Por Verónica Abdala
 Las principales ciudades de la Argentina verán sus calles y sus salas de arte, sus galerías y sus museos, poblarse de imágenes que parecen emular todos los mundos posibles, durante este mes y hasta el 30 de setiembre.
En el marco del Festival de la Luz, XI edición de los Encuentros Abiertos de Fotografía �que organizan la Escuela Argentina de Fotografía, la Fundación Luz Austral y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires� se concretan este año un total de noventa exposiciones, 6 días de conferencias, revisiones de portfolios, talleres internacionales, numerosas conferencias y una serie de actividades entre las que se incluyen una proyección de fotografías en el Obelisco, una exposición de gigantografías de obras de Annemarie Heinrich, Sara Facio y Alicia D�Amico, �Mujeres de luz�, en la vereda de Canal 7, y la instalación de un estudio de tomas digitales en Plaza Francia. Entre las cuarenta locaciones porteñas que participan del evento se destacan el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno, el Palais de Glace, el Centro Cultural R. Rojas y la Alianza Francesa de Buenos Aires. Mientras que en el interior del país, participan el Museo Provincial de Artes Visuales de Paraná, el Museo Nacional de Bellas Artes de Rosario y el de Córdoba, el Museo de la Ciudad de Salta y el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, entre otros. Luz, sombra, color, movimiento son algunos de los elementos básicos a partir de los cuales fotógrafos argentinos y extranjeros de primer nivel recrean distintas realidades, interiores y exteriores, en las respectivas muestras. Así, un grupo de fotógrafos santafesinos retratan, cada uno a su modo, la geografía que habitan (�Ausencias y presencias�, Fundación Fortabat de la Alianza Francesa). A otro grupo de artistas, la inmigración le sirve como tema disparador de un abanico de sugerentes obras (�Inmigrantes�, Palais de Glace). Heinrich, Facio, Eduardo Comesaña y Alejandro Kuropatwa, entre otros, hacen lo propio con el microcosmos de los músicos argentinos (�Autores y Compositores de música argentina�, Sadaic, hall central).
En el Centro Cultural Borges se presentan las obras de tres maestros de este arte: Heinrich, la alemana que llegó a la Argentina a los 14 años y se convirtió en �La� fotógrafa del mundo del espectáculo a mediados del siglo pasado, D�Amico y Juan Travnik. Entre lo más destacado que ofrece el Museo Nacional de Bellas Artes, entretanto, se puede ver la muestra �Le passé composé�, que reúne obras de Jacques Henri Lartigue, el prestigioso fotógrafo francés al que la escritora norteamericana Susan Sontag definió como �un fotógrafo de genio que a la vez era un niño�, en virtud de que capturó las primeras tomas a los 6 años. También cabe destacar la muestra de la mexicana Graciela Iturbide que presenta en �La forma y la memoria� algunos de sus mejores retratos.
Para Elda Harrington y Alejandro Montes de Oca, directores de los �Encuentros abiertos...�, �el 2000 permite observar que estos últimos años han dejado un saldo por demás alentador para la fotografía argentina�. Aseguran que, de no ser así, la realización y proyección de un evento de tal magnitud sería impensable. Travnik, por su parte, coincide en que �la evolución de la fotografía argentina de los últimos años nos coloca en este comienzo de siglo en una situación inédita, de crecimiento para la fotografía independiente�. Los tres integran la Fundación Luz Austral, que organiza el evento.
Entre las fotos de los expositores extranjeros que se pueden ver en estos días, sobresalen las de los norteamericanos Neil Maurer (�Still Life and other ilusions�, Galería Pérez Quesada), profesor de fotografía de la Universidad de Texas, y Phil Borges, entre otros. Las obras del primero subvierten las funciones de los objetos cotidianos y aparecen como propuestas de una estética moderna y provocadora, deliberadamente confusa. Las del segundo (�Enduring Spirit�, Centro Cultural Recoleta) interrogan al espectador y honran las diferencias entre hombres y mujeres de lasdiferentes culturas. La escritora chilena Isabel Allende pensó al respecto: �En cada rostro captado por su cámara hay una historia, una vida humana diferente a la nuestra e igualmente preciosa.� Philippe Pache (�Ombres Nues�, Fotogalería del Teatro San Martín), Cassio Vasconcellos (�Panorámicas�, Centro de Estudios Brasileros), Milton Guran (�Todo dia e dia Indio�, Escuela Argentina de Fotografía), Craig Barber (�Ghost in the Landscape�, Galería Palatina), Kathy Vargas (�I was little, they were big�, Centro Cultural Recoleta), y Mark Power (�The Milenium Dome�, Centro Cultural Recoleta) son algunos de los autores extranjeros que suman su talento a esta propuesta.
| Persiguiendo quimeras
Por Sara Facio
El enorme atractivo de la fotografía es la ambigüedad. Ambigüedad por ser una verdadera impostura de los seres y las cosas, ambigüedad por su lectura: deviene interesante cuando tiene varias interpretaciones. De cuasiperversa salta sin esfuerzo a la inocencia. Su esencia es la perfección de la analogía, su impresionante nivel descriptivo y de información.
Fotografiando perseguimos quimeras. Hasta algunas veces hemos creído ingenuamente que podríamos cambiar al mundo o por lo menos influir en él. Vano intento. Normalmente, los seres sensibles que aprecian las obras de expresión no son los mismos que rigen el mundo, salvo honrosas excepciones. En consecuencia, sólo nos queda a los cultores de cualquier medio de expresión ser lo más coherentes posibles con nosotros mismos. Apostar a dar los cambios personales y a su profundización.
Me gusta repetir que ninguna imagen es inocente. Toda imagen está teñida de ideología. Etica y estética van unidas. También el placer del hacer. En resumen, las fotografías consiguen pequeños milagros, tanto desde la toma como desde el laboratorio. Son radiografías de nuestras inquietudes, de nuestro sentir. Prolongan algunos de nuestros sueños, como la chatura de la baraja y la plenitud del amor. |
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