Por Javier Lorca
El
decreto ya está redactado, pasó por la Jefatura de Gabinete
y según averiguó Página/12 sólo
espera la firma de Fernando de la Rúa. Si el Presidente lo rubrica,
el directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (Conicet) será reestructurado. Se les dará
representación a las universidades nacionales y a todas las categorías
de investigadores, becarios incluidos, en desmedro de corporaciones como
la Sociedad Rural y la Confederación General Económica,
que quedarán afuera de la cúpula del organismo. Los nuevos
directores se encargarían también de desarrollar y consensuar
con la comunidad científica un proyecto de ley para reformar el
sistema de ciencia y tecnología. Dado el peso político de
los virtuales relegados, la pulseada será dura para el Gobierno:
De la Rúa lo sabe y, por eso, posterga desde hace días la
firma del decreto. La medida es impulsada por Dante Caputo, secretario
para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva;
Juan Carlos Gottifredi, secretario de Educación Superior, y muchos
rectores universitarios.
Del decreto que si De la Rúa se decide cambiará
la conducción del Conicet depende el futuro del plan de reforma
general del sistema de ciencia y técnica impulsado por Caputo y
resistido por la mayoría de los científicos. También
dependería de esa medida, en gran parte, la continuidad de Andrés
Carrasco, recién nombrado presidente del Conicet.
El actual directorio del Conicet asumió en 1997, tras un decreto
de normalización impulsado por el entonces secretario de Ciencia
y Tecnología, Juan Carlos del Bello. Además de un presidente,
el directorio cuenta con ocho miembros. Cuatro representan a los investigadores
de las categorías superior y principal. Los otros directores representan
a las universidades, a las provincias, al sector agrario y al industrial.
Cabe recordar que como anticipó este diario todos los
miembros del directorio rechazan las propuestas de transformación
anunciadas por Caputo. Consideran que implican el desmantelamiento
de la Carrera de Investigador Científico y que el traspaso
obligado de los investigadores al escalafón universitario significa
colocar al Conicet como una institución residual y tirar por la
borda una tradición fecunda de más de 40 años.
En ese contexto, cada reunión de Carrasco con los directores es
una guerra, confió un funcionario del sector.
Pese a que ya estaba en los planes del Gobierno, la reforma del directorio
del Conicet cobró impulso después de la reunión que
sostuvieron hace dos semanas los rectores de las universidades nacionales
y De la Rúa. Entonces, una veintena de los 37 rectores apoyó
la transformación del sistema científico. A cambio, reclamaron
que se aceleren los cambios necesarios para entrar en la conducción
del organismo de investigación más grande del país.
Le planteamos al presidente y a Caputo la necesidad de garantizar
la presencia de las universidades públicas en el directorio,
contó a Página/12 Mario Barletta, rector de la Universidad
del Litoral. Hoy, las universidades integran el directorio pero a través
del Consejo de Universidades, donde también están las casas
de estudios privadas.
El decreto está a la firma del Presidente desde la semana pasada.
Ya fue aprobado por los asesores legales del Ejecutivo y también
por la Jefatura de Gabinete. El decreto modificará el decreto
de Del Bello. Más adelante, se someterá todo a consideración
del Congreso, cuando se debata el proyecto de ley para reformar el sistema
de ciencia y tecnología admitió a este diario uno
de los operadores de la Alianza que participó en las discusiones.
La idea es liberar al Conicet de la presión de corporaciones como
la Sociedad Rural y la Unión Industrial. Y sumar en el directorio
a toda la comunidad científica y a la universidad pública,
dijo. Hasta hoy, el directorio sólo pueden integrarlo los investigadores
superiores y principales. Los rectores pidieron un esquema claro
de democratización del Conicet. Queremos que todos, científicos
y becarios,tengan su representación, admitió un funcionario
del área de Caputo. El decreto establecería un esquema de
elecciones para elegir a los nuevos directores. Así, las corporaciones
(Sociedad Rural, Confederación General Económica, Consejo
de las Provincias, Consejo de Universidades) dejarían el directorio
del Conicet e integrarían un consejo asesor.
Por ahora, el peso de las corporaciones frena la decisión del Presidente.
Mientras, las secretarías de Caputo y de Gottifredi, más
las universidades, presionan. Acá no están metidos
ni el FMI ni el Banco Mundial. Si el Gobierno no tiene fuerza para ganar
esta pelea, no va a poder ganar ninguna, sentenció el rector
de una de las universidades más grandes del país.
Más protestas
Delegados del Conicet, ATE y Conadu manifestaron su total rechazo
al plan Caputo porque implica la destrucción del sistema
científico y de la carrera docente, a la vez que profundiza
la atomización salarial. También rechazaron las
declaraciones de los rectores quienes, al margen de la comunidad universitaria,
adhirieron en forma inconsulta a este plan. Los delegados convocaron
para este jueves, a las 13, una marcha desde el Conicet hasta Plaza
de Mayo, además de jornadas de protesta en el interior del
país. Y a un paro nacional de la comunidad académica
y científica, para el martes 29. Mañana, a las 14, habrá
una asamblea de la AGD, en Ciudad Universitaria, aula 11, Pabellón
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