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SERGIO ROTMAN Y UNA PARTICULAR VISION DE SU BANDA
�Es un proyecto desubicado �

Así habla de Cienfuegos, el grupo por el que abandonó su status de estrella latina como parte de los Cadillacs. También acompaña a su esposa, la cantante puertorriqueña Mimi Maura. Dice que no hay bandas �nuevas� y que nadie arriesga por hacer algo �distinto�.

�Nunca hicimos nada de lo que debíamos: una situación perfecta para una banda sincera.�


Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) La vida como músico de Sergio Rotman no es una doble vida, como podría suponerse. Es cierto que toca en dos bandas �Cienfuegos y Mimi Maura� que se presentan opuestas en ritmos y estados de ánimo �afterpunk, rock sensible y nihilista la primera; dancehall, música centroamericana y optimismo con la voz de su esposa puertorriqueña, la segunda�, pero ambas forman parte de una misma cosmovisión, cuyo origen pedagógico es la new wave de los ochenta. �Cuando nosotros empezamos, tenías que saber tocar todos los estilos�, cuenta el ex Fabuloso Cadillac, antes de su participación en la segunda jornada de un festival que tendrá lugar mañana en Museum (Perú 535). �Los referentes te obligaban a aprender a tocar así. Lo mismo le pasó a Todos Tus Muertos, pero ellos eran dogmáticos, inrockuptibles... Nosotros somos bastante corruptos y degenerados�, le dice sin pudor a Página/12. 
�¿Cuál es el lugar de su banda en medio de la escena rock actual? 
�Cienfuegos es un proyecto que difícilmente podría estar más desubicado en el tiempo. Nunca hicimos nada de lo que se suponía debíamos hacer: una situación perfecta para ser una banda de rock sincera. No tenemos cosas de afuera que nos perturben. Ni siquiera dinero, y eso es malo, pero si pienso en la carrera de estos cinco años, fue muy buena. 
�Con Mimi Maura, ¿las cosas son distintas?
�Completamente, los mismos músicos se comportan distinto. Es muy interesante: domina un clima relajado, en el que la sonrisa siempre está presente... Para encontrar la última sonrisa en Cienfuegos, hay que escarbar junto a los restos de un Tiranosaurio Rex. 
�¿Escucha bandas de rock que hayan aparecido últimamente en la Argentina?
�¿Hay bandas nuevas en la Argentina? No creo. Están todos los estilos cubiertos, no hay problema. No hay nadie que arriesgue algo distinto. Lo nuevo pasa por el lado de los solistas, pero es importante que no coqueteen con la moda. Hay mucho solista con la maquinita atrás, la computadora, y ésa no era la idea. Pero hoy la carencia también está afuera: desde que murió la música disco que no estábamos tan mal. Cuando estaba de moda el hair metal, creía que no podía haber nada peor que Cinderella. Pero me equivocaba: Backstreet Boys es muchísimo peor. Te bombardean con eso y terminás pensando que el heavy metal es Limp Bizkit. ¿Eminem es el anticuerpo de Britney Spears, o es lo mismo? Eso también va a traer una explosión, como pasó con Nirvana. 
�Para eso debería aparecer otro Kurt Cobain.
�Sí, y de eso acá hay muy poco. Hay muchos grupos buenos (inclusive Cienfuegos es un buen grupo), pero con eso no alcanza. Me gustaría ver alguien que muera sobre el escenario, como hacía Luca... Alguien debería tomarse esto en serio. Ahora los grupos enseguida nos caemos. Hace falta alguien que sufra mucho. Eso es lo que se compró de Nirvana. Alguien tiene que dar su cuerpo por la humanidad. Espero no ser yo.
�¿Cienfuegos no está para eso?
�Creo que sí. Podríamos ser uno de los grupos más interesantes, pero estamos en un camino extremadamente difícil. La gente y las compañías no tienen tiempo de escuchar a un grupo sensible. El camino está difícil para grupos como nosotros, Pez, Massacre... Esos conciertos son los mejores: los de Fun People, con mil personas en Cemento. Después de eso se acaba el rock, pasás a Obras y a la guía de espectáculos de Clarín. No es que esté mal tocar en Obras: está buenísimo, pero ya no es rock. Es como el café concert. No existe el café concert en el Maipo. 

 

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