La decisión adoptada ayer por la tarde por el gobierno estadounidense, prohibiendo temporalmente el ingreso de carne argentina ante la aparición de casos de aftosa en las provincias del Litoral, llevó al gobierno argentino a apurar una resolución en espejo: suspendió el envío de carnes a Estados Unidos y Canadá en tanto dure la emergencia sanitaria. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ya había resuelto el miércoles la aplicación del �rifle sanitario� a las tropas que pudieran haber tomado contacto con animales afectados y el cierre sanitario de la frontera con Paraguay, desde donde presuntamente habrían ingresado los animales enfermos. La suspensión de exportaciones a Norteamérica fue resuelta por el presidente Fernando de la Rúa, quien destacó que se actuó con el �máximo rigor� frente a la situación originada, según dijo, en el ingreso de contrabando de animales enfermos al país. Oscar Bruni, titular del Senasa, aseguró que �en el país no hay aftosa�, y denunció que �hay algunos cretinos que contrabandean animales desde Paraguay, poniendo en riesgo a la Argentina� y afirmó que �hasta ahora no hay peligro� para los rodeos nacionales. �Nuestro país es libre de esa enfermedad, sin vacunación, y por eso hemos puesto el estado de emergencia en forma silenciosa desde hace un mes y medio cuando tuvimos rumores de que en Paraguay había aftosa�, precisó el funcionario. Bruni explicó que las medidas extremas adoptadas �son preventivas para evitar posibles contagios�, pero aclaró que hay que aplicarlas debido a que, aunque es �muy difícil que ocurra, podría localizarse algún foco� en el país, lo que obliga a �mantener una situación de riesgo máximo�. Si se comprobara la existencia de focos infecciosos, el país perdería la condición de región libre de aftosa asignada por la Oficina Internacional de Epizootias por 90 días, y hasta tanto se compruebe que los focos y la enfermedad fueron controlados totalmente. En cuanto a los efectos comerciales, Argentina ya empezó a pagar las consecuencias. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos prohibió temporalmente la importación de carne argentina como medida precautoria, de acuerdo con lo informado por Hallie Pickhardt, vocera del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas de Estados Unidos. Inmediatamente, el embajador argentino en Washington, Guillermo González, envió una nota al secretario de Agricultura de Estados Unidos, Dan Glickman, informándole la decisión de �suspender temporalmente, a partir de hoy (por ayer), la certificación de las exportaciones de carnes frescas, congeladas y enfriadas a los Estados Unidos�, buscando mostrar el rigor con el que procede el gobierno argentino ante la emergencia. Igual medida fue adoptada con respecto de las exportaciones a Canadá. La dirigencia rural, en cambio, reaccionó rechazando la medida adoptada por Estados Unidos. Tanto Valentín Levisman, de Coninagro, como Manuel Cabanellas, de Confederaciones Rurales, calificaron la restricción de �apresurada�, antes de conocer la resolución en el mismo sentido del gobierno argentino. Bruni explicó que, si bien el problema recién trascendió ahora, desde hace un mes se venía trabajando al detectar animales infectados en la zona de Formosa. �Esos animales (una decena) fueron sacrificados�, informó ayer, y a partir de ese momento, �ante la eminencia del peligro, se empezó a hacer un rastreo en 284 lotes de animales que partieron en los últimos dos meses desde Formosa y Chaco hacia el resto del país�. Hasta la fecha, dijo Bruni, �hemos revisado el 70 por ciento de los lotes, de los que sólo en dos se detectó serología positiva (presencia de aftosa) y se sacrificaron�, medida que afectó a 3000 vacunos.
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