Por Alejandra Dandan
 A tres días de asumir la Jefatura del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra propuso reabrir en la ciudad el debate sobre la eventual creación de una �zona roja� para el sexo callejero. �Hoy está prohibido y, como no podía ser de otra manera, se va a cumplir con la ley�, se atajó, pero adelantó que impulsará �una discusión, porque lo que se asuma debe ser asumido por todos o por la gran mayoría�. El tema mantiene ocupados en varios barrios porteños a asociaciones vecinales y organismos que nuclean travestis y prostitutas. Ayer, las travestis protestaron frente a la sede de la Jefatura de Gobierno y pidieron libertad para ejercer la prostitución.
Aunque Ibarra no fijó plazos ni posiciones, dejó abierta la posibilidad de una nueva discusión sobre el crítico artículo 71, que prohíbe la oferta y demanda de sexo callejero. Recordó que cuando aún no había sido sancionado el artículo, estaba prohibido el sexo callejero �en las cercanías de escuelas, iglesias y otras instituciones, es decir en casi el 90 por ciento de la ciudad�. Es decir que sólo había un �10 por ciento de la Capital� liberado a esa actividad. Frente a eso, admitió como �necesaria� una discusión sobre la posibilidad de instalar una �zona roja�. �Es una de las hipótesis que están planteadas. Y, si uno advierte el consenso, es una de las hipótesis posibles�, sostuvo.
Entre las organizaciones de minorías sexuales, la posición parece unánime. �Lo que podría hacerse son zonas de contención donde se garantice la seguridad, pero que no sean excluyentes�, explicó a Página/12 César Ciglutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Ciglutti formó parte en estos días de reuniones convocadas en Constitución para debatir propuestas a fin de solucionar dos situaciones clave, acaso transferibles, a gran parte de la Capital. La primera son las quejas que los vecinos acercaron al Centro de Gestión (CGP) a cargo de Adrián Rivera, por la presencia de prostitutas y travestis en el radio de la estación. Pero sobre este tema se sobreimprime otro: los abusos policiales, especialmente sobre travestis, que según la CHA se han incrementado �desmesuradamente� en estas dos semanas.
Bajo ese escenario, en el CGP se hicieron reuniones con cinco asociaciones vecinales, representantes de grupos de minorías sexuales y de prostitutas. No fueron convocadas las comisarías de la zona. Y el motivo, según una fuente del CGP, es que �con la zona roja se les termina el negocio de la recaudación callejera�. Con esta prevención, se avanza allí sobre la posibilidad de crear un área libre sobre la calle Hornos, detrás de la fábrica de Bagley y a 150 metros de distancia de las primeras casas habitadas. De este modo, desde el CGP se considera que sería desplazada la oferta concentrada en calles internas del barrio. Alentada por la línea de la CHA, la propuesta tendería a promover la concentración del trabajo allí y no tornar obligatorio que sea en ese lugar, �para que no se trasforme en un campo de concentración �dijo Ciglutti� y que se extermine a la travesti que esté afuera�.
Constitución aparece hasta ahora como sede de uno de los debates más orgánicos. Por detrás, también en Núñez se alientan discusiones para consensuar alternativas por quejas de vecinos cercanos a la Avenida del Libertador. Laura Rodríguez, de la Asociación Nueva Ciudad, da cuenta de los datos sobre los que trabajan en su CGP: �Desde hace dos años, sobre Libertador, desde General Paz hasta Congreso, viene creciendo la cantidad de gente que ofrece sexo en la calle�. La mujer cuenta diez por cuadra, aunque el dato fue relativizado por el Consejo de Seguridad local. Todavía muy despacio, comienzan a delinear lo buscado: �Lugares donde ejercer el sexo libremente �dice Rodríguez�, con más controles y seguridad para ellos mismos�.
La trama abusiva de parte de las fuerzas de seguridad, registrada en Constitución, aparece confirmada por la Defensoría del Pueblo. Allí se han incrementado las denuncias no sólo vinculadas a pedidos de coimas sinotambién a abusos de autoridad. �Ahora para que les paguen, la policía las amenaza con hacerles dos actas seguidas�, explicó una fuente del organismo. Las dos actas, de acuerdo con el Código, habilita a la policía a aplicar la contravención. La oferta y demanda de sexo en la calle es uno de los delitos con más infracciones: 45,3 por ciento de las contravenciones son sobre esa materia aunque la defensoría asegura que más de la mitad de las multas están mal hechas. Esa fue la causa que motorizó ayer frente a la Casa de Gobierno el acto de repudio convocado por organizaciones de minorías sexuales. Para Mónica Lyon, las persecuciones sistemáticas en la calle podrían estar vinculadas a las presiones que existen para la formación de la zona roja. �Porque las quiere la cana -dice�, porque así van a poder cobrar�. A pesar del reparo, la travesti acepta la formación de un área que les daría cobertura, pero sobre todo protección.
|
