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Si quiere alambrar su barrio, El intendente de Ezeiza se reunió con sus vecinos y se elevó un pedido a sí mismo para alambrar el barrio La Celia. El pedido ya es proyecto de ordenanza porque pasó sin problema el único control oficial. El fundamento fue la falta de seguridad.
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Por Laura Vales El intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, elevó un peculiar pedido a su municipio. En calidad de simple vecino del lugar solicitó a las autoridades de la intendencia �es decir a sí mismo y a los funcionarios que dependen de él� que autoricen a convertir el barrio donde vive en un área cerrada. Son 54 manzanas del Barrio Parque La Celia, a las que Granados quiere rodear de una cerca perimetral. El proyecto implica levantar una alambrada clausurando 30 calles a lo largo de 126 cuadras, que quedarán así sustraídas del dominio público. La Dirección de Planeamiento del municipio ya dio su visto bueno al pedido del intendente y sus vecinos de La Celia. Que se convirtió de inmediato en un proyecto de ordenanza impulsado por el Ejecutivo local. El texto que recibió esta semana el Concejo Deliberante para su votación tiene un fundamento de seis renglones con una única razón para respaldar el cerramiento: el de la falta de seguridad. El argumento sorprendió a los ediles de la oposición, que se preguntan qué hará el intendente si otros vecinos de su partido, tan afectados por asaltos y robos como cualquiera, deciden tomar su ejemplo. �Con este criterio que refrenda Granados cualquiera podría reclamar igual derecho a alambrar su respectivo barrio o su manzana�, dijo el concejal de la Alianza Gabriel Penzo al anticipar su oposición. A juzgar por el expediente en el que la Junta Vecinal de La Celia obtuvo su aprobación, en Ezeiza no debería ser para nada difícil. El pedido inicial fue formulado por la junta vecinal del barrio y analizado por la arquitecta Claudia Gussoni, directora de Planeamiento municipal. La funcionaria no consideró necesario hacer estudio oficial alguno sobre el impacto y consecuencias del cerramiento para darle su aprobación. En lugar de eso, estimó como el mejor camino a seguir preguntar a los propios interesados si les parecería que la medida podía llegar a tener algún efecto negativo. La previsible respuesta fue que ninguno. La evaluación de si la alambrada afectaría el abastecimiento de la población y el acceso a la escuela de la zona también fue encargada a los mismos demandantes, quienes pusieron al tanto a la funcionaria de que el colegio está fuera del ámbito a cerrar. Así, con un expediente en el que no se indica siquiera la extensión afectada, el cerramiento del barrio se transformó en proyecto de ordenanza. Que fue elevado, ya que Granados estaba de viaje por España, por el intendente interino Oscar Gagliardi.El mismo señala en su primer y segundo párrafo que �la solicitud se fundamenta en razones de seguridad� y que �la policía de la provincia de Buenos Aires no cuenta con ninguna delegación dentro del mencionado barrio�. Granados no sólo es el habitante más famoso del barrio La Celia, sino el dueño del lote de mayor extensión, un casco de estancia de una superficie diez veces mayor que el de cualquiera de los otros propietarios. En La Celia se festejó el triunfo menemista de 1989 con un descomunal asado y en su cancha solía jugar al fútbol Carlos Menem y su comitiva presidencial.En noviembre pasado la casa del intendente, que por supuesto cuenta con custodia, fue asaltada. Granados estaba adentro con su familia y repelió a los ladrones a los tiros. El jefe comunal lamentó entonces �no haberlos matado� y llamó a la población a armarse. El cerramiento de barrios tiene algunos antecedentes de polémica. En la localidad de Malvinas Argentinas el también intendente peronista Jesús Cariglino mantiene una larga pelea judicial con los vecinos del barrio privado Club de Universitarios de Buenos Aires (CUBA), pero desde la postura contraria a la de Granados. Cariglino se opone al cerramiento del barrio porque considera que vulnera el derecho de los demás pobladores a transitar libremente por la zona y sostiene que el derecho a la seguridad no puede ser considerado patrimonio exclusivo de un sector de loshabitantes. El ex intendente de Morón Carlos Rousselot, en cambio, llegó a proponer convertir barrios públicos en cerrados. Pero se refería, aunque cueste creerlo, a alambrar �las zonas en las que viven individuos de mala catadura�. Los concejales de Ezeiza, donde el PJ tiene mayoría absoluta, deberán resolver en los próximos días si aprueban el proyecto de ordenanza del Ejecutivo. En los últimos años el cuerpo rechazó por los menos dos solicitudes similares impulsadas por otros vecinos. Habrá que ver qué piensan del pedido del intendente.
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