Por Eduardo Febbro
Desde París
 La justicia francesa dio el viernes los primeros pasos concretos del pedido de extradición a Italia de Jorge Olivera. Los tribunales de Francia remitieron el texto de la acusación y el pedido al Ministerio de Justicia y éste debe aún hacerlo llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores para que la solicitud parta rumbo a Roma. Es preciso recordar, no obstante, que las relaciones judiciales entre el eje París-Roma distan de ser óptimas, tanto más cuanto que en materia de demandas de extradición los dos países mantienen viva una querella que se remonta a los años 70. Teóricamente Italia, en aplicación de los acuerdos de Schengen que ligan a los Estados firmantes en torno de una serie de compromisos mutuos previstos en el �espacio jurídico europeo�, no puede negarse al pedido de extradición si éste está perfectamente fundado.
Cabe sintetizar, con todo, la agitada historia franco italiana. Francia fue para muchos militantes de la extrema izquierda italiana, miembros de las Brigadas Rojas y otros, la �tierra de refugio político por elección�, según dijo a Página/12 uno de estos refugiados. Durante años Roma exigió a Francia la extradición de esos militantes, pero París no siempre respondió afirmativamente. En 1985, el presidente socialista François Mitterrand había bloqueado todas las extradiciones de los refugiados italianos estimando que �las leyes especiales adoptadas en Italia durante los �años de plomo� iban en contra de la concepción francesa del derecho�.
Si bien la situación jurídica cambió con la aplicación de los acuerdos de Schengen, la polémica se mantuvo viva con la reacción de los aproximadamente 200 refugiados de extrema izquierda italianos. En 1998, un grupo de refugiados escribió al presidente Jacques Chirac y al primer ministro Lionel Jospin advirtiendo sobre los peligros implícitos en los acuerdos de Schengen. En ese texto, los refugiados estimaban que el pacto de Schengen �impide toda política de asilo político�. Ese mismo año Lionel Jospin se comprometió a �respetar la palabra� dada por Mitterrand en 1985: Francia no daría curso a las extradiciones. Sin embargo, en ese marco de forcejeos, varios célebres revolucionarios y anarquistas italianos fueron devueltos a su país, sea voluntariamente, sea en aplicación de las leyes: el filósofo Tony Negri, el escritor Adriano Sofri, el anarquista Massimo Passamani o el terrorista Carlo Ciccutini.
Según las fuentes judiciales interrogadas por Página/12 esta controversia no parece afectar ahora la extradición de Jorge Olivera. �No hay problema alguno, ni disputa, ni reclamo ni venganza histórica, ni un solo eco discordante�, señaló una fuente francesa. Otra señaló que el contexto actual �es muy distinto al que se dio con los refugiados italianos�. Para apoyar esta tesis, los medios judiciales ponen de relieve dos hechos. El primero es que el mismo ministro italiano de Justicia �ratificó la detención de Olivera en Italia�. El segundo y tal vez el más importante atañe al papel que juega actualmente el Estado italiano: en todos los juicios en curso, el Estado italiano es parte civil, sea en el caso de los desaparecidos en la Argentina o en el Uruguay.
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