MIENTRAS
SUBE LOS DEPOSITOS, CAEN LOS CREDITOS |
Los depósitos bancarios aumentan mes a mes. También las reservas del Banco Central. Las tasas de interés bajaron en forma tenue desde los máximos de mayo pasado. Todas buenas noticias que podrían alegrar a José Luis Machinea, esperanzado de que, por fin, estos índices del sistema financiero estén avisando sobre una inminente reactivación de la economía. Sin embargo, algo falla. Durante julio, los créditos de los bancos al sector privado volvieron a caer, a pesar de las buenas ondas que se esmera en tirar el Gobierno. Por ahora, la cautela de la gente puede más que las promesas y la visión optimista del oficialismo. Y el ansiado despegue económico tarda en llegar. En Julio, el stock de préstamos al sector privado bajó 1,1 por ciento respecto de junio. El nivel actual se ubica en 63.392 millones de pesos, lo que significa que entre un mes y el otro el stock total cayó en 705 millones. Si la comparación se realiza con julio del '99, la merma es aún mayor. En el último año, la caída fue del 4,4 por ciento, por lo que el stock de créditos otorgados a los privados se deprimió en ese lapso en 2917,6 millones. Un informe preparado por la Fundación Capital, que dirige el economista Martín Redrado, relevó cuáles han sido los sectores que más se retrayeron en el mercado crediticio: las pequeñas empresas y los clientes individuales. En este último rubro se destacaron la caída del 0,6 por ciento en el otorgamiento de préstamos personales (luego de cuatro meses consecutivos de alzas) y una desaceleración de las líneas hipotecarias (el mes pasado mejoraron 0,3 por ciento contra subas promedio del 0,6 por ciento tanto en mayo como en junio). Lo cierto es que el sistema financiero muestra dos caras bien diferenciadas. Por un lado, el aspecto negativo, con los créditos en constante baja. Pero por el otro, en la fase positiva, se evidencia una mejora en el nivel de depósitos y de las reservas del Central. Los depósitos totales se incrementan a razón del 1 por ciento mensual y ya totalizan 84.500 millones. También es cierto que cada vez es más importante la dolarización del sistema financiero. Los plazos fijos en dólares aumentan a un ritmo del 1,5 por ciento cada mes, y representan el 85 por ciento del total de depósitos en moneda extranjera. En cambio, los depósitos a plazo fijo en pesos (13.374 millones) representan apenas el 37 por ciento del total en moneda local (36.269 millones). Las reservas totales del BC se sitúan en niveles récord: 34.000 millones. Las tasas de interés, tanto las activas como las pasivas, mostraron el mes pasado una leve baja. Las empresas de primera línea están pagando un 9,5 por ciento anual para los créditos en pesos y un 8,7 por ciento en las líneas dolarizadas. En tanto, los plazos fijos en pesos y dólares rinden 7,5 y 6,7 por ciento anual, respectivamente. Todos estos valores se sitúan un punto por debajo a los niveles máximos de mayo. Pero, ¿qué hacen los bancos ante semejante exceso de liquidez? Le prestan cada vez más al Estado. En medio de la pinchadura generalizada, el Estado se convirtió en un cliente excepcional para las entidades financieras, y la financiación al sector público sigue expandiéndose con fuerza: el mes pasado, un 6,2 por ciento. Atento a esta realidad, el Gobierno flexibilizó normas del Central para alentar a la gente a ir a los bancos a pedir prestado.
|