Por Santiago Rodríguez
Entre las muchas actividades que ocupan a Enrique Olivera en sus últimos días al frente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires figura la corrección final de un libro cuya síntesis publicará con su firma y la de Fernando de la Rúa en los diarios del domingo próximo, día en que dejará el cargo para asumir como vicepresidente primero de la Legislatura. �Rendición de cuentas�, dice Olivera acerca del objetivo de esa publicación, que consiste en una síntesis de la gestión que junto al actual Presidente comenzó hace cuatro años. En diálogo con Página/12, Olivera hizo un balance de lo hecho por la administración que está a punto de concluir y también analizó el futuro: sobre la etapa que empezarán Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras, aseguró tener �la mayor confianza porque han estado trabajando con nosotros�; de sí mismo negó tener pretensiones de presentarse como candidato a senador y de retornar en el futuro al Ejecutivo porteño, pero no cerró la puerta a una eventual incorporación al gobierno nacional.
�¿Cómo cree que va a ser recordada su gestión?
�La gestión es la que empezó en el �96, cuando fuimos elegidos con Fernando de la Rúa. En aquel momento, elaboramos un programa, que fue la referencia permanente de nuestra tarea de gobierno. Siempre faltan cosas, pero estamos contentos con lo mucho que se ha hecho.
�¿Qué se lleva en el debe y el haber?
�Por lo pronto, se sanearon las cuentas públicas. También se extendió la red de subterráneos: inauguramos cuatro estaciones y hay una más proyectada; estamos trabajando en la extensión de la línea B y por adjudicar en unos diez días la línea H, que va de Pompeya a Retiro, y hay un proyecto de prolongación de la línea E de Plaza de Mayo a Retiro. Comenzamos el plan hidráulico en el �97 con las obras de la Boca y Barracas, se entabicó el arroyo Maldonado y estamos trabajando en un anteproyecto del aliviador; también hay obras en el Vega y en el Medrano y se amplió la red de sumideros. Otro programa importante es el Ciudad y Río, que consistió en la recuperación de las costaneras Sur y Norte. Se inauguraron también 15 nuevas escuelas, 10 en el Sur, se implementó el programa de educación Adultos 2000, en el que ya hay 35 inscriptos. En Salud lo más conocido ha sido el programa Médicos de Cabecera, se reequipó el SAME y hay ocho hospitales ya reconvertidos, en los que se atiende de 8 a 20 y se dan de turnos por teléfono.
�¿Y en el debe qué se lleva?
�Me hubiera gustado que se transfiriera la Policía Federal pero lo impide la ley Cafiero, que no permite recibirla hasta que se derogue, poder adjudicar la línea H de subterráneos; también poder terminar con la licitación para el mantenimiento integral de la vía pública, lo que es veredas, calles, baches, árboles.
�Días atrás Aníbal Ibarra declaró que a la gestión De la Rúa-Olivera le había faltado una política de seguridad. ¿Usted qué dice?
�Desarrollamos los consejos barriales de seguridad, complementando la acción de la policía. Lo que sucede es que no teniendo el control y el comando de la policía es muy difícil armar una política de seguridad. Mientras exista la ley Cafiero no se puede hacer la transferencia; hemos hecho convenios con la policía, tendientes a mejorar el tránsito por ejemplo, y elaborado un proyecto de convenio más amplio, pero eso es claramente insuficiente.
�¿Cómo imagina que será el nuevo gobierno?
�Tengo la mayor esperanza y confianza en el gobierno de Ibarra y (Cecilia) Felgueras por las características personales de ambos y porque han estado trabajando con nosotros. Ibarra formaba parte de nuestras reuniones de gabinete y Cecilia trabajó siempre en el Gobierno de la Ciudad hasta diciembre del año pasado; además, porque reciben la ciudad en una situación mejor de lo que la recibimos nosotros, que estaba prácticamente en cesación de pagos. Ibarra ha manifestado que va a habercontinuidad con esta gestión y estoy convencido de que, además, tendrá que haber superación porque habrá nuevos desafíos.
�¿Cuáles serán esos desafíos?
�Por lo pronto, todo lo que es el desarrollo del sur. Hemos trabajado muchísimo en obras de infraestructura para el desarrollo del sur, pero ahora con el Código de Planeamiento Urbano modificado hay que aprovechar esas obras realizadas para un desarrollo más acelerado que tienda a borrar esa distancia que históricamente ha separado al sur del norte.
�¿Considera que Ibarra eligió los hombres adecuados para su gabinete?
�Sí, la mitad trabajaba conmigo. O sea, de la mitad no tengo dudas; de la otra mitad, tengo muy buenas referencias.
�¿Le parece correcto el pase de la Subsecretaría de Descentralización, que usted tuvo bajo su mando como vicejefe de De la Rúa, a la órbita de la Jefatura de Gobierno?
�El de Descentralización es uno de los programas claves del próximo gobierno porque la etapa de la descentralización administrativa está muy próxima ha concluirse, si no concluida: hay 16 CGP, que atienden a 300 mil personas por mes; allí la gente puede hacer trámites, reclamos y encontrar ámbitos de participación barrial. Debe completarse la descentralización política, que requiere la ley de comunas. Al margen de quién lo lleve adelante, lo que se requiere es que se ponga atención en el programa.
�¿Cree que Felgueras defendió bien la representación del radicalismo en el próximo gabinete?
�Para que Felgueras haya tenido que defender algo, alguien la tendría que haber atacado y no creo que nadie lo haya hecho. Si hay algo opinable es cómo se arma un gobierno y más aún si es de coalición. Lo importante es que se haya elegido gente profesional y honesta. Ese objetivo entiendo que ha sido cumplido y que Felgueras actuó correctamente.
�Usted fue primer candidato a legislador, ¿cómo evalúa el desempeño electoral de la lista de la Alianza?
�Hizo un buen papel. Hubo dos circunstancias que disminuyeron la representación de la Alianza: la primera, la eliminación del piso electoral del 3 por ciento, y luego que hubo cuatro listas apoyando la fórmula a la Jefatura de Gobierno y eso generó mucha confusión y tuvo incidencia. De todas maneras, con los aliados tenemos 29 diputados, que es más o menos el 49 por ciento.
�¿Cuál será su papel en la Legislatura, más allá de ocupar la vicepresidencia primera?
�Será necesario trabajar sobre la base de búsqueda de consensos. Aspiro a que las coincidencias no se realicen en función de los intereses partidarios, sino a partir del análisis de cada proyecto.
�Hay muchos que opinan que no durará mucho en la Legislatura porque se irá a un cargo en el gobierno nacional. ¿Existe esa posibilidad?
�Si la hubiera, no soy yo quien podría contestarlo.
�¿Está en sus planes ser candidato a senador?
�No está en mis planes la senaduría ni volver al Ejecutivo de la Ciudad porque es una etapa cumplida.
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