIDAD
La extinción del mundo académico

Una investigación realizada en la Facultad de Ciencias Sociales señala que �la idea de universidad como comunidad� y �el sujeto universitario� se están desintegrando por el uso de nociones economicistas y por la reducción de la formación a una capacitación para entrar en el mercado.

Por Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) ”El sujeto universitario está diezmado. El vínculo comunitario de la universidad está disuelto.” A ese crítico diagnóstico, se suman muchos otros, también referidos al presente de la universidad argentina: la ausencia de crítica, la difuminación entre lo público y lo privado, la importación de conceptos economicistas, la destrucción de la cooperación en pos de la competencia. Y ellos son sólo algunos de los problemas que detectó un equipo de investigadores de la UBA, como resultado de un estudio rotulado “El giro sistémico en la educación superior y el sujeto universitario”. Desde una perspectiva filosófica y crítica, once profesores y estudiantes –becados por un proyecto UBACyT– se encontraron con que “ante el triunfo de la idea de gerenciamiento se desintegra la idea de universidad como comunidad”, tal como definió el coordinador del equipo, Francisco Naishtat.
El grupo de once investigadores se desempeña en el Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales y su trabajo –que concluirá en los próximos meses con la publicación de un libro– se realizó a partir del análisis comparado de las instituciones del sistema universitario, además del estudio de documentos producidos por organismos internacionales y de estatutos universitarios.
El giro sistémico. El eje del trabajo sostiene que en la última década las universidades sufrieron un “giro sistémico” que coincidió con el crecimiento de la matrícula, el gerenciamiento de las instituciones, la desregulación, la evaluación externa, el aumento y la diversificación de la oferta académica. El giro implica “transformaciones que atentan contra la idea de sujeto universitario como ente autónomo. Eso estaba planteado a nivel mundial desde los ‘80 y, con la Ley de Educación Superior (LES), la gestión de Menem los adaptó al país”, explicó Naishtat, doctor en Filosofía (UBA) y magister de la Sorbona. Y la socióloga Perla Aronson apuntó: “Funciona como un dispositivo que homogeneiza, pero permitiendo la heterogeneidad: da libertad a las universidades para cobrar matrículas, organizar sus sistemas de ingreso, definir sus competencias y decidir cómo administran su presupuesto. Y, a la vez, esos subsistemas cada vez más diferenciados son homogeneizados por dispositivos estatales que evalúan resultados, miden pertinencias y calidad. Todos conceptos importados de la economía”.
El objetivo de la investigación es mostrar cómo ese “giro sistémico” hace peligrar la idea de universidad como comunidad, “como sujeto activo” capaz de generar su propias políticas. El director advirtió: “La realidad masiva de la universidad hace que necesite un gerenciamiento. Ya no puede programarse con los criterios simples del ‘18, ni con los del ‘60. Pero no se puede hacer una política de inicio cero como plantean los organismos internacionales”.
Mercado académico. Uno de los principios introducidos por el “giro sistémico” es la idea de mercado académico. “A partir de la oferta, la demanda y los aranceles, se homogeneizan unidades de enseñanza muy diferentes como la universidad pública y la privada”, señaló Naishtat. El mercado académico difumina las fronteras de lo público y lo privado. Lo hace también en el interior de la universidad pública: “La LES autoriza a arancelar el grado. Y, aunque muchas universidades respetan su tradición y se oponen, todas arancelan el posgrado. Así, el mercado de maestrías termina devaluando las carreras de grado, que tradicionalmente tuvieron un nivel muy alto”.
