Por F. M.
Boca perdió ayer dos puntos importantes en su pelea por el título del Apertura al empatar con Gimnasia, que logró remontar un 3-1 en los últimos dos minutos del tiempo de descuento. El conjunto de Carlos Bianchi fue superior al de Carlos Griguol, en un partido que alternó buenos momentos y una cuota de emotividad, con depresiones y errores groseros. Martín Palermo, en dos oportunidades, y Riquelme marcaron para Boca, que con esta igualdad sumó siete puntos y continúa primero en la tabla; mientras que Ariel Pereyra, una vez de penal y otra de cabeza, y Facundo Sava, convirtieron para Gimnasia.
Sobre el final del complemento, Boca ganaba 3-1 y tenía la victoria prácticamente asegurada. Tres minutos adicionó el árbitro Fabián Madorrán, tres minutos fatales para los zeneizes. Porque los jugadores de Boca creyeron que el �oleeeeee, oleeeeee�, que bajaba de las tribunas era una sentencia y un respiro al esfuerzo que habían hecho para igualar sobre el final del primer tiempo y para llegar a estar dos goles arriba, durante los últimos 10 minutos del segundo. Porque Boca pareció no advertir el acecho de los jugadores de Gimnasia, que demostraron que en el fútbol, mientras la pelota siga rodando todo es posible.
Boca gozaba del 3-1, pero un error de Aníbal Matellán a los 46 del complemento �no anduvo bien, se lo vio nervioso e inseguro con la pelota-, quien se dejó anticipar por Guillermo Sanguinetti, le permitió al defensor de Gimnasia enviar un centro limpio al segundo palo de Oscar Córdoba y a Facundo Sava conectar un derechazo directo al arco para marcar el 3-2. Después del descuento, Boca se volvió a equivocar. Antes que hacer lo obvio, tener la pelota y dejar que corriera el reloj, la perdió en lateral, cerca del área de Córdoba. En el saque, Edgardo Adinolfi metió con las manos un centro directo al área. Era la última jugada del encuentro. Y apareció Ariel Pereyra, para anotar de cabeza el empate.
Así terminó un partido que estuvo repleto de errores e imprecisiones y que por momentos se volvió dinámico y entretenido. Gimnasia arrancó un poco más ordenado que Boca, que sufrió un poco la falta de fútbol de Riquelme, de nuevo en el equipo después de un mes y medio de protesta y ausencia. Pero los platenses no pudieron controlar la pelota, situación que Boca aprovechó, aunque sin generar demasiado peligro. La lentitud en la salida desde el fondo y la falta de juego de Riquelme, quien se equivocó mucho en las entregas, le quitaron fuerza a las chances de Boca, que en la primera mitad sólo llegó cuatro veces al arco de Enzo Noce. Un cabezazo de Palermo, un tiro de Marchant que pasó cerca del travesaño y un remate de Riquelme, que pegó violentamente en un palo, y la última jugada de Marchant que le permitió a Palermo igualar el marcador.
Gimnasia había apostado a lo simple, a defender replegado sobre su campo, y a contragolpear con la habilidad de Mariano Messera y la velocidad en Claudio Enría. Pero fue una mala salida de Córdoba, que forzó una mano, quizás innecesaria, de Hugo Ibarra, la que le permitió al conjunto de Griguol ponerse en ventaja, de penal. Iban recién 34 minutos, y el partido pareció encajado en el planteo de Griguol.
Sobre el final de la primera etapa, el santiagueño Marchant cruzó con inteligencia el campo, de derecha a izquierda y de área a área, dejando a seis jugadores rivales en el camino, y habilitó a Palermo para el 1-1.
El empate parcial le dio aire a Boca, que en el segundo tiempo salió más decidido a buscar el resultado. A los 51 minutos, Noce desvió al corner un tiro libre perfecto de Riquelme. Unos minutos más tarde, a los 55, Palermo anotó el 2-1, luego de una doble pared con Antonio Barijho. Con un remate violento de derecha, desde afuera, que colmó a Riquelme de ovaciones, el volante puso el 3-1. Entre el �oleeeeee, oleeeeee� de la hinchada, Boca aguantó casi hasta el final. Pero faltaban tres minutos, adicionales, que Boca no jugó, quién sabe por qué.
LA QUEJA DE CARLOS BIANCHI
�No pueden hacernos tres�
El entrenador Carlos Bianchi cuestionó ayer a sus dirigidos al sostener �que a un equipo que quiere ser campeón no le pueden hacer tres goles en su cancha�. Según el técnico, los puntos que perdió Boca en el tiempo de descuento frente a Gimnasia fueron consecuencia de la �desconcentración�. Por su parte, Carlos Griguol, quien mantuvo su racha de no perder frente al equipo de Bianchi, sostuvo que el empate fue un premio para un equipo que �nunca se dio por vencido, pese a la superioridad del rival�.
�Creo que si le puedo reprochar algo al equipo es esos últimos minutos de falta de concentración. Después hicimos un partido correcto. Especialmente en el segundo tiempo hicimos bastante diferencia y la victoria era normal. Después llegaron esos últimos minutos en los que la desconcentración hizo que ellos lograran el empate�, comentó Bianchi, quien, además, se refirió a la actuación de Riquelme. �A Román lo vi bien, dentro de todo, a pesar de que hacía mucho que no jugaba�, dijo Bianchi.
Acerca del impacto que podría tener este resultado en la carrera de Boca por el título, el entrenador sostuvo: �Un equipo que quiere campeonar no se puede permitir que le hagan tres goles en su cancha. Sobre todo que en los últimos cuatro partidos nos habían hecho sólo un gol. Ahora lo único que nos queda es lamentarnos y eso no sirve de nada. Dentro de quince días tenemos que ir a la cancha de Newell�s y si queremos seguir arriba tenemos que estar concentrados los noventa y tantos minutos que dura un partido�.
Por su parte, el técnico de Gimnasia destacó la actitud de sus jugadores porque a pesar que perdían por dos goles de diferencia, lucharon hasta el final y lograron un empate en La Bombonera. �Si bien íbamos perdiendo ante un equipo al que siempre consideramos superior, los jugadores nunca se dieron por vencidos y por suerte tuvieron como premio el empate sobre el final del partido�, explicó Griguol. En tanto el defensor de Gimnasia, Ariel Pereyra, autor de dos de los 3 goles de su equipo, manifestó: �jugamos un buen primer tiempo y además, llegamos a un empate que para nosotros fue como un triunfo porque cómo se dio el partido. Sin embargo -agregó�, hay que reconocer que alcanzamos la igualdad porque tuvimos muchísima suerte�.
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