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Un plan para detectar y prevenir
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 En muchas escuelas argentinas hay chicos en la situación de aquel al que le decían �Pantriste� y que, luego de soportar durante muchos meses las cargadas de sus compañeros por ser diferente, empuñó un arma y mató a uno de ellos. Este ejemplo, como muchos otros, sugiere que, si la sociedad supiera detectar las formas predelictivas de la violencia y si, luego de detectarlas, supiera qué hacer con ellas, los índices de delito adolescente bajarían. Hay experiencias internacionales que lo confirman y que definen un lugar central de intervención, la escuela, y un personaje clave, el maestro. En la Argentina, la Secretaría de Política Criminal lanza hoy un programa de prevención de la violencia en escuelas, que se iniciará en Lomas de Zamora y prevé extenderse a todo el país. �Decidimos dirigir el programa al segundo ciclo del EGB, ya que, según las investigaciones en este tema, los chicos de 10 a 12 años están en la llamada edad de quiebre en materia de situaciones de violencia: es el momento en que se conforman las bases de la personalidad adolescente y pueden quedar fuertemente incorporadas las prácticas violentas, o bien pueden ser bien recibidos los modelos que configuran conductas más pacíficas y tolerantes�, explicó a Página/12 Patricia Bullrich, secretaria de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. La funcionaria firmará hoy un convenio con el intendente de Lomas de Zamora, Edgardo Di Dio, para implementar en once escuelas de ese partido el Plan de Formación Ciudadana y Reducción de la Violencia en las Escuelas. La elección de ese municipio para la experiencia piloto del plan se vincula con que �ése es un lugar con alta concentración de adolescentes en distintas situaciones, desde sectores más humildes hasta medios y medios altos. Conviene enfocar la violencia que está incorporada a las conductas en todos los niveles sociales, y no caer en la estigmatización de atribuirla a determinados sectores�, destacó la funcionaria.Para preparar el programa se tomaron en cuenta distintas experiencias internacionales, especialmente la de Canadá, donde �la aplicación sistemática de estos planes en las escuelas logró bajar fuertemente los índices de criminalidad adolescente; allí el plan se aplica ya a lo largo de todo el ciclo educativo, desde el jardín de infantes�. La experiencia de Lomas de Zamora consistirá en la sensibilización y capacitación de la comunidad educativa, a partir de los maestros de grado, los directivos de las escuelas y los profesionales de los gabinetes psicopedagógicos. El equipo capacitador, perteneciente al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, conducirá ocho jornadas de trabajo con los docentes a lo largo de un año lectivo; serán mensuales y cada una durará ocho horas. Es esencial que los directivos de las escuelas hayan adherido libremente participar en el programa, y la inclusión de los maestros de grado también es voluntaria.En una primera etapa llamada de sensibilización, los directivos y docentes examinarán �las distintas manifestaciones de la violencia social, institucional y familiar que atraviesan a la escuela�. Luego se entrenarán en abordajes preventivos, para resolver los conflictos de manera diferente, y la idea es que, finalmente, se conviertan ellos mismos en multiplicadores de las nuevas formas de convivencia hacia el resto de la comunidad educativa.�Por ejemplo, el caso del chico a quien llamaban �Pantriste�, que hace pocos días mató a un compañero e hirió a otro, es producto de una acumulación de violencia a lo largo del tiempo, sin que la institución escolar supiera reaccionar: él era a su vez víctima de la discriminación y la burla de sus compañeros, en un contexto donde el modelo de convivencia es violento, aunque todavía no se exprese en violencia física. Se trata de que desde la escuela puedan desarmarse estas situaciones�, explicó Bullrich.
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