Por Cledis Candelaresi
Un cuarteto de empresas públicas liquidadas concentran acreencias
a favor del Estado por casi 1700 millones de pesos. La mayor parte son
deudas privadas contraídas con el desaparecido Banco Nacional de
Desarrollo (Banade), que auxilió con créditos blandos a
ignotas pymes, pero también a unas cuantas firmas célebres
y, en algunos casos, próximas al poder. Entre ellas, la Fundación
Favaloro y la quebrada Astilleros Alianza, presuntamente asesorada por
la ingeniera María Julia Alsogaray. Pero las expectativas oficiales
respecto de este paquete de deudas a cobrar son modestísimas. Tanto
que, para recuperar "aunque sea algo", se decidió organizar
programas de regularización de pasivos, que favorecerán
a los deudores con importantes quitas.
Banade en Liquidación encabeza la nómina de acreedoras públicas
con un total de deudas a su favor de 1100 millones de pesos. Pero la lista
se completa con Obras Sanitarias de la Nación --residual de la
privatizada Aguas Argentinas--, con acreencias por más de 300 millones;
la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, que concentra obligaciones a su favor
por 159 millones y el Fondo Nacional de la Marina Mercante, al que le
deben más de 98 millones.
Parte de esas acreencias ya fueron computadas por las correspondientes
liquidaciones como cuentas incobrables. Otra parte, simplemente, prescribió
por falta de una acción eficaz de los equipos legales del Estado.
Valga de ejemplo el caso de Obras Sanitarias de la Nación, ahora
a cargo del liquidador Jorge Juárez Dover. Según un non
paper de la entidad, sobre 52 millones adeudados por distintas empresas
privadas, y aún no reclamados judicialmente, 51,5 millones ya habrían
prescripto, y otros 600 mil pesos engrosaron la previsión de incobrabilidad.
Pero el caso de mayor envergadura es el del Banade, concebida como una
entidad que debía auxiliar desarrollos productivos con créditos
a tasa subsidiada. Claro que esta tarea de apoyo no lo eximía de
tomar los correspondientes recaudos para recuperarlos, algo que no siempre
hizo y le valió más de una decepción. Según
fuentes próximas al liquidador Fernando Marín, cuando el
banco quiso ejecutar vía judicial las garantías ofrecidas
en su momento por Usal Textil, firma perteneciente a Eduardo Eurnekian,
descubrió que este próspero empresario no tenía ningún
activo a su nombre que pudiera ejecutarse. Afortunadamente, la historia
habría tenido final feliz: una resolución habilitó
un arreglo extrajudicial que le permitió al banco cobrar algo de
la deuda.
Mediante este recurso y otros semejantes, la cartera del Banade ha sido
bastante depurada. Aun así, quedan en pie gran cantidad de créditos,
el grueso de ellos en manos de la Justicia, ya que fueron concedidos a
empresas hoy concursadas o quebradas y, por lo tanto, que dejaron de pagar.
Este grupo de compañías es el que acumula las mayores acreencias
y algunos nombres muy conocidos.
El listado de deudores está liderado por Papel del Tucumán,
la empresa que bajo el mando de Carlos Bulgheroni contrajo una deuda que
a la fecha asciende a 182 millones, mitad en dólares, mitad en
pesos. Conseguir dinero a una tasa de interés privilegiada no fue
el único favor oficial del que gozó el conocido empresario.
Además, gracias a una resolución dictada por un funcionario
del gobierno de Raúl Alfonsín, produjo papel en condiciones
mucho más ventajosas que sus competidores.
También en la categoría de quebradas figura Astilleros Alianza,
de Arnoldo Martinengui ---a quien Alsogaray asegura haberle cobrado 500
mil dólares en concepto de honorarios por asesoramiento--, con
una obligación pendiente a favor del Banade de 68,94 millones de
pesos. Y el frigorífico Yaguané, del cuestionado empresario
Samid. Pero todos estos importes, así como los que integran la
cartera "normal" (unos 100 millones de pesos corresponden a
créditos que se están cobrando con poco o ningún
atraso), se reducirán drásticamente.
José Luis Machinea tiene a la firma un proyecto de decreto redactado
por la Secretaría de Hacienda que prevé recalcular todas
las obligaciones para aplicar, luego, una quita sobre el importe resultante,
si el deudor en cuestión accede a pagar al contado. El primer paso
será traducir a dólares estadounidenses la deuda original,
y aplicar sobre ella un interés anual del 6 por ciento, de lo que
resultarán obligaciones muy inferiores a las actuales. A esto se
sumarán las costas y tasas de Justicia, y luego se acordará
la forma de pago, a través de módicas cuotas.
