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RECONSTRUYEN LA MUERTE DEL ASALTANTE DE RAMALLO
El suicidio que fue imposible

Lo de Martín Saldaña no fue suicidio: no podría haber llegado a atar la soga.


Por Horacio Cecchi

t.gif (862 bytes) Un detalle observado durante la reconstrucción de la muerte de Martín Saldaña �alias Cristian�, líder de la banda que asaltó el Banco Nación de Villa Ramallo y que apareció colgado en una celda de la comisaría local diez horas después de finalizada la masacre, fortalece la hipótesis de que el delincuente no se suicidó sino que fue inducido a hacerlo o fue asesinado. La prueba, realizada en la misma celda en que murió el asaltante, determinó que Saldaña no alcanzaba por sus propios medios hasta la reja abierta en el techo para pasar por ella la cuerda que lo asfixió. El detalle es clave porque revela la intención de silenciar las vinculaciones policiales con la banda. Es la misma lógica por la que acusan al cabo Alejandro Castillo, sorprendido por un fotógrafo de Página/12 mientras corría con un bolso idéntico al que los delincuentes utilizaron para ocultar el handy usado en sus conversaciones paralelas con la policía.
Saldaña murió en una celda de la comisaría 2ª de Villa Ramallo alrededor de las 14.30 del 17 de septiembre del �99, más de diez horas después de que sonara el último disparo que cerró la masacre. Lo encontraron colgado de una cuerda fabricada con el cotín de uno de los tres colchones hallados en el mismo lugar. Tenía sus pies levemente apoyados sobre el camastro de cemento. La cuerda había sido sujetada a las rejas del techo: la suya era la única celda con rejas en lo alto.
Los peritajes sobre el cadáver de Saldaña no lograron demostrar que hubiera sido asesinado. Pero la última reconstrucción, realizada por el cuerpo de peritos de Gendarmería, puede provocar un abrupto giro al caso. Durante la comprobación, un hombre de la misma estatura y la misma extensión de brazos que el delincuente, se colocó sobre el cemento del camastro, e intentó vanamente anudar la cuerda del mismo barrote. Pero colocando los colchones sobre el camastro, sí lo logró. Cuando Saldaña fue hallado muerto, los colchones estaban apoyados contra una pared, perfectamente ordenados. �Supongamos que estaba decidido a suicidarse -razonó un investigador�. Colocó los colchones en el camastro, se subió encima, anudó la cuerda en la reja. Después, en lugar de colgarse, se bajó, ordenó prolijamente los colchones contra la pared, y se colgó. ¿Acaso tenía miedo de que lo retaran por desprolijo?�.
Los peritajes fueron ordenados por la justicia ordinaria de San Nicolás, que sigue la investigación por la muerte del delincuente. Pero, de quedar demostrada la participación de uniformados, la causa deberá pasar al fuero federal, para sumarse a las pruebas que dibujan la vinculación policial con la banda y el encubrimiento por parte de las jerarquías.

 

 

El custodio borracho

El custodio de un juez de San Martín, totalmente borracho, baleó a un joven en José León Suárez, y luego huyó del lugar. Se trata del cabo primero Marcelo Ojeda, que se desempeña en la comisaría 1ª de San Martín y es custodio del juez de Transición de ese partido, Carlos Frato. Ojeda se enfureció con un grupo de jóvenes que cantaba frente a una puerta y disparó su arma contra uno de ellos, Javier Torres, de 21 años.

 

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