La Sala I de la Cámara Federal confirmó ayer el procesamiento
de Rubén Beraja, ex titular del desaparecido Banco Mayo, como coautor
de los delitos de defraudación por administración infiel
y fraude en perjuicio de la administración pública.
De esta manera, los camaristas Luisa Riva Amarayo y Horacio Vigliani ratificaron
la medida que a fines del 99 había tomado el juez federal
Gabriel Cavallo, que incluyó un embargo sobre los bienes del ex
banquero por 50 millones de pesos. En cambio, la Cámara dictó
la falta de mérito para un grupo de ex directores del
Mayo que habían sido procesados por Cavallo. La causa vuelve ahora
al juez de primera instancia, quien deberá producir las pruebas
para llevar al ex banquero a juicio oral. Pero la defensa de Beraja asegura
que cuenta con un recurso de peso para jugar en este capítulo:
un recibo cancelatorio del Banco Central que probaría que los redescuentos
fueron devueltos. Al menos, lo libraría del cargo de fraude a la
administración pública.
Para confirmar el procesamiento de Beraja, la Cámara tuvo en cuenta
la línea de investigación del juez de primera instancia.
Para Riva Aramayo y Vigliani, tras la investigación, pudo comprobarse
el funcionamiento de mesas de dinero dentro de la órbita
del Banco Mayo y la participación de Beraja en el desvío
de fondos hacia empresas vinculadas. Era el presidente (Beraja)
quien autorizaba el retiro de sumas millonarias por adelantos en cuentas
corrientes o autorizando el cobro de cheques, responsabilizaron
los magistrados. Incluso, los jueces citaron un ejemplo: Beraja
otorgó un crédito en descubierto en cuenta corriente, en
favor de Roberto Vaisman, por 425 mil pesos, con una sola indicación
oral. Básicamente, la pesquisa estuvo concentrada en cuatro
capítulos.
Mesas de dinero. Eran
dos, Mayflower y Trust Inversiones, que funcionaban en el segundo piso
de Paso 640, la casa matriz del Mayo. Según las denuncias, a través
de ellas, los banqueros tomaron unos 200 millones de pesos de unos 3 mil
ahorristas. La operatoria ha quedado demostrada por numerosos testimonios
de inversores y de los empleados, señalaron los camaristas.
Para seducir a los ahorristas, los responsables del banco ofrecían
tasas de interés en torno al 13 por ciento anual, el doble que
la tasa promedio de mercado. Estas operaciones offshore no figuraban integradas
a los balances del Mayo, y hasta ahora los inversores no pudieron recuperar
su dinero. Para los camaristas, Beraja y otros directivos se ocupaban
de la dirección y funcionamiento de las mesas.
Asistencia del Banco Central.
Entre el 3 de septiembre y el 8 de octubre de 1998 (un día antes
de su caída), el Mayo recibió 298,6 millones de pesos de
parte del Central. La Cámara confirmó que ese dinero fue
desviado y el Central alega que nunca percibió la devolución
de los redescuentos. Sin embargo, en las próximas horas, la defensa
de Beraja presentará una prueba que acreditaría que el Mayo
devolvió el préstamo. No hubo estafa, señaló
a Página/12 Martha Nercellas, abogada del ex banquero.
Autopréstamos.
La Justicia estableció que los hubo por casi 60 millones de pesos,
aunque el juez Cavallo sospecha que podrían alcanzar a 333,6 millones.
La Cámara, por su parte, estableció que la operatoria se
realizaba a través de adelantos en cuenta corriente en el
período crítico de liquidez de la entidad. Y cita
a diversas empresas vinculadas con los máximos directivos del banco:
Molinia SA, Viviendas Mayo, Mequeve SA, Manfisa SA e Icatur. Los camaristas
fueron tajantes al respecto: Semejante flujo de dinero comprometió
en forma determinante el patrimonio de la institución en su propio
detrimento y en el de los ahorristas. E implicó un claro desvío
de los redescuentos por iliquidez que le había girado el Banco
Central. Un ejemplo de esta operación es el de Viviendas
Mayo. En febrero del 98, su deuda ascendía a 502 mil
pesos. Seis meses más tarde, justo antes de la caída del
banco, el pasivo trepó a 27,2 millones. La causa vuelve ahora a
manos de Gabriel Cavallo, que centrará su tarea en probar las acusaciones
formuladas. La defensa de Beraja todavía confía en poder
torcer el rumbo, hasta el momento contrario al ex banquero.
Once ya zafaron
De los 16 ex directivos del Banco Mayo que habían sido procesados
por el juez Gabriel Cavallo, sólo cinco permanecen en la cuerda
floja. La Cámara Federal les confirmó el procesamiento
de primera instancia, lo mismo que a Rubén Beraja, titular
de la entidad financiera quebrada, a Víctor Liniado, Jaime
Husbani, Jaime Yabra (involucrados en la operatoria de las mesas de
dinero), Ricardo Tobal y Alfredo Bigio, estos últimos sindicados
como responsables de la presunta defraudación con los redescuentos
del Central. Otros 11 ex directivos del Mayo fueron beneficiados con
la falta de mérito, la misma situación procesal
que la Cámara otorgó en esta misma causa a Pedro Pou,
titular del Central. En esta condición quedaron Salomón
Cheb Terrab, Alberto Tawil, Isaac Duek, Abraham Fleisman, David Malik,
Felipe y Sergio Kompel, León Laniado, Gustavo Djmal,
José Naftali y Rafael Charur. |
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