Por Alejandra Dandan
La Fundación Favaloro se encuentra terminando los detalles de un megaplan de salvataje que será presentado públicamente antes del próximo miércoles. Las autoridades de la entidad que dirigía el suicidado cardiocirujano pedirán al Gobierno la condonación de los 30 millones de deuda contraída por la Fundación con el ex Banade por la construcción del edificio de la avenida Belgrano. Además, buscarán conquistar en el corto plazo, 25 millones de dólares en dinero fresco: el primer destino serán sueldos y proveedores atrasados. Para eso se promoverá a partir de la semana próxima la sanción de una ley o decreto de mecenazgo que otorgue plafón legal a los empresarios que ya comprometieron sus aportes. Para donaciones más modestas �o no tanto� habrá cajas de ahorro en tres entidades financieras y sistemas de colectas telefónicas.
Las propuestas partieron de un equipo integrado, entre otros, por Luis Landriscina y el ejecutivo Angel Perversi, consultor de la Fundación y amigo personal de René Favaloro. Algunas de ellas habían sido discutidas con Favaloro poco antes de su muerte. Perversi fue una de las personas que trabajó ad honorem en el análisis de gestión y restructuración de la Fundación. Ante un pedido personal de Favaloro, llevó adelante, entre otras ideas, aquella vinculada con la sanción legislativa de la ley de mecenazgo. El empresario y directivos de la Fundación consideran como pilar fundamental el ingreso de dinero a través de ese canal. Y el proyecto de ley integró la primera de las recomendaciones elevadas por Perversi al cardiocirujano.
Ahora, esa búsqueda se llevará adelante cuando la iniciativa se presente al Ejecutivo. �La ley nacional de mecenazgo, como la tienen Europa y Estados Unidos, es necesaria porque las colectas son trabajos brutales�, explicó Perversi a Página/12. Los grandes empresarios �podrán hacer aportes �continuó� con los debidos controles: se está pensando en auditorías y la inclusión de un consejo de notables�. A criterio de los evaluadores, los agujeros financieros que la Fundación debe resolver en forma más rápida no soportarían la espera que demanda la sanción de una ley. �Se necesita el dinero con mucha urgencia �dijo Perversi� y por eso pedimos la sanción de un decreto especial que otorgue marco legal inmediato a los aportes ya comprometidos.�
Esa será la estructura más importante de la parte programática del plan. Para completarla, Telefónica puso a disposición dos números a través de los cuales se podrán hacer donaciones. A través del 0605 111 0111, de modo automático, a quien llame se le descontarán cinco pesos de su factura telefónica. Existirá como alternativa, el 011 479 6100, para aportes menores o mayores. Los organizadores explicaron que, como mecanismo de prueba, las donaciones serán grabadas y controladas a través de auditorías. A los teléfonos se les incorpora cuentas bancarias. Corresponden a tres cuentas de cajas de ahorro en peso que están a nombre de la Fundación. Son del Banco Nación, con el número 28-5288-3, del Suquía, con el 026-17-000385/6 y del banco Río, con el 176-20424/2.
El pedido por la condonación de los 30 millones de dólares es otro de los ejes del programa. Se trata de una deuda contraída por la Fundación con el ex Banco Nacional de Desarrollo (ver página 16). El reclamo se fundamenta en la crisis producida por la suspensión de los subsidios estatales. Pero además, a criterio de Perversi, existe otro fundamento: �El Estado mantuvo durante años deudas con la Fundación y nunca se le cobró intereses por los pagos con retraso. En cambio, cuando la Fundación se atrasa con los pagos de los créditos, los bancos siguen cobrando�.
La gestión de Perversi
�Nunca hubo de parte mía una propuesta para restringir personal de la Fundación Favaloro.� Angel Perversi, ex director de la Anses, aseguró que no estuvo vinculado a un plan de ajuste en la Fundación, en la que se desempeñó como consultor ad honorem. En diálogo con este diario, explicó que dos meses atrás, Favaloro lo había llamado para revisar �los números, porque la situación era realmente crítica�. Convocado como �amigo personal� del doctor, Perversi desarrolló el análisis de gestión y costos en forma paralela a otras personas cuyo asesoramiento �según su explicación� también habría sido solicitado por Favaloro. �Me reuní una vez hace dos semanas en Puerto Madero con Enrique Pescarmona, que había llegado a conclusiones similares�, dijo. Nunca se reunió, sostuvo, con Amalia Fortabat, con quien el cardiocirujano estaba distanciado. |
opinion
Por Juan C. Volnovich * |
La lista de Favaloro
Ellos lo dejaron morir. Ellos lo empujaron a la muerte. Y, ahora, ¿quién podrá sostenerle la mirada? No le alcanzó la posibilidad de salvarse solo. Si su fundación no se salvaba, era él quien no se salvaba. Claro ejemplo donde el altruismo triunfa sobre el egoísmo. Un hombre tan genial, tan generoso no tiene lugar en este mundo ingrato.
Por una vez, importa más la narrativa que circula por el imaginario social, que las causas reales del suicidio individual. Y la apropiación colectiva de la tragedia tiende a instalar en el lugar de víctima del Estado a este Schindler argentino. Schindler trágico que, con su suicidio, denunció el fracaso de esa empresa destinada a agregar vidas a su lista. Así, el suicidio individual pasa a ser un síntoma social, analizador, que re-vela tanto como oculta.
Revela el sufrimiento ante la injusticia coti-diana vivida en carne propia por una multitud de ciudadanos a los que el Estado les da la espalda. Gente común que se siente postergada, ignorada en sus reclamos, no reconocida.
Oculta que es el ideario neoliberal el que domina cuando sólo se reclama que el Estado cumpla con sus compromisos con la Fundación. Oculta que esa fundación es una empresa y que su condición de �bien público� no tiene por qué hacernos olvidar su característica emblemática: la privatización de la salud pública.
Revela lo que se sabía, pero permanecía desmentido: la cantidad de seres anónimos a quienes el Estado mata con la indiferencia. La enorme cantidad de profesionales que en los servicios asistenciales, en los hospitales públicos, trabajan duramente, ignorados y sin esperanza alguna de ser reconocidos y que se han sentido identificados con la víctima.
Oculta que las fundaciones privadas, las universidades privadas, son las respuestas corruptas de un sistema que naturaliza la distribución desigual de bienes simbólicos, de cantidad y calidad de vida. Oculta que este tipo de organizaciones privadas refuerzan la discriminación y abren un abismo insalvable entre los que como tienen, pueden y los que ni pueden, ni tienen ni van a tener jamás. Oculta que el malestar civil con un Estado que no cumplió con una empresa privada encubre el malestar civil con un Estado que no cumple con garantizar la salud pública. Oculta que la acumulación de capital cuesta vidas, no las salva, aunque, guiado por esa vocación de misionero, algo de ese capital privado acumulado se dedique al noble ejercicio de la caridad.
* Psicoanalista. |
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