El objetivo declarado de la iniciativa a la que accedió Página/12
es "obtener saldos que resulten razonablemente atractivos como para
instar su cancelación en el menor tiempo posible". Roberto
Pagano, coordinador general de la Secretaría de Hacienda, explicó
la jugada oficial en términos sencillos. "Es imposible cobrarles
a empresas que, en muchos casos, están quebradas. Es mejor recalcular
hacia abajo y tratar de cobrar aunque sea algo", admitió el
funcionario.
Con un criterio semejante, Economía redactó un decreto que
está a la firma de Fernando de la Rúa. Deudores como Ferrylíneas
o la empresa de Samuel Gudnisky se beneficiarán con una quita de
su deuda a cambio de que "paguen algo".
Descuento a Favaloro
René Favaloro murió sin saber que su Fundación
se vería beneficiada por dos inminentes medidas oficiales.
El previsto recálculo, y consiguiente bonificación,
sobre todas las deudas pendientes con el Banade. Y una casi segura
prórroga hasta agosto de 2008 de las cuotas semestrales que
debía pagar la entidad desde este año.
La Fundación ocupa un lugar destacado en la cartera "normal"
del Banade, es decir aquella cuyo cobro no se cursaba por la vía
judicial: su obligación es de 31 millones, sobre un total de
casi 100 millones que suma esta categoría de deudores. Este
crédito, a su vez, representaba el 60 por ciento de la deuda
total que tenía Favaloro.
Tal como informó Página/12 en su edición de anteayer,
este préstamo fue otorgado en 1986 para la construcción
y el equipamiento de la sede de Avenida Belgrano y Venezuela. Desde
entonces, hubo varias renegociaciones, todas bastante beneficiosas
para la institución de la salud --con extensión de plazos
de pago y tasas de interés ventajosas-- y una gracia para pagar
las últimas cuotas de capital. Pero Favaloro había solicitado
una nueva gracia, que se estaba a punto de conceder.
En un momento, Economía previó favorecer con la quita
sólo a la cartera judicial, pero finalmente optó por
no discriminar, con lo que el beneficio para los deudores del Banade
será total. Quizás el médico suicidado hubiera
tenido un paliativo para su angustia. |
Los
principales deudores
|
Entidad
Banade
OSN
Caja
Nacional de Ahorro
Fondo
Marina Mercante
|
Principales
deudores
Papel
del Tucumán
Petrolífera el Carmen
Astilleros Alianza
Ciudad de Buenos Aires
Provincia de Bs. As
Municipalidad
de Formosa
Banco de La Rioja
Juan Tomasello
Ferrylíneas
|
millones
de $
185,00
96,40
68,94
61,42
37,41
57,00
48,00
57,43
53,03
|
Fuente: Ministerio de Economía |
INTENTAN
COBRAR PRESTAMOS IMPAGOS DE FERRYLINEAS
Buscando tesoro en el "Titanic"
Por
C.C.
El Fondo Nacional de la Marina
Mercante fue creado en 1973 con la intención de promover en el
país la construcción de barcos e impulsar el desarrollo
de una industria armadora. Veintiún años después
fue liquidado y aún hoy soporta el lastre de quince causas judiciales
y acreencias por un total de 98 millones de dólares, de los que
el Fisco sólo prevé cobrar una ínfima porción.
Al igual que para los deudores del Banade, también en este caso
habrá un plan de regularización con importantes quitas.
La nómina de deudores está encabezada por Ferrylíneas,
que adeuda al Estado 53,03 millones de pesos, secundada por Del Bene,
con préstamos impagos por casi 24 millones. Pero si bien el Gobierno
diseñó una estrategia para auxiliar a todos, pareciera que
el principal desvelo lo constituye Astilleros Corrientes, de Samuel Gutnisky,
con sede en la provincia de Corrientes, intervenida por el radical Ramón
Mestre. "Da trabajo a 2500 personas en el interior y acaba de ganar
una licitación en Paraguay. Merece una oportunidad", justificó
en diálogo con este diario Roberto Pagano, coordinador de Hacienda.
El Fondo subsidiaba la construcción de barcos por dos vías:
otorgando un préstamo --a tasa baja-- equivalente al 50 por ciento
del valor de la nave, y mediante un subsidio directo (no reintegrable)
para cubrir la otra mitad. A pesar de estas facilidades, en algunos casos
los préstamos no eran devueltos. En otros, el dinero ni siquiera
se empleaba para lo que había sido requerido. Así se fue
desvirtuando el objetivo original de este apoyo y el Fondo se desmanteló.
