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RAFAEL DI ZEO Y EL OSO PEREYRA, EN LOS VESTUARIOS
Intento de apriete en Boca

Los barrabravas irrumpieron en una reunión del plantel. Querían una �contribución para viajar a España y Tokio. Hoy arregla Riquelme.

Jorge Bermúdez: capitán, negociador y vocero del plantel boquense.


t.gif (862 bytes) Un grupo de barrabravas de Boca, entre los que se encontraban Rafael Di Zeo y Omar �Oso� Pereyra, ambos procesados por los incidentes violentos contra hinchas de Chacarita en la Bombonera, entraron ayer por la fuerza al vestuario del club y les exigieron a los jugadores entradas y dinero para costear la gira por España y el viaje a Tokio, donde Boca jugará ante el Real Madrid la Copa Intercontinental en noviembre próximo. Los futbolistas que, según trascendió, se habrían negado a colaborar con los violentos, se retiraron del estadio sin hacer declaraciones al respecto. Por otra parte, Mauricio Macri se reunirá hoy a las 17.30 con el representante de Juan Román Riquelme, Marcos Franchi, para firmar el acuerdo por la renovación del contrato del volante hasta el 2002. 
Di Zeo y Pereyra, acompañados por otros cuatro miembros de �La Doce�, estuvieron ayer recorriendo las instalaciones del club mientras los jugadores se entrenaban en Casa Amarilla. Al término del trabajo, los dos jefes de la hinchada y sus escuderos ingresaron al vestuario y les pidieron a los futbolistas dinero para poder viajar a España, donde Boca jugará un amistoso ante el Villarreal como parte del acuerdo por los pases de Diego Cagna y Rodolfo Arruabarrena. Ante el apriete de los violentos, los jugadores respondieron que las entradas para ese partido ya estaban agotadas, pero los barrabravas, no conformes con ello, exigieron al plantel �una contribución� para costear el traslado de los hinchas a Tokio, donde el equipo enfrentará al Real Madrid.
Los violentos aprovecharon la reunión que realizaron los jugadores, a puertas cerradas, para discutir el tema de los premios, y que se extendió por más de una hora. Tras la charla, la mayoría de los futbolistas se retiró sin ganas de hablar con la prensa. El único que se detuvo fue el capitán Jorge Bermúdez, señalado como el primero en increpar a los violentos, negándose a colaborar. Consultado sobre la presencia de los reconocidos barrabravas, Bermúdez dijo no tener �ningún comentario que hacer�. Sólo confirmó que hubo una reunión del grupo de jugadores y que anoche el equipo quedaría concentrado, a la espera del partido frente a Gimnasia por la tercera fecha del Apertura.
El que también está concentrado con el plantel es Riquelme, quien ahora espera la orden de Carlos Bianchi para entrar a la cancha y, según confió el entrenador, podría estar desde el arranque. El volante decidió cambiar su postura de no jugar luego de que la dirigencia de Boca cediera a pagarle una prima de 700 mil dólares, libres de impuestos. Según explicó Macri, la diferencia entre los 700 mil y los 450 mil que Boca les paga a Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo (los mejores pagos del plantel) le serán descontados al volante del porcentaje de una futura venta. El acuerdo quedará formalizado hoy cuando, a partir de las 17.30, Macri se reúna con el empresario Marcos Franchi para firmar el nuevo contrato que contempla la extensión del vínculo entre ambas partes por un año más, hasta diciembre de 2002. 

 


 