El único agente. “Detectamos que el único agente que hoy aparece intentando modificar la universidad es el agente externo, el Estado y sus cuadros políticos”, contó Naishtat. Los investigadores estudiaron los efectos que produjo la LES, entre ellos la desregulación de los salarios docentes. “Cambian las formas de vida en el interior de la comunidad académica. Al dividirse los salarios en dos, se cobra un básico y unadicional que es aleatorio, que depende de cómo has sido evaluado y categorizado y que difiere del colega que trabaja al lado tuyo”, ejemplificó. Dentro de este sistema, el Estado queda como único evaluador. “Las universidades compiten entre sí por un presupuesto secundario que otorga el Estado en forma de incentivos docentes o proyectos de investigación que se distribuyen selectivamente. Se logró cambiar la política tradicional de respeto por la autonomía en pos de un sistema competitivo.”
Bautismo de fuego. La universidad funcionó tradicionalmente “como un bautismo de fuego para la vida política y democrática”, donde el alumno empezaba a participar en el destino de las instituciones sociales. “En esta responsabilidad reside el fundamento del cogobierno universitario”, analizó Naishtat. “Como los argumentos de autoridad están excluidos y los alumnos podían rechazar críticamente los argumentos del profesor, funcionaba una comunidad de actores llamada universitas. Allí se planteaba el problema de la ciudadanía. La universidad pública siempre ha sido un elemento activo en la lucha por la democracia y la transformación social”, explicó. Pero hoy ese rol está desapareciendo al imponerse una noción de universidad basada en la capacitación profesional para entrar al mercado laboral, sostienen los investigadores. “Al homologar las tecnicaturas con las carreras, se violenta la idea de sujeto universitario con su fundamento en el potencial crítico –explicó Naishtat–. Ya no se piensa la relación universitaria de manera plena. Se recibe sólo un saber técnico sin participar de la fundamentación crítica del saber científico.”
Evaluación externa. El “giro sistémico” también implicó la llegada de la evaluación externa de la calidad. “Es un fenómeno mundial. Es normal que el Estado tenga una mirada crítica sobre la universidad cuando ésta vive de fondos públicos. Además, la autonomía puede generar endogamia, una universidad encerrada. Por eso, rechazar la evaluación puede ser contraproducente”, diagnosticaron. Pero el problema es el modo en que se fijan los criterios de evaluación. “Hay un enorme déficit por parte de la universidad en la negociación de esos criterios. Deberían ser el resultado de un proceso mixto de discusión con el Estado para evitar que los parámetros resulten un mero recuento de cifras, con la economía como única episteme”, señaló Naishtat.
Sujetos diezmados. Una de las conclusiones más fuertes del trabajo indica que “la universidad dejó de ser una comunidad de vida para transformarse en una comunidad diezmada. El sujeto universitario está en crisis. Ante el giro sistémico, perdió el sujeto”, como señaló Aronson. “Pero no implica que esté muerto –advirtió Naishtat–. Existe una fuerte tradición que, aún con la lengua afuera, sigue funcionando. La pregunta es cómo revivir todo esto. No puede devenir en un asunto de especialistas, sería dramático. La idea del demos universitario, típicamente universitario, herencia de la reforma del ‘18, es el único que puede formular propuestas que conciernan a su propio destino.”

