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REBAJA DE IMPUESTOS A AUTOMOTRICES A CAMBIO DE NADA
Si hay suerte, al menos no subirán

La negociación entre Economía y la industria automotriz terminó en un fiasco para el Gobierno. El sacrificio fiscal no logró arrancarle a las terminales ni siquiera la promesa de bajar los precios para reactivar la demanda.

Los esfuerzos de Débora Giorgi y Miguel Bein, del equipo económico, no lograron torcer la postura empresaria.


t.gif (862 bytes) �Si tenemos suerte, los precios de los autos no subirán�, admitió José Luis Machinea, dejando desconcertados a los periodistas que lo rodeaban. La expectativa del ministro tuvo un giro abrupto en pocas horas. Hasta antes de comenzar a negociar, estaba seguro de que los valores de los vehículos bajarían. Pero, tras una extensa reunión en doble turno con los empresarios del sector, modificó drásticamente su pronóstico. �Estamos buscando el mecanismo adecuado para que los precios no aumenten�, sentenció. El resultado, anoche, fue diametralmente distinto al imaginado por el propio Machinea el día anterior. A pesar de que el Gobierno y algunas provincias bajarán la presión impositiva que pesa sobre esa industria, a lo sumo los autos tendrán un valor algo inferior al precio de lista, pero por encima del que hoy poseen aquellas unidades adquiridas a través del Plan Canje.
�Si usted tiene que comprar un auto, yo le recomendaría que lo haga antes del 1º de noviembre�, resumió Machinea ante la prensa. ¿Por qué la sugerencia?
El próximo 31 de octubre finaliza el Plan Canje, por el cual quien manda a desguace su vehículo antiguo para adquirir un cero kilómetro percibe 3 mil pesos de descuento.
�Sin el plan, los precios deberían subir porque desaparece el subsidio�, estimó el ministro. 
En ese contexto, Economía puso en marcha dos medidas. Una, permitir que los certificados del Plan Canje puedan ser de �libre transferencia�. De esta manera, el poseedor de un bono podrá negociarlo con cualquier eventual comprador y no necesariamente con una concesionaria. Según Machinea, todavía existen 130 mil certificados que no fueron cambiados por unidades nuevas. Estos tienen un valor de 200 millones de pesos. La iniciativa tiende a acelerar el trueque de los papeles por autos nuevos. La segunda medida fue el anuncio de una inminente disminución de impuestos.
A partir de noviembre, la Nación se comprometió a bajar de 4 por ciento a cero la alícuota de Internos que pagan los vehículos que a la salida de fábrica cuestan entre 15 mil y 22 mil pesos. Y de 8 a 4 por ciento para el caso de los automotores cuyo precios superan los 22 mil pesos.
Por su parte, las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe bajarán las alícuotas de Ingresos Brutos.
En los hechos, este beneficio para las terminales automotrices compensará �en parte� la finalización del Plan Canje. Según Machinea, el plan le cuesta al Estado unos 40 millones de pesos mensuales. Pero ayer no pudo calcular cuál será el costo por mejorar el perfil impositivo de las empresas. La rebaja de Internos e Ingresos Brutos permitirá una caída en el precio de lista de los autos. �Pero no necesariamente� ese valor igualará al que se consigue con el Plan Canje.
En todo caso, lo que sí quedó claro es que en pocas horas se esfumó la pretensión de Machinea de lograr una rebaja de los vehículos en términos netos, que sea capaz de reactivar la alicaída demanda interna y así poder garantizar que las terminales no decidirán despidos o suspensiones cuando se acabe el Plan Canje. A su vez, los empresarios quedaron en analizar la propuesta de utilizar más lentamente los bonos para el pago de impuestos.
�El Gobierno actuó con una gran generosidad�, gratificó Luis Ureta Sáenz Peña, titular de Adefa, la cámara que agrupa a las empresas, al ministro. �¿La menor carga impositiva servirá para reactivar el mercado?�, le preguntaron al empresario. �Parcialmente�, contestó.

 


 

POR POCO MARGEN, LA BICAMERAL APOYO LA DESREGULACION
Teléfonos con línea abierta

Por Raúl Dellatorre

Con siete votos sobre doce miembros, la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones emitió dictamen favorable al régimen de desregulación telefónica, que le abrirá las puertas, a partir del 9 de noviembre, a más de una docena de nuevas empresas al negocio que hoy monopolizan Telefónica y Telecom. Los cuestionamientos al régimen por �ahondar las desigualdades regionales� y �beneficiar a las áreas y consumidores de mayor capacidad económica� quedaron relegados a los dictámenes de minoría. El presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, intervino personalmente para lograr el voto justicialista, pero en el esfuerzo perdió el apoyo de los legisladores radicales. 
El punto en debate en la Bicameral, a lo largo de dos meses, fue si el ingreso de nuevos operadores permitirá extender los beneficios de la baja de tarifas y mejor calidad de servicio a todos los habitantes del país o no. La duda se plantea por la tendencia de las �entrantes� a instalarse sólo en los distritos más poblados y a concentrar su oferta en clientes corporativos (empresas e instituciones). 
�En la Capital Federal, existen 58 líneas cada 100 habitantes, mientras que Formosa tiene 4 cada 100�, advierte el dictamen en minoría de Alberto Natale (demócrata progresista), apoyado por los radicales Juan Pablo Baylac y Fortunato Cambareri. �Tenemos que evitar que tales distorsiones se acentúen más aún�, señala, y considera luego que el modelo elegido por la Secretaría de Comunicaciones �permite prever que los nuevos operadores que entren al sistema concentrarán su actividad primordialmente en aquellas áreas, ciudades o barrios en los que haya alta teledensidad y se orientarán a captar los clientes corporativos, donde está la crema del negocio�. Sólo en dicha franja se producirían rebajas de tarifas e innovación tecnológica y de calidad de servicio, concluye. 
El dictamen de mayoría, votado por dos frepasistas, cuatro justicialistas y un popular neuquino, se limita en cambio en este punto a una recomendación general al Ejecutivo para que �procure que el servicio prestado tienda a la igualdad de oportunidades de los habitantes, garantizando la expansión de densidad y rango de servicios, cualquiera sea su nivel de ingreso o ubicación geográfica�.
Manuel Baladrón, del PJ, emitió en tanto un dictamen por separado. Su postura, que también cuestiona el régimen de competencia elaborado por Henoch Aguiar, es el que más se aproxima a las posiciones esgrimidas por Telefónica y Telecom, al extender sus críticas al precio de interconexión que deberán pagar las �entrantes� a las �históricas� por el acceso a la red instalada. 
Estas diferencias, así como el tratamiento �inequitativo� (según los críticos) a las nuevas operadoras y a las prestadoras �históricas� Telefónica y Telecom, dividieron aguas incluso en el seno de la propia Alianza. Dos radicales votaron en contra del proyecto oficial, y el tercero, José María García Arecha, el más cercano de ellos a De la Rúa, se abstuvo.

 

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