Esta vez fue el gobernador cordobés José Manuel de la Sota quien puso al Presidente a la defensiva, atacando la política de su ministro de Economía, José Luis Machinea. De la Sota, que busca capitalizar políticamente a nivel nacional su controvertida estrategia de reducción de impuestos en Córdoba, cuestionó a Machinea porque �mira todo con los ojos contables� y propuso al gobierno nacional bajar impuestos a la industria automotriz para reactivar ese sector. Así obligó a Fernando de la Rúa a decir que �Economía está analizando esa propuesta�. Sin embargo, Machinea, más preocupado por la mirada del establishment financiero que por los votos, respondió que �a veces se confunde creatividad con magia�, y ratificó que no pueden bajarse impuestos a nivel nacional. Carlos Ruckauf, competidor interno de De la Sota en la carrera presidencial, también eligió en los últimos días como blanco de sus cuestionamientos a Machinea. Ayer fue el turno de De la Sota. Como Ruckauf, el gobernador cordobés sabe que la política económica, después del ajuste, es una de las caras del Gobierno con peor imagen ante la opinión pública. Tanto es así que en los últimos meses, según los encuestadores, fue el elemento que más erosionó la todavía buena imagen presidencial. No es casual que, después de los embates de Ruckauf, pidiendo un cambio en la política económica, le sucedan los de De la Sota. El país �está necesitando de nuevas ideas, prudentemente audaces, que ayuden a mirar con optimismo el presente y el futuro�, afirma. Y advirtió que �no podemos pasar de la hiperinflación a la hiperdesocupación�. Pese a los disparos sobre Machi-nea, De la Sota se cuidó de no atacar a De la Rúa, también repitiendo la estrategia de Ruckauf, que por ahora considera redituable mostrarse comprensivo y cooperativo con el Presidente. Así, se negó a calificar al Gobierno ��lo va a calificar la gente el año que viene, con la elección de diputados y senadores�, afirmó�, y dijo que �tal vez sea un poco temprano (para una calificación); habría que darle más tiempo�. Volviendo a apuntar sobre Machinea, afirmó que �el Gobierno tiene una `capitis diminutio� (en latín, capacidad disminuida) en materia de medidas que pueden originar costos fiscales�. Y agregó que �el ministro Machinea, que hoy cuida tanto el equilibrio fiscal, lo cual no es malo, es muy bueno pero que al mismo tiempo todo lo mira con ojos contables, y cuando lo hace es porque está teniendo memoria de lo que ocurrió con la hiperinflación�, interpretó. Luego, expresó que �los economistas tienen terror de bajar impuestos�. Así como un día antes el Presidente había dicho frente a las críticas de Ruckauf que �el tema en materia económica no está cerrado� y aceptó �dialogar� con el gobernador bonaerense, en esta oportunidad, también optó por no defender a rajatabla el rumbo, como hacía Menem, y entrar en una polémica que fortalecería a la oposición. �Ya lo hablamos (con De la Sota). Economía está analizando� la propuesta, dijo primero. Y luego explicó que pedirá �la opinión de los economistas� para estudiar �la relación causa-beneficio (sic) de una medida de ese tipo�. Machinea, en cambio, respondió con una señal tranquilizadora al establishment, al ratificar el rumbo y asegurar que quienes lo cuestionan �a veces confunden creatividad con magia�. Y si bien sostuvo que bajar impuestos �ayudaría a mejorar la competitividad�, enfatizó que una medida de esa naturaleza no se puede adoptar a nivel nacional porque De la Sota �recibió una provincia con equilibrio fiscal, mientras que en la provincia de Buenos Aires y en la Nación las cuentas estaban desquiciadas�. Por otro lado, volvió a retrucarle a Ruckauf, al decir, en tono irónico, que �como él dijo que tenía una propuesta, me parece importante que la conozcamos en detalle, para poder discutirla�. A su vez, Machinea continuó con la otra polémica, la que mantiene con los principales consultores de la city sobre el pronóstico de crecimiento de la economía para este año. En este sentido, aseguró que el Gobiernosigue sosteniendo el pronóstico del 3 por ciento, y desmintió las versiones que daban cuenta de un ajuste en las propias cifras oficiales. Miguel Angel Broda había dicho, días atrás, que su pronóstico era justo la mitad: 1,5 por ciento. Y, según admitió un alto funcionario del Ministerio de Economía a Página/12, �mantenemos el pronóstico del 3 por ciento, pero en orden de probabilidad primero está un pronóstico de crecimiento del 2 por ciento�.
ECONOMIA DESMINTIO QUE FUERA A GRAVAR PLAZOS FIJOS El Gobierno en pleno se vio obligado a desmentir ayer la posibilidad de gravar los depósitos a plazo fijo de las empresas. �Lo descarto totalmente. No es así, y no debe insistirse con lo que no es�, aseveró Fernando de la Rúa. La versión de que Economía volvería a insistir con la idea de imponerles un impuesto a los certificados de las compañías había partido desde la Jefatura de Gabinete, y figuraba en el adelanto del Presupuesto 2001 que esa repartición envió al Congreso.
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