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SUBRAYADO
Por Claudio Uriarte
Gore vs. Bush,hoja de ruta

 Después del próximo jueves, cuando Al Gore pronuncie su discurso de aceptación de la candidatura demócrata, las encuestas probablemente rebotarán en su favor, debido al brillo cuidadosamente manufacturado que las convenciones partidarias suelen conferir a los respectivos candidatos. Recién luego �dentro de una o dos semanas, cuando los fastos de ambos campos retrocedan un poco en la memoria� la campaña electoral por la presidencia norteamericana empezará en serio.El resultado de noviembre, pese a las semanas en que el republicano George W. Bush Jr. se ha sostenido en el liderazgo de la intención de voto, todavía no puede predecirse, lo que se subraya por las anomalías de una campaña en que la oposición logró una temprana ventaja contra el heredero del ciclo de prosperidad más largo de la historia norteamericana, y en que los candidatos aparecen curiosamente travestidos: Bush Jr., para atraer a los votantes, debió alejarse de la derecha cristiana y abrazar �con distintos grados de tibiezas� a los latinos, las mujeres, los gays y los negros; Gore, para despegarse de los escándalos de la era de Clinton, eligió como compañero de fórmula a un judío ortodoxo y moralista, aunque el mayor drenaje de votos que ahora parecería amenazarlo proviene del candidato del Partido Verde, Ralph Nader.El significado del triunfo de uno u otro también está por verse, y dependerá de las coaliciones que cada uno logre forjar en su camino rumbo al 7 de noviembre. En un punto, sin embargo, las diferencias están claras, y es en la política exterior. De ganar, Gore probablemente siga adelante con el vago internacionalismo (léase: activismo e intervencionismo) de la administración Clinton, aunque posiblemente con un mejor equipo. Por el contrario, Bush Jr., con su endoso al proyecto de defensa antimisiles �resistido por Europa, Rusia y China� parece encaminado a un tipo de política más unilateralista, menos inclinada a forjar amplios consensos mundiales que a aseverar la primacía de la �Fortaleza América�.Estas diferencias pueden lograr un corolario paradójico: Gore probablemente reforzará una política multipolarista apuntada a consensuar las posiciones de los distintos ejes de poder mundial �Moscú, Pekín, Tokio, Europa Occidental� mientras la visión exterior de Bush Jr. estará más retraída al Hemisferio Occidental �lo único que conoce un poco�. En ese sentido será la continuación de la política de su padre, artífice del acuerdo NAFTA con México y Canadá y propulsor de un área de libre comercio para el continente.

  

 

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