Durante el gobierno anterior, los responsables de la liquidación
del Fondo iniciaron juicios contra los armadores deudores, algunos de
los cuales tenían, a su vez, demandas contra el Estado: Astilleros
Corrientes, por ejemplo, exigía a la Nación el pago de un
buque que comenzó a construir para la también liquidada
ELMA, incluyendo el "depósito" por la parte del buque
que alcanzó a armar.
El gobierno menemista estuvo a punto de sellar un acuerdo extrajudicial,
mediante el cual las partes acordarían el monto a pagar. La Alianza
optó por un camino parecido, pero incluyendo una importante quita
sobre los montos adeudados. El objetivo de este recorte será reducir
los altos costos judiciales y solucionar el dilema que, en casi todos
los casos, los bienes en garantía (barcos prendados) tienen un
valor muy inferior al monto de la deuda reclamada. Eso sí: quienes
se acojan al plan de regularización deberán desistir de
cualquier reclamo judicial contra el Estado.
La
Rioja, ¡plin! Caja
La liquidada Caja Nacional de Ahorro y Seguro tiene una singularidad.
Casi la totalidad de sus deudores son públicos, comenzando
por el Banco de La Rioja, que debe casi 48 millones de pesos. Casualmente,
este préstamo fue otorgado poco antes de que la entidad nacional
fuera privatizada, y cuando su destino estaba en manos de un riojano
amigo del ex presidente Carlos Menem y ex titular del banco provincial:
José Gasett Waidat.
La Caja en liquidación (e.l.) tiene acreencias por 159 millones
de pesos, de los cuales sólo 5 millones corresponden a deudas
particulares. El resto se reparte entre bancos provinciales y municipios,
con los que la entidad firmó convenios de refinanciación.
Formosa es la comuna con la obligación de mayor envergadura
(57,29 millones de pesos). También se vieron beneficiados
con préstamos de la ex entidad estatal quince municipios
catamarqueños, que adeudan un total de 31,77 millones.
Pero quizás el favor oficial más llamativo es el que
benefició al estatal Banco de La Rioja, al que la Caja otorgó
un préstamo de 51,50 millones a pagar en 192 cuotas, de las
cuales a la fecha sólo quince están canceladas. El
banco provincial acaba de ser reestatizado después de una
fallida privatización que devino en quiebra. Las posibilidades
de que este ente en liquidación consiga hacer efectivas sus
acreencias son muy pocas.
|
Ruckauf
e Ibarra deben el agua
Cuando en 1993 Obras Sanitarias de la Nación
(OSN) fue privatizada, el adjudicatario --Aguas Argentinas-- desistió
de hacerse cargo de la cobranza de un paquete de deudas contraídas
por usuarios públicos y privados, grandes y chicos. Perdida
en una maraña de juicios dispersos, la liquidación
previsionó como incobrables gran parte de las acreencias
que suman cerca de 250 millones. Aunque prevé planes de
facilidades para recuperar lo que se pueda. En la nómina
de deudores estatales, la Capital Federal y la provincia de Buenos
Aires tienen un lugar relevante.
Según un escueto reporte que elevó recientemente
a la Secretaría de Hacienda O.S.N (e.l.), la Ciudad de
Buenos Aires tiene una deuda pendiente con el Tesoro por 61,42
millones de pesos, mientras que otros 37,41 millones corresponden
a la provincia de Buenos Aires. El mismo informe precisa que la
entidad tiene causas judiciales contra deudores privados por un
monto total de 147,84 millones, aunque dos tercios de esa suma
son considerados como de cobro imposible.
El papel oficial omite el detalle de los deudores privados. Pero
según consignaron fuentes oficiales a Página/12,
esta nómina incluiría algunos nombres célebres
como el del Golf Club San Martín, la tienda Harrods --cuyo
edificio está a punto de salir a remate-- y, paradójicamente,
el club que lleva el mismo nombre que la empresa estatal liquidada:
Obras Sanitarias.
Pero estos grandes deudores están escoltados por un gran
número de pequeños usuarios, cuyas deudas difícilmente
sean reclamables.
La primera medida dispuesta por el Gobierno fue una auditoría
exhaustiva que permitiese ordenar la documentación dispersa.
En segundo lugar, resolvió promover un plan de "pago
voluntario" para recuperar aunque sea una ínfima parte
de las deudas.
|
|