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DOS CHICOS MUERTOS A BALAZOS EN UN PUEBLO
El fin de Jackson y Gustavo

Parece ser un accidente: uno le mostraba su arma al otro, lo mató de un balazo y después se suicidó.

Gustavo, 22 años, dueño del arma, y Jackson, 17, su amigo. 


Por Alejandra Dandan

t.gif (862 bytes) El pub estaba demasiado lleno. Jackson fue al baño, Gustavo lo siguió. Cerraron la puerta. Gustavo sacó la pistola nueva. Hacía unos días le había contado a Jackson que la tenía, ahí mismo en el bar, cuando pintaban las paredes. Para el viernes, el bar ya estaba listo, cargado de gente y de copas. Es el único que tiene Leandro N. Alem, un pueblo al norte de la provincia de Buenos Aires. Y de noche se juntan todos, también Jackson y Gustavo que terminaron esa madrugada encerrados en un baño. Gustavo dijo que la pistola era segura, por eso la apoyó tranquilo sobre la frente de su amigo. Después se oyó un disparo. Y después otros dos. Atrás de la puerta del baño, la policía encontró los cuerpos de los dos amigos muertos. Y abrazados.
Se habló de un pacto suicida. Pero también de un juego maldito. �Creemos que hubo homicidio y suicidio, pero aún no sabemos si el homicidio fue doloso�, le explicó a Página/12 una fuente de la fiscalía. Gustavo Daniel Carrera es el chico de 22 años que llegó al pub con una pistola calibre 45. Jackson Bellone, su amigo de 17, terminaba el secundario en Junín y a la noche siempre estaba ahí en La Victoria, el pub de sus padres.
El viernes, a eso de las once, Gustavo llegó al bar. �El ni pensaba venir, fue porque andaba peleado con su novia�, dice Mariano Morales, otro de los amigos. El bar estaba lleno, eran más de treinta adentro. �Cuando lo vi a eso de las 11 �sigue�, estaba fresco, si está tomado, te das cuenta enseguida�. Gustavo pasó por la barra donde estaba Mariano y le mostró la pistola. Era casi nueva, la había usado unas veces nada más, practicando tiro al blanco con unas latas. Era la primera arma conquistada para su futuro oficio: �Quería hacerse coleccionista de armas, justo ahora que terminaba el curso de bombero voluntario�, cuenta otro de la barra.
Así les contaba Gustavo a los amigos. Quería ser coleccionista. Se los decía en el pueblo y la idea no la cambió cuando se puso de novio, la última vez con alguien de la Capital. Por eso, en el pueblo recién se lo volvía a ver ahora, porque andaba peleado con su novia. Nadie sabe en Alem si la separación lo deprimió, pero esa explicación aparecía ayer, susurrada, en voz bajita, mientras la gente acompañaba a los muertos.
�Para mí fue un juego: sacó el arma para asustarlo y esa arma es automática y se dispara sola. Y al ver que lo mató, se puso el tiro él� dice Mariano. El primer disparo se oyó a la 1.15. Y enseguida los otros dos. La primera bala atravesó la cabeza de Jackson, por la frente. La otra, fue la de Gustavo. Se apoyó la pistola en la sien y disparó. El tercero quedó en el baño, incrustado a una pared. 
�Se habían volado la cabeza �dice Mariano�. El Gustavo estaba atrás de la puerta del baño, abrazado al Jackson.

 

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