Fracasos en el Conurbano
Otra de las tareas a las que se abocó el equipo de investigadores de la UBA fue al estudio de las universidades creadas en los ‘90 en el Conurbano bonaerense. “No todas tienen el mismo origen –indicó la socióloga Perla Aronson–. Descubrimos que algunas responden a cuestiones políticas, otras a proyectos comunitarios locales y otras a instituciones terciarias que presionaban por tener mayor categoría.” Sin embargo, los investigadores aseguran que ninguna cumple con el objetivo de descomprimir la matriculación de la UBA. Y, según detectaron, plantean un problema adicional: “Como pagan hasta dos veces más que en la UBA, se transforman en un fuerte incentivo para que prestigiosos profesores emigren, a veces abandonando sus equipos y otras llevándoselos con ellos”, dijo Naishtat. Por eso, la investigación concluye que es necesario “repensar de manera global el sistema no desde la competencia sino desde la integración, a partir de criterios más cooperativos que permitan administrar la masividad”.

 

Para el tiempo libre... (si queda)

Cine. Hoy, a las 20, se proyectará Cuerpos invadidos, de David Cronemberg, en la Facultad de Psicología (UBA), Independencia 3065. Gratis.
Medicina. Mañana comienza el curso “Estudio psicosomático del enfermo orgánico en la obra del doctor Luis Chiozza”. En la Facultad de Medicina (UBA), Paraguay al 2100, 4508-3678.
Deportes. El 14 y el 15 se realizarán las “Primeras jornadas de periodismo deportivo: sus principios y contradicciones”, con la presencia de Juan Sasturain, Gonzalo Bonadeo, Marcelo Araujo y otros. Informes: Escuela Superior de Periodismo Deportivo, Calle 53 entre 7 y 8 (La Plata), 0221427-1001.
Memoria. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos realizará el viernes y el sábado un taller gratuito sobre “Dictadura y memoria”, dirigido a docentes del nivel secundario. El objetivo es desarrollar propuestas para tratar estos temas en las aulas. Informes: Callao 569, cuerpo 3, piso 1º, 4814-3714 y 4372-8594.
Poesía. Este viernes, a las 19.30, habrá una charla sobre el movimiento vanguardista Oulipo, organizada por la Casa de la Poesía y la Alianza Francesa. Recitará Ingrid Pellicori y disertarán Guillermo Piro, Valeria Castelo y otros. En Talcahuano 1261. Gratis.
Revista. Salió el último número de la revista-taller de escritura El escriba. Se consigue en librerías o llamando al 4865-5343.
Pedagogía. Desde hoy y hasta el sábado se realizará en diversas sedes el ciclo “Pedagogía de la comunicación, ética y derechos humanos y ecopedagogía”, a cargo de los especialistas Francisco Gutiérrez Pérez y Cruz Mary Prado del Instituto Latinoamericano de Pedagogía de la Comunicación (Costa Rica). Informes: 4854-7351 y 4375-0664.
Portugués. La Fundación de Estudios Brasileros abrió la inscripción para los cursos regulares de primer a sexto nivel de portugués. También hay cursos especiales de literatura, conversación, traducción y otros. Informes: Esmeralda 965, 4313-5222.
Liderazgo. La Universidad de Belgrano realizará el lunes y el martes próximos un seminario sobre “Balance social” y, el miércoles, otro sobre “Liderazgo”. Inscripción: Lavalle 485, 4393-5588/5589.

 
Ocaso y empleo
Dentro de su seminario permanente “Los trabajos en el ocaso del empleo”, el Centro Cultural Rojas de la UBA realizará pasado mañana el encuentro “Las promesas de la técnica. Hoy un juramento... ¿mañana una traición?”. Participarán la socióloga Alcira Argumedo (investigadora del Conicet) y el especialista en Salud Carlos Vicente. Se trata de un espacio abierto a la comunidad para reflexionar, en este caso, sobre cómo los procesos tecnológicos y científicos transforman la vida cotidiana. Los encuentros continuarán todos los jueves hasta noviembre. Siempre a las 20, en Corrientes 2038, piso 1º. Se entregarán certificados de asistencia. Los interesados pueden pedir informes al 4954-5524, de 11 a 18; e-mail: [email protected]. Gratis.

 
DEBATE POR LA REFORMA DE CIENCIAS SOCIALES

Por Antonio Magallanes*
�¿Transformación o ajuste?�

Con la aparición de los medios de comunicación, el manejo de la información se convirtió en uno de los mayores factores de poder. Esta premisa ha sido muy bien asimilada por los que pretenden continuar el ajuste que a nivel nacional aplica el gobierno de De la Rúa. Para eso, la FUBA, conducida por la Alianza, realiza una encuesta con una pregunta vacía y capciosa (si es “necesaria una transformación académica”) y el decano Fortunato Mallimaci hace costosas campañas anunciando la “transformación de Sociales”. Intentan instalar una falsa disyuntiva entre los que quieren la transformación y quienes quieren seguir con el statu quo, basándose en la necesidad de cambio que recorre a la comunidad gracias a la crisis causada por las políticas de ataque a la universidad de los últimos gobiernos y de quien es rector (vitalicio) de la UBA: Oscar Shuberoff.
Pero para leer un discurso es importante leer lo que se dice y también lo que no se dice. Lo que no dicen ni el decano ni la Alianza es que hace años que Sociales no escapa al marco de miseria presupuestaria de la educación en el país; que más de la cuarta parte de los docentes trabaja ad-honorem; que se cursa en condiciones de hacinamiento; que los no docentes estuvieron más de un mes en conflicto para lograr mínimas reivindicaciones; etc. Lo que tampoco dicen es que nuestro decano votó a favor del ajuste propuesto por Shuberoff para la UBA, contradiciendo un comunicado que él mismo había firmado. Y eso que no dicen es lo más importante. Porque en este marco cualquier reforma implica profundizar el ajuste. Porque departamentalizar es el primer paso para hacer un ciclo común de dos años para todas las carreras y para achicar los ciclos de grado pasando contenidos a posgrados arancelados, con terribles consecuencias, como la brutal flexibilización laboral a los docentes que ya está en marcha en Sociales. Por todo esto es que el repudio es generalizado entre los que conocen estas medidas y lo será en toda la facultad cuando se comience a echar luz sobre ellas. Porque, como ocurre en el país, Sociales va a demostrar que, aunque su gobierno y la Alianza intenten engañarnos, alumnos, docentes y no docentes vamos a estar en la vereda opuesta al ajuste. Como lo hemos estado siempre.
* Docente de Sociales; miembro del equipo económico del MST e Izquierda Unida..