HUBO SUSPENSION PROVISORIA PARA DANIEL CORDOBA
Le dieron una fecha a Chilavert

El Tribunal de Disciplina Deportiva de la AFA suspendió anoche por un partido a José Luis Chilavert, por el incidente que protagonizó el pasado domingo a la finalización del partido que Vélez perdió 2-1 con River. En tanto, el director técnico de Chacarita, Daniel Córdoba, quedó suspendido de manera provisoria por el escándalo que realizó en el partido ante Gimnasia, cuando intentó agredir al árbitro Juan Pablo Pompei, se resistió a la policía y mordió en una mano a un comisario. 
De acuerdo con el informe redactado por el juez del encuentro RiverVélez, Héctor Baldassi, a Chilavert sólo le correspondió una fecha, ya que protagonizó hechos de indisciplina contra el técnico de River, Américo Gallego, pero no insultó ni al juez principal ni al asistente Claudio Rossi. Luego de no haberse presentado el pasado martes por estar en Paraguay, Chilavert concurrió al edificio de la calle Viamonte poco después de las tres y media de la tarde, y formuló su descargo ante los miembros del Tribunal durante 40 minutos. Sin embargo, luego prefirió no brindar detalles de su exposición, aunque se fue de la sede de la AFA con una sonrisa y muy distendido. Pese al numeroso grupo de periodistas que lo aguardaban, Chilavert se abrió paso y se negó a responder las preguntas que se le formularon. Luego se subió a un auto rojo que lo esperaba y se retiró. De esta manera cumplió con su anunciada postura de no efectuar declaraciones a la prensa. Además de cumplir con una fecha de suspensión, Chilavert quedó inhabilitado para ser capitán durante un mes, en tanto que se multó a los dos clubes por el valor de treinta y cuatro entradas generales.
En cuanto al profesor Córdoba, la sanción definitiva recién se conocerá la semana próxima, luego de que el martes declaren Pompei y los dos asistentes de ese partido. Si bien el técnico se mostró arrepentido por su comportamiento, ya se especula con una sanción muy fuerte. 

 


 

CON GOLES DE MACERATESI Y EL DEBUTANTE CACERES
Central derrotó bien a Cerro Porteño 

Rosario Central inició con buen pie su participación en la Copa Mercosur de fútbol, al superar como local por 2-1 a Cerro Porteño de Paraguay, un rival muy limitado que jamás lo puso en apuros en el partido que completó la primera fecha del Grupo C del certamen. Rafael Maceratesi y el debutante Miguel Cáceres anotaron los goles que le dieron la victoria a Central, que sumó sus primeros tres puntos y es líder junto a Colo Colo de Chile, que venció por 3-1 a San Pablo en el partido que abrió la primera fecha del grupo el 3 de agosto pasado. Guido Alvarenga descontó en el último minuto de juego para el equipo paraguayo. 
Una �asistencia� al mejor estilo basquetbolístico de Diego Erroz dejó a Maceratesi solo ante el arquero Aldo Bobadilla a los 12 minutos, y el delantero definió cruzado de derecha al palo más lejano y le resolvió a Central la mitad del problema, que era hacer el primer gol. En el segundo tiempo un centro del Ezequiel González a la salida de un tiro de esquina fue conectado de cabeza por el paraguayo Cáceres, quien debutó en forma exitosa y dejó muy buena impresión por su combatividad. 

 

 

opinion
Por Diego Bonadeo

La impunidad olímpica

Con la tercera delegación olímpica más numerosa de su historia, el deporte argentino está viviendo su primer mundo y sus relaciones carnales hiperglobalizadas. Con un periférico por cada dos participantes, una vez más la obscena voracidad turística de los �dirigentes-azafatas� lleva a una patética suma final: ciento cuarenta y tres deportistas, y ochenta y dos no deportistas. Sobre un total de doscientas veinticinco personas, solamente el sesenta y tres y medio por ciento participará en alguna competencia. El resto �un treinta y seis y medio por ciento� engrosará la nómina de jefes de equipo, presidente de delegación, médicos, entrenadores, preparadores físicos, empleados, ñoquis, etc.
El Comité Olímpico Internacional autoriza hasta un cuarenta por ciento de no participantes entre las delegaciones. El Comité Olímpico Argentino, con una estructura de recambio curiosamente parecida a la del Vaticano ha hecho, desde siempre, de la impunidad una metodología sistemática. Su autonomía le permite hacer lo que se le antoja sin dar explicaciones. Así las cosas, la Secretaría de Deportes prepara a los participantes y el COI se encarga de las designaciones.
Pero la impunidad va más allá. Nadie rindió cuentas del episodio en el que se damnificó a Ana María Comaschi en Barcelona �92, cuando el jefe de la delegación era el ex rugbier y ex tirador militar Ernesto Alaiz, el general que llegó tarde con sus tanques durante Semana Santa en 1987. Tampoco es bien sabido lo que sucedió con las cuentas de los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, ni con las groseras negligencias en las acreditaciones para los juegos de Atlanta en 1996.
Si al país Sydney no le cuesta ni un centavo de planes trabajar, de hospitales y escuelas públicas o de comedores infantiles, porque el Comité organizador y los sponsors corren con los gastos, así debe ser. Pero no es razonable suponer que a nadie, y mucho menos a los auspiciantes, les interese que vayan a Australia los inveterados atornillados a los sillones de las federaciones deportivas, cómplices alguna vez y no hace tanto de haberles cobrado peajes a los atletas becarios con la vieja excusa de �robar para la corona�.

 

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