Por Adriana Meyer e Irina Hauser
Los camaristas federales de Bahía Blanca que impulsan el Juicio por la Verdad deberán seguir esperando que la Cámara de Casación Penal les devuelva el expediente, aunque al parecer no tanto como suponían. �No vamos a detener el juicio, resolveremos a más tardar dentro de dos semanas�, le anunció ayer a Página/12 un alto funcionario allegado a la Cámara de Casación, el tribunal donde quedaron estancadas las actuaciones como consecuencia de una resolución que firmaron el jueves todos los ministros de la Corte Suprema.
La discusión sobre a quién le corresponde la competencia en los Juicios por la Verdad fue planteada por la Cámara de Bahía Blanca. Los jueces bahienses dicen que Casación no puede intervenir en ninguna instancia en el juicio, ni siquiera como tribunal de apelación. Sin embargo, el jueves la Corte les contestó que �no se observa la presencia de un conflicto de competencia� �tal como informó este diario en su edición de ayer� y por lo tanto, aunque sin decirlo explícitamente, avaló la intervención de Casación y dejó en pie todo lo actuado. Ese mismo día los magistrados bahienses habían presentado un nuevo reclamo ante el alto tribunal. La resolución que firmaron los nueve ministros no despojó a la Cámara de Bahía Blanca de su jurisdicción.
La disputa se inició cuando la Cámara de Casación aceptó un recurso de queja presentado por el teniente coronel Julián Oscar Corres �denunciado por falso testimonio luego de declarar�, el único militar en actividad que hasta ahora fue convocado a dar testimonio, quien pretendía que su declaración fuera impugnada. En aquel entonces la Casación pidió que le enviaran el expediente completo. �No fue para interferir en el juicio de Bahía sino porque inicialmente sólo se habían recibido fotocopias del juicio original y no estaba la reapertura del último período�, dijo el allegado al Tribunal.
La disputa se agravó después de que la Corte le ordenara a la Cámara de Bahía que le entregara a la de Casación las 15 mil páginas de pesquisa. Como primera medida, el nuevo tribunal liberó a los militares retirados Santiago Cruciani y Armando Barrera, que se habían negado a declarar.
El vocero de Casación consultado aseguró que ahora los tres integrantes de la sala IV terminarán de analizar las quejas provenientes del juicio de Bahía. Dos de ellas se refieren a los arrestos, otra es la del coronel Corres y hay un cuarto planteo que cuestiona la competencia de la Cámara de Bahía Blanca. �La idea es resolver rápido estas cuestiones�, afirmó.
Ante la inquietud de que los jueces de casación cumplan con algunas de las expectativas de los uniformados en cuanto a las limitaciones a los Juicios por la Verdad, el modelo a seguir sería �dijo el funcionario judicial� similar al que adoptó la Cámara Federal porteña en el Juicio por la Verdad iniciado en 1995. En ese proceso, algunos militares declararon como imputados, sin juramento de decir la verdad y con la posibilidad de negarse a declarar sin consecuencias penales. Otros lo hicieron como testigos, por lo tanto estaban obligados a comparecer, a declarar y a decir la verdad. En el juicio de Bahía todos los militares son citados en estas condiciones y es eso lo que los irrita.
INTIMIDACION AL FISCAL OSORIO
Marquevich cerró el caso
Por A.M.
�El juez Roberto Marquevich no consiguió nada ni intentó hacerlo�, se quejó el fiscal federal Miguel Angel Osorio ante Página/12. Se refería a la investigación archivada esta semana por el juez federal de San Isidro, referida a la intimidación que sufrió en el verano, a partir del ingreso en su casa de desconocidos que le dejaron mensajes amenazantes. El fiscal del caso conocido como �la mafia del oro� aseguró que se siente �desprotegido� por actitudes como la de este magistrado y prometió iniciar �otras acciones en su contra�. Marquevich afronta varios pedidos de remoción en el Consejo de la Magistratura y es en ese organismo que Osorio dijo centrar ahora �sus esperanzas�.
El 30 de enero Osorio volvió de sus vacaciones y apenas abrió la puerta de su departamento, ubicado en San Fernando, vio un crucifijo dado vuelta, las fotos personales cambiadas de lugar y un pedazo de papel en el que manos anónimas pegaron letras recortadas de diarios para formar la frase �Miguel, tranquilizate, la próxima va en serio�. Más tarde comprobó que se habían llevado dos pasaportes y dos tarjetas de crédito. Los violentos rompieron la puerta que lleva a una pequeña cocina. No le robaron nada relacionado con las causas que investiga por lo que el fiscal calificó el hecho como �una clara acción intimidatoria� y no dudó en relacionarla con �alguno de los casos� que están en sus manos. �Puede ser tanto la causa del oro o la de las cuentas de Alfredo Yabrán en Suiza�, había afirmado.
El fiscal sospecha que los intrusos ingresaron en su departamento desde la vivienda de su vecino de piso, un ex policía que en el expediente se llama Marcelo Díaz pero en los archivos de la policía bonaerense tiene un apellido diferente y en los de la Federal sus datos filiatorios son distintos. Este era el único imputado en la causa y Marquevich lo sobreseyó. �Está exonerado de la Federal y en virtud de la eficiencia de los aparatos policiales y judiciales estaba con un pedido de captura por haber participado en el intento de asalto a un camión blindado pero vivía alegremente al lado mío�, describió Osorio. Y cuestionó a Marquevich por haber intervenido sus teléfonos y no los de su vecino. �Desechó pericias importantes y dejó líneas de investigación sin desarrollar, por ejemplo la que marca las relaciones del individuo sobreseído con la ex policía bonaerense�, agregó ofuscado el fiscal.
Consultado por Página/12, Marquevich se limitó a expresar que para contestarle a Osorio �me remito en todas las líneas a mi resolución y le digo que si tiene algún cuestionamiento puede apelar o recurrir al juicio político�. El magistrado agregó que tomó la decisión de cerrar el caso �en acuerdo con el Ministerio Público�, es decir, con los fiscales que intervinieron.
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