Por José Castillo *
“¿Transformación o ajuste?”

Con la aparición de los medios de comunicación, el manejo de la información se convirtió en uno de los mayores factores de poder. Esta premisa ha sido muy bien asimilada por los que pretenden continuar el ajuste que a nivel nacional aplica el gobierno de De la Rúa. Para eso, la FUBA, conducida por la Alianza, realiza una encuesta con una pregunta vacía y capciosa (si es “necesaria una transformación académica”) y el decano Fortunato Mallimaci hace costosas campañas anunciando la “transformación de Sociales”. Intentan instalar una falsa disyuntiva entre los que quieren la transformación y quienes quieren seguir con el statu quo, basándose en la necesidad de cambio que recorre a la comunidad gracias a la crisis causada por las políticas de ataque a la universidad de los últimos gobiernos y de quien es rector (vitalicio) de la UBA: Oscar Shuberoff.
Pero para leer un discurso es importante leer lo que se dice y también lo que no se dice. Lo que no dicen ni el decano ni la Alianza es que hace años que Sociales no escapa al marco de miseria presupuestaria de la educación en el país; que más de la cuarta parte de los docentes trabaja ad-honorem; que se cursa en condiciones de hacinamiento; que los no docentes estuvieron más de un mes en conflicto para lograr mínimas reivindicaciones; etc. Lo que tampoco dicen es que nuestro decano votó a favor del ajuste propuesto por Shuberoff para la UBA, contradiciendo un comunicado que él mismo había firmado. Y eso que no dicen es lo más importante. Porque en este marco cualquier reforma implica profundizar el ajuste. Porque departamentalizar es el primer paso para hacer un ciclo común de dos años para todas las carreras y para achicar los ciclos de grado pasando contenidos a posgrados arancelados, con terribles consecuencias, como la brutal flexibilización laboral a los docentes que ya está en marcha en Sociales. Por todo esto es que el repudio es generalizado entre los que conocen estas medidas y lo será en toda la facultad cuando se comience a echar luz sobre ellas. Porque, como ocurre en el país, Sociales va a demostrar que, aunque su gobierno y la Alianza intenten engañarnos, alumnos, docentes y no docentes vamos a estar en la vereda opuesta al ajuste. Como lo hemos estado siempre.
* Docente de Sociales; miembro del equipo económico del MST e Izquierda Unida.

 

Conicet

Mañana, desde las 10, los científicos opositores a la reforma impulsada para la ciencia y la tecnología por el Gobierno ocuparán la sede central del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Rivadavia al 1900), para reclamar las renuncias de Dante Caputo a la Secretaría de Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva, y del recién nombrado presidente del Conicet, Andrés Carrasco. Entre sus protestas –que se volcarán en una solicitada que se publicará mañana–, los científicos señalan que la transformación propuesta por Caputo “implica el desmantelamiento del sistema científico y la supresión de la Carrera del Investigador, sin siquiera mencionar la Carrera del Personal de Apoyo y el sistema de becas”. También reclaman que se cumpla con "el compromiso preelectoral (asumido por la Alianza) que indicaba un aumento para el área de Ciencia y Tecnología que alcanzaría al 1 por ciento del PBI”; que se restituyan “los 19 millones de pesos recortados al presupuesto del Conicet”, así como el 12 por ciento recortado a los salarios de los investigadores y trabajadores que cobran más de mil pesos.

EL DATO.
Las utopías juveniles

Utopías juveniles: de la bohemia al Che y La reforma universitaria: antecedentes y consecuentes (ambos de Editorial Leviatán) son los nuevos libros de Hugo Biagini, profesor de la Universidad Nacional de La Plata, además de investigador del Conicet. Especialista en historia intelectual, Biagini aborda, en el primer título, las variantes utópicas y el discurso contestatario de los ideales juveniles. En el segundo, rastrea el rol que los jóvenes universitarios (tanto los argentinos como los latinoamericanos) jugaron, sucesivamente, en la Reforma Universitaria del ‘18, en los años sesenta y hasta en la actualidad, donde el autor se ocupa de “la generación posmoderna”.

 

 

PRINCIPAL