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MARIA JULIA TERMINO DE DECLARAR. SUS ARGUMENTOS NO CONVENCIERON 
�Nada de lo que dijo es consistente�

Alsogaray expuso ayer sobre sus bienes y cuentas en el exterior y gastos en tarjetas de crédito. El juez decide en 10 días.

Ayer, María Julia se retiró sonriente del juzgado de Galeano. Defendió sus argumentos y clamó inocencia.
Pero sus exposiciones para justificar su enriquecimiento en estos diez años no fueron convincentes.
 


Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) María Julia Alsogaray se despidió cordialmente al terminar su declaración indagatoria en el juzgado de Juan José Galeano. �Adiós, adiós.� Apenas se cerró la puerta del despacho a sus espaldas, algunos de los funcionarios judiciales presentes cruzaron miradas y comentaron por lo bajo a modo de conclusión: �Nada de lo que dijo es consistente�. La ex secretaria de Recursos Naturales acababa de ser interrogada por segundo día como sospechosa de un enriquecimiento ilícito de 2.500.000 de pesos durante la década en que fue funcionaria. Ayer habló de sus propiedades en Nueva York, sus gastos astronómicos con tarjeta de crédito, de las cuentas en el exterior y volvió a proclamar su inocencia. En diez días el juez decidirá si la procesa. 
Los argumentos que desplegó María Julia no logran convencer a los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, que fueron los impulsores de su indagatoria desde que la acusaron, en 1998, de haber incrementado su patrimonio en forma ilegítima. Con la audiencia de ayer, terminó la etapa que le dio a la ex funcionaria la oportunidad de justificar cómo obtuvo su riqueza. En este tipo de delitos, el acusado debe probar su inocencia, es decir, se invierte la carga de la prueba. Sin embargo, relataron allegados al expediente, �Alsogaray no aportó comprobantes y no parece que lo que dijo vaya a cambiar su situación�. Claro que sus abogados Oscar Rabinovich y Pablo Slonimsqui opinaron todo lo contrario al salir de los tribunales al referirse al �resultado exitoso de la declaración�. 
La ex interventora de ENTel y de Somisa eligió vestirse otra vez con un traje negro que no sufrió ni una arruga en las cinco horas y media de declaración. La jornada de ayer tuvo un clima más distendido que la del martes, que quedó coronado cuando pasado el mediodía a María Julia le ofrecieron un café y ella contestó con una pregunta: �¿Un pedacito de pizza no puede ser?�. A pesar de que no hubo ni gaseosas, ni una porción de muzzarella, ni sandwichitos de miga, la ingeniera pidió saltear el break del mediodía �porque quería irse temprano�, muy a pesar del fiscal Barbaccia, que reclamaba bromeando su �lunch�. El que debe haber pasado menos hambre fue el juez, que había delegado su rol en el secretario José Luis Ortega y recién apareció en la última hora. 
Las elevadas sumas desembolsadas por María Julia en tarjetas de crédito fueron uno de los puntos centrales de la citación de ayer. El último peritaje de la Corte Suprema había revelado gastos de hasta 41 mil pesos mensuales con esa forma de pago. �Muchos eran gastos protocolares, de viajes, míos y de otros que pagaba con mi tarjeta y luego me los reintegraban (el Gobierno)�, dijo la ex secretaria. Reconoció todos los pagos con sus seis tarjetas y volvió a argumentar que los fondos para costearlos provenían de su sueldo como funcionaria, de rentas de algunas propiedades y de las donaciones que le hizo su padre. Los fiscales también le preguntaron acerca de la extensión de su American Express Gold que le había dado a su peluquero, Diego Impagliazzo �en cuyos resúmenes aparecieron compras de hasta 20 mil pesos mensuales�, y ella volvió a decir que todo lo que él gastaba se lo devolvía religiosamente. 
Cuando le tocó hablar de su departamento en el sofisticado Essex House, ubicado frente al Central Park de Nueva York �cuya compra fue revelada en exclusiva por Página/12�, fue uno de los momentos del descargo en que la ex diputada ucedeísta �más tambaleó�, comentaron voceros de la causa. Dijo, por un lado, que pagó 400 mil dólares por esa propiedad �aunque se trata de una unidad valuada en más de un millón de dólares�, recurriendo a sus ahorros y a un préstamo. Que la compra se efectuó a través de una sociedad, la Purple Cross, que le pertenece y que, de todas formas, ella no lo usa siempre sino que lo alquila. Su titubeo creció cuando le pidieron que explicara por qué sacó el préstamo para la compra después de haber cerrado la operación. 
María Julia aseguró que no tiene ninguna otra propiedad fuera de Argentina. Y que la única cuenta que abrió en el exterior es la que seconoció del Banco Nación en Uruguay. Afirmó que las dos cuentas en las Islas Caimán �con ingresos de 180 millones de dólares�, que el diputado de la Alianza Juan Pablo Cafiero pidió que se investigaran, nunca le pertenecieron. De todos modos, esas cuentas están siendo investigadas por un fiscal en Estados Unidos y por Gran Bretaña. 
El temario del día también incluyó referencias a un préstamo de 90 mil dólares que Alsogaray le hizo en 1995 a su hijo Francisco. Dijo que le dio ese dinero para invertir en su empresa Gnomo, dedicada a publicaciones infantiles. 
Para todas aquellas cuentas que no quedaban claras, María Julia culpó insistentemente a su ex contador, Mario Furlone. A él, incluso, lo demandó en 1994, acusándolo de haberle robado 320 mil pesos que le había confiado para que fuera a pagar por ella sus deudas impositivas. 
A entender de tres investigadores que conocen la causa, María Julia �empezó mal el martes� cuando dijo haber recibido por un supuesto trabajo de asesoramiento 500 mil pesos de la firma quebrada Astilleros Alianza, del menemista Arnaldo Martinenghy, pero sin aportar ningún informe escrito ni prueba que acreditara en qué consistió ese servicio. Además, ese día, al evocar las donaciones que le hizo su padre Alvaro Alsogaray (1.400.000 pesos entre dinero y títulos), no pudo explicar sólidamente las razones de tan importante gesto ni por qué parte de la transferencia se escrituró dos años después de concretada. Otra porción de su capital, dijo, provenía de fondos reservados del Gobierno que, sostuvo, podía destinar a consumo personal. 
Por ahora, María Julia tiene prohibido salir del país. Pronto el juez Galeano definirá si la procesa, embarga sus bienes y eleva la causa a juicio oral. El delito de enriquecimiento ilícito tiene una pena de 2 a 6 años de prisión. Una posible condena podría agravarse si avanzan otras investigaciones en contra de la dama más mimada del ex presidente Carlos Menem. El magistrado también podría procesar a Martinenghy y al peluquero Impagliazzo como cómplices, y nadie descarta que cite a Alsogaray padre.

 

 

La visión de la acusada

Frente a un panorama, al parecer sombrío, María Julia Alsogaray intentó rematar su declaración con la frente en alto. �El resultado de esta investigación a lo largo de casi siete años �dijo a todos los presentes, según pudo saber Página/12� unido al resultado de las pericias y al contenido de esta declaración indagatoria constituyen una clara prueba de que el incremento patrimonial registrado está razonablemente justificado y que no existe prueba alguna de que el origen del mismo sea ilegítimo.� Sus abogados arremetieron, además, con un pedido de que se investigue la supuesta falsedad de un informe de la DGI que decía que la empresa de los Alsogaray llamada Pincar SA no había pagado ciertos impuestos, a pesar de que existirían comprobantes del pago en cuestión.

 

 

LIPORACI INDAGA HOY A SOFOVICH
Los juegos de Gerardo

El animador televisivo y ex interventor de ATC, Gerardo Sofovich, será indagado hoy por el juez Carlos Liporaci, quien investiga si el ex funcionario defraudó al Estado durante su gestión al frente del canal estatal, y si realizó negocios incompatibles con su cargo.
El juez Liporaci sospecha que el fallido negocio que armó Sofovich para transmitir los Juegos Panamericanos de 1995 perjudicó al erario. El evento, que costó unos 18 millones, fue organizado por el animador a través de dos empresas productoras y publicitarias con las que habría estado involucrado a través de su familia. El director de Legales de Canal 7 (ex ATC), Gerardo Filipeli, explicó a la agencia Télam que las �mayores irregularidades� que encontraron la Sigen y la Auditoría General de la Nación son los contratos que se realizaron para la transmisión de los Juegos y el emprendimiento ATC Cable. Otras fuentes precisaron que en ese momento Sofovich �ya no estaba oficialmente al frente del canal�, pero aseguraron que �hay pruebas de que seguía, desde las sombras, manipulando las decisiones de la empresa�. Sofovich estuvo al frente de ATC desde julio de 1991 hasta fines de 1992, y cuando se retiró dejó un pasivo de 50 millones, que él atribuye a problemas financieros y presupuestarios de la emisora. Las administraciones siguientes elevaron esa cifra a 70. El fiscal Carlos Rívolo había pedido en octubre la indagatoria de Sofovich y de otros ex funcionarios del canal.